Cambio geopolítico mundial y Elecciones en EE.UU.

Cambio geopolítico mundial y Elecciones en EE.UU.

Angel Foruhar Aghili. LQS. Octubre 2020

Lo que la evolución de la ciencia nos ha demostrado hasta ahora es que todo está dividido entre el accidente y la obligación, no hay lugar para “libertad y acción”. La palabra sagrada “libertad” de los humanistas liberales, como la palabra “espíritu” de las religiones, se ha vuelto ahora tan vacía que ya no tiene un significado definido. La fuerza de voluntad y la libre decisión hoy solo pueden encontrarse en las historias de fantasía tejidas por nosotros mismos, los humanos. Poderosas empresas de inteligencia estadounidenses, las Gafam + 2 (Google – Apple – Facebook – Amazon – Microsoft, más IBM y PayPal) y Huawei en China, con un subconjunto de más de 35 multinacionales e inversiones gigantes, a través de las últimas tecnologías -tecnología de la información, economía, algoritmos e inteligencia artificial- prometen una vez más un “mundo nuevo y hermoso” (1) para los pueblos del mundo, y especialmente para la generación más joven. La salvación ya no es a través de la religión, Dios, o los profetas (y otras categorías antiguas, creaciones de nuestros imaginarios de animales inteligentes), sino a través del nuevo evangelio religioso de la tecnología y la información, los robots y la inteligencia artificial, por tecno profetas multimillonarios y corporaciones globales. Los globalistas no aceptan fronteras ni soportan el nacionalismo. El cosmopolitismo se está comunicando a las personas, especialmente a los jóvenes de todo el mundo.

Tres de noviembre 2020. ¡Las elecciones estadounidenses no deben verse como elecciones ordinarias!

Durante sus cuatro años en el poder, Donald Trump y su administración han defendido y apoyado los intereses y beneficios de la oligarquía financiera local-nacional contra el poder profundo de la oligarquía financiera mundial, tanto en su política interior como en su política exterior. La guerra comercial con China, que se intensificó durante su mandato, obligó a las principales transnacionales globales (GAFAM/FAMAG en inglés), a cerrar o restringir sus operaciones en China y concentrar sus capitales y sus actividades en Estados Unidos. Estos inversores han perdido el control económico del puerto de Hong Kong durante la guerra comercial de Trump con China; tras el Brexit, pasó lo mismo con Londres, importante ciudad y centro comercial, anteriormente centro de control de la Unión Europea. En la práctica, estas políticas han debilitado las fuerzas de las oligarquías financieras en todo el mundo.

La victoria de Donald Trump en 2016 sorprendió a muchos analistas, políticos y personas, en Estados Unidos y en todo el mundo. La mayoría de los analistas económicos han elogiado la victoria de la oligarquía financiera nacional (como Bush, Rockefeller, Huston, Dallas, Tea Party (2) y algunas compañías de petróleo y gas) sobre la oligarquía financiera global. Esta brecha, en los últimos cuatro años, con las decisiones y políticas de la administración Trump, se ha ensanchado especialmente en su política exterior, hasta el punto en que el Senado, de mayoría republicana, convocó una comisión de investigación en marzo. Los cuatro gigantes de la inteligencia global, Facebook, Apple, Google y Microsoft, tuvieron que responder ante la comisión. David Cicilline, como presidente de la misma, acusó a estas empresas de ejercer influencia económica en el país, distorsionar el espíritu y propósito del capital privado, destruir el mercado laboral y, en definitiva, ejercer demasiado poder en el país y en el mundo. El primer declarante fue Mark Zuckerberg, de Facebook (3) , quien fue acusado de difundir noticias falsas, ocultar y abusar de información y, finalmente, publicitar y usar información en el nuevo sistema de marketing masivo para promover objetivos políticos. Por supuesto, no era la primera vez que se acusaba a Zuckerberg.

Las administraciones en distintos Estados, e incluso el propio Trump, vieron el asesinato de dos personas negras en las calles y los disturbios en varias ciudades como un plan para debilitar su administración y una conspiración para influir en la opinión pública de cara a las elecciones del 3 de noviembre. Independientemente de si esta afirmación es verdadera o falsa, lo que se puede deducir de los acontecimientos del año es el conflicto cada vez más profundo entre el capital nacional y el capital de las corporaciones globales. Tanto es así que teóricos políticos y empíricos como Henry Kissinger, en una polémica entrevista en abril de este año, advirtieron sobre la necesidad de un acuerdo, urgente y coordinado sobre los intereses comunes de todo el mundo capitalista y especialmente en Estados Unidos.

La epidemia de covid-19 y la rápida propagación del coronavirus también han alimentado esta controversia, hasta el punto de que proporcionar la vacuna contra el coranovirus a cualquier costo y de cualquier manera se ha convertido en una herramienta, no para salvar vidas, sino para la propaganda electoral. Tanto que personajes como Michel Moore, famoso y popular productor e investigador, pone en duda la veracidad del contagio de Trump, que el presidente ha convertido en una herramienta pura y dura de su campana electoral.

Desde la guerra civil estadounidense hasta hoy, el conflicto entre los partidos demócrata y republicano y su capital de apoyo, e incluso la brecha entre la gente común y la lucha en las calles, nunca ha sido tan intensa, y la sociedad estadounidense tan polarizada. Por todas estas razones, las elecciones de noviembre en Estados Unidos son de especial importancia y conciben hechos insólitos. Especialmente si Donald Trump y sus aliados no logran convencer a las gigantes multinacionales de que lleguen a un acuerdo con ellos. El escenario y la polarización más agudos entre la gente común puede ocurrir cuando Trump pierda las elecciones y se vea obligado a dejar la Casa Blanca y el poder.

Una breve mirada al crecimiento de las acciones y el capital de las Gafam en el año 2020 tras la propagación del Corona virus

El creciente poder económico de China en el siglo XXI es indiscutible. Muchos economistas, en diferentes términos e interpretaciones, están convencidos de que esta realidad obliga a cambiar el plan económico y la geopolítica mundial. Aparte, los gigantes del capital y nuevos tecnólogos como Mark Zuckerberg, Jeff Bezos o Bill Gates enfatizan la necesidad de un nuevo orden económico mundial sin fronteras y sin tener en cuenta el destino de los ciudadanos del mundo. Miran hacia un futuro no muy lejano, donde los súper humanos disfrutarán de una capacidad asombrosa y una creatividad sin precedentes con la ayuda de una red de algoritmos, ingeniería bioquímica y electrónica, de hecho, humanos híbridos. Criaturas que posean algoritmos informáticos e inteligencia artificial y que, naturalmente, tomarán las decisiones más importantes del mundo. En este “hermoso mundo nuevo” del post neoliberalismo, miles de millones de personas con nuestras capacidades actuales están condenadas a convertirse en seres humanos de segunda, tercera y baja clase. Hoy, con la acumulación de una enorme riqueza y el control de los algoritmos en el mundo, la línea de cambio en el mapa geopolítico del mundo refleja la realidad fundamental de nuestro tiempo y sus actores, que un pequeño virus solo aceleró.

En el caso de corporaciones gigantes como Huawei y los controladores de estas corporaciones y algoritmos en China, o en menor medida en Rusia, el acceso a estadísticas fiables, de riqueza real, acumulada en sus manos, debido a la superestructura política de la dictadura, no es posible. Por lo tanto, bastará con mirar el crecimiento y la acumulación de capital corporativo y la riqueza de los propietarios de estas empresas globalistas en Estados Unidos para extrapolar la realidad de nuestro mundo. El papel de estos actores globales, en las próximas elecciones del 3 de noviembre, es el tema principal de este artículo.

Las acciones conjuntas de apenas cuatro empresas, gigantes de la tecnología y la información (Facebook, Apple, Google and Microsoft), llegaron a más de 4,8 billones de dólares en el mercado mundial en agosto de 2020. Las acciones de las empresas conocidas como Gafam crecieron un 35% . Google, por ejemplo, cruzó la barra de los 1.850 dólares/acción en julio de 2020 (en 2006, solo valía 85 dólares) mientras las acciones de las mayorías de las empresas, excepto “Gafam + 1”, cayeron bruscamente tras la propagación de la epidemia de la covid–19. También merece la pena señalar que Facebook actualmente lidera la creación de una moneda global llamada “Libra”, independientemente del dólar estadounidense, el yuan chino y el rublo ruso.
Comparar el valor de las acciones de Gafam + 1 y su tasa de crecimiento anual y su salto después de la covid-19, junto con la creciente necesidad de controles médicos y callejeros, es una prueba adicional del poder de las nuevas tecnologías de los algoritmos, de la ingeniera bioquímica y electrónica. Todo esto apoya la nueva religión de la tecnología que nos prometen los profetas tecnológicos. Cuando todo, incluida la economía, es nuevo y el sistema educativo y la medicina están controlados de forma remota, ¿por qué no la nueva moneda global de Internet? Un fenómeno que, por supuesto, debe ser consensuado por China, este nuevo y poderoso gigante que reivindica compartir y redistribuir el mundo, así como por Rusia, su socio con dientes armados.
Mark Zuckerberg, con 34 años y una fortuna de 56.000 millones de dólares a principios del año, se enorgullece ahora de nombrar y presentar esta nueva moneda.

Las fortunas de los defensores económicos globales, son las siguientes: Bill Gates, de Microsoft con 95.000 millones de dólares y Jeff Bezos, de Amazon, de 55 años y 117.000 millones de dólares al comienzo del año. El coronavirus, que ha provocado compras masivas online, estableció un nuevo récord de la persona más rica de la historia de la humanidad. Según la lista de Forbes, el 3 de julio la fortuna de Jeff Bezos superó los 200.000 millones de dólares.

En el año 2017 el valor de las acciones poseídas por los Gafams representaba el 11,5 % de S&P500, que incluye las empresas más importantes de Estados Unidos. Al final del año 2019, el valor de las acciones de los Gafams alcanzó el 17,5% del valor de este grupo. A 2 de abril de 2020, dramático día de aumento de los casos de coronavirus y año siniestro para los ciudadanos del mundo ha sido de oro para ellos; sus acciones llegaron a ¡una cuarta parte de las acciones totales de S&P500! Mientras tanto, el mercado de valores se desplomaba a medida que se propagaba el coronavirus. La fortuna personal del Sr. Trump, por ejemplo, que antes de la crisis del coronavirus ocupaba el puesto 275 en la lista de Forbes, con 3.200 millones de dólares, se degradó al puesto 352, reduciéndose a 2.500 millones de dólares. Pérdidas de miles de millones de dólares. Pero las Gafams, con una cuarta parte de las acciones totales del S&P 500, un poder bursátil tremendo, pudieron controlar e influir en el mercado de valores de Estados Unidos y gran parte del mundo liberal. Obviamente, con tal distribución de riqueza y capacidad de control del mercado financiero, sin el consentimiento de estos capitalistas globales, sobre todo los Gafam, ni Trump permanecerá en la Casa Blanca, ni Joe Biden podrá acceder a ella.

Por todo lo anterior, dependiendo del tiempo, de los imprevistos y de las concesiones que reciban de los candidatos, el ganador real de las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos serán estas empresas globales, lideradas por las Gafams + 2. Cuanto más cercanos estén los votos de los dos candidatos, más fácil será para estos gigantes de la información diseñar los desarrollos electorales y más puntos ganarán con esta campaña. Quizás simplemente por eso fue derrocado el izquierdista Saunders por el Comité Nacional Demócrata, a pesar de tener más votantes, al igual que en 2016. Esta vez el Sr. Joe Biden fue elegido para reemplazarlo, quien soporta el pesado peso de los errores de los ocho años de la administración “Obama” y aparentemente no se encuentra en perfecto estado de salud. Son los globalistas quienes controlan el Partido Demócrata de América. Lo más probable es que, a los ojos de estos actores electorales clave, Joe Biden sea un candidato demócrata con una votación final más cercana a la de Trump. Con un número de votos de los dos candidatos cercanos, la manipulación de los resultados será más fácil.

La competición dentro del campo Gafam y afuera es feroz; por un lado, cada uno intenta obtener y controlar tanta información global como sea posible (4) y desarrollar la inteligencia artificial y la ingeniería genética, por otro lado, existen competidores extranjeros fuertes a punto de desarrollar y conseguir las mismas nuevas tecnologías. Para contrarrestar la fuerza de los Gafam, el nuevo mercado ha impulsado la alianza de 5 países importantes, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Las tremendas cantidades de capital acumulado, los avances de la inteligencia artificial –como nunca en la historia de la humanidad hasta este nivel- las competiciones relacionadas, y encima, la epidemia de la covid-19 con su rápida propagación, son factores que añaden complejidad en estas elecciones del 3 de noviembre.

Dos posibles escenarios en las elecciones del 3 de noviembre 2020 en USA

Escenario 1: EEsto es lo que defiende el senador republicano Henry Kissinger: defender la inversión centralizada y apoyar la negociación y acuerdo con los gigantes capitalistas globalistas. Según el informe de Bloomberg webinars del sector económico de Nueva York, el viejo zorro de la diplomacia de Estados Unidos, con 97 años, reclamó que “por las nuevas tecnologías y los conflictos, el cambio geopolítico mundial es obligatorio. Si Washington y Pekín no llegan a un acuerdo, tenemos una situación igual que antes de la primera guerra mundial”. Anunció así que el mundo está en un camino muy peligroso.

La pregunta para este escenario, sin embargo, es ¿dónde están las personas y el pueblo de Estados Unidos en tal acuerdo entre las dos gigantas capitales financieras?

Es de esperar que la mayoría de los negros, los inmigrantes pobres y los desfavorecidos que han sido perjudicados por las políticas racistas y el apoyo de la administración Trump a defender interés y beneficio de sus amos capitalistas nacionales, inunden las calles con ira en las primeras horas y días de la reelección de Trump. Cincuenta días antes de las elecciones, Trump ordenó a todos los fiscales que utilicen las leyes de “acción contra la seguridad nacional” contra los insurgentes. A diferencia de su rival, ha demostrado ser un líder obstinado y capaz de movilizar a sus masas favorables, especialmente al núcleo duro de los que también están armados. Un núcleo fuerte de partidarios de Trump se encuentra en las fuerzas policiales. Lo más seguro es que intentarán calmar el país después de unas semanas con violencia “legal” y muchos arrestos y posiblemente asesinatos en algunas ciudades y estados, pero tranquilos como siempre. Fuego bajo las cenizas.

Escenario 2: Si los nacionalistas estadounidenses y la oligarquía financiera nacional no logran llegar a un acuerdo con la oligarquía financiera global, especialmente la poderosa nueva generación de sistemas de información y algoritmos de amplia base, y el Sr. Joe Biden es declarado ganador, Trump continuará en poder en la Casa Blanca, como ha declarado hace unas semanas y pedirá el recuento de los votos.

Desde entonces, y por primera vez en la historia de las elecciones estadounidenses, su rival ya ha expresado su preocupación de que el presidente en funciones evite dejar la Casa Blanca y entregar el poder. Pero posponer el control legal de los votos tiene un tiempo limitado, y su máxima oportunidad es hasta el 3 de enero de 2021. En caso contrario, el 20 de enero del año 2021 a las 12h (5) , la presidencia será automáticamente transferida a la presidencia del Parlamento, Nancy Pelosi, demócrata y defensora de las empresas globales. Ella, por supuesto, podría ser una de las opciones de los capitalistas globales, aunque el coste y el riesgo sean muy altos para ellos y para el país. Será un caos y una guerra civil en las calles de todos los estados debido a la movilización del núcleo duro y armado de los partidarios de Trump. En resumen, las partes consideran y piensan en todas las posibilidades posibles. No es una coincidencia que la Sra. Pelosi mencionara el hecho de que el ejército tiene el deber de entrar en escena y establecer la paz en el país si observa desobediencia.

Conclusión

La administración de Trump, y su historial de cuatro años de política exterior, es tan negra como su política interior, especialmente su negación de la pandemia, que costó la vida de miles de ciudadanos en Estado Unidos hasta la fecha. Tanto que él mismo se contagió. El fracaso de la política exterior durante los 4 años de su mandato incluye las “guerras” con el comercio exterior con China y el acuerdo nuclear con Corea del Norte, la retirada unilateral de Estados Unidos de acuerdos internacionales como el importante Acuerdo de París y la retirada de la Organización Mundial de la Salud, la salida de forma unilateral del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, mediado por Rusia, China, Alemania, Francia e Inglaterra o la pérdida de sus aliados históricos en Europa.

Su precedente para satisfacer a los poderosos lobbies sionistas en Estados Unidos y en el mundo, y su papel en los acuerdos de “paz” entre Israel y, primero los Emiratos Árabes en agosto, luego Bahréin en septiembre, aparte de ser propaganda para las elecciones, reflejan la búsqueda de nuevos aliados. Futuras negociaciones llegarán muy pronto con rivales poderosos como China y Rusia para cambiar el mapa geopolítico del mundo. Ha extendido el apoyo del ejército israelí a países del Golfo Pérsico enviando aviones F-35 de última generación, equipados con sofisticados sistemas de radar y algoritmos. Hasta la fecha estos aviones solo estaban en manos de Estados Unidos e Israel. Con estos acuerdos complejos económicos, y más importantes militares, en nombre de ¨la paz¨, por primera vez en la historia, los militares y armamentos israelíes, tan avanzados, van a llegar al Golfo Pérsico en una zona conflictiva y geopolíticamente muy importante, muy cercana a su enemigo, el régimen de los ayatolás iraníes. Estos son unos de sus recientes éxitos en política exterior.

Dentro de Estados Unidos, abusa de su poder con insolencia; por primera vez en la historia de las elecciones estadounidenses, Trump, aprovechando su position, utiliza las instalaciones gubernamentales y reúne al partido republicano en la Casa Blanca, a pesar de toda la dura crítica.

Los simpatizantes y militantes del Partido Demócrata esperan la derrota de Trump ante la propagación del coronavirus y la actual situación crítica en Estados Unidos. Estos argumentos servirán para incidir en los votos de los seis estados indecisos que representan el 30% de los votantes e históricamente votan por un partido u otro. Los demócratas tienen la esperanza de que este 3 de noviembre los votantes apoyen a su candidato Joe Biden. No deben olvidar que, en situaciones críticas, especialmente en la cultura estadounidense, la psicología de las masas tiende generalmente a votar por el poder establecido. Esto lo explica detenidamente Joseph Baker en “La cultura del terror y la psicología de masas en Estados Unidos”. Entre Biden y Trump, el primero es viejo y enfermo, el segundo, como todos los populistas, se presenta a las masas como fuerte, decidido e inteligente.

Si no se produce la eliminación física de ninguno de los candidatos en forma natural o “subnatural”, el primer escenario parece más probable y con menos daño para el país, el capital nacional y las empresas globales.

Cualquiera de los dos candidatos y su gobierno electo tendrán la oportunidad de representar a Estados Unidos en el cambio del mapa geopolítico del mundo, con liderazgo de los capitalistas globales. Pero un competidor fuerte como China, que ha demostrado ser un gigante en la economía y las nuevas tecnologías, especialmente durante la pandemia, no se quedará de brazos cruzados y exigirá su participación. El rival lleva años planificando sus redadas. China, además de Brasil, Rusia, India y Sudáfrica, y otros países populosos como Indonesia, Irán y Venezuela, con sus recursos naturales y capacidades tecnológicas, se han recuperado, en parte por los errores de Trump y su gobierno.

Nos enfrentamos a batallas candentes entre poderosos oponentes que conciben desarrollos geopolíticos en el mundo.

¿A qué dará luz nuestro mundo y en particular estas nuevas elecciones?

Notas
1.- Joseph Baker, Fear itself : The causes and consequences of Fear in America. March 3, 2020
Wim Dierckxsens y Walter Formento, Nuevo Imperio u Otra Civilización:
Inteligencia Artificial Dinero.com,Netflix vs el resto: así va la guerra por la televisión, https://www.dinero.com 20 de Febrero 2020.
2.- The Tea Party movement is an American fiscally conservative political movement within the Republican Party. Members of the movement have called for lower taxes, and for a reduction of the national debt of the United States and federal budget deficit through.
3.- Facebook: A principios de 2018, la empresa decidió dar mayor importancia a los usuarios particulares que a empresas, marcas y medios de comunicación, de donde provenían sus ingresos por publicidad. En términos de economía política en el uso, estrictamente hablando de Facebook, por sus usuarios individuales no hay pago, por lo tanto tampoco mercancía. Hay disfrute de valores de uso, lo que se llama comunicación. En julio de 2009, Mark Zuckerberg hizo público que Facebook había alcanzado los 250 millones de usuarios, mil quinientos millones en 2015 y para 2019 había alcanzado a nivel mundial un total de 2.271 millones de usuarios. Casi 35% total población mundial. Esto es competición dentro de GAFAM y fuera para obtener Hegemonía de BIG DATA
4.- Google: A partir de la crisis de 2007, Google comienza una política de fusiones y adquisiciones a la par de la mencionada re-compra de acciones propias. Las adquisiciones o fusiones más grandes por fecha al año 2019 fueron: 2006 YouTube $1700 millones; 2007 Postini $625 millones; 2007 Double Click $3.100 millones; 2009 Ad Mob $750 millones; 2011 ITA software $700 millones; 2012 Motorola Mobility $12.500 millones; 2013 Waze $1.150 millones; 2014 Deep Mind $650 millones; 2014 Nest Labs $3.200 millones; 2017 HTC – Pixel Smartphone $1.100 millones; 2018 Xiveley $50 millones; 2019 Looker $2600 millones; 2019 Fitbit $2.100 millones. De las 13 adquisiciones y fusiones de Google en el año 2019, se destacan ocho de más de 1.000 millones de dólares, siendo la compra de Motorola Mobility en 2012 la más significativa $12500 millones de dólares. El listado de transacciones refleja el cambio de interés de la compañía que, desde la reorganización como Alphabet a fines de 2015, reenfocó sus intereses hacia otros sectores más allá de la publicidad, como la inteligencia artificial o el hogar inteligente.
5.- https://cnnespanol.cnn.com/2020/07/31/por-que-trump-no-tiene-autoridad-pararetrasar-la-eleccion-presidencial/

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