Crónica de una traición anunciada

Crónica de una traición anunciada

A los sindicatos de la enseñanza: no queremos migajas.

Cualquiera que haya seguido la trayectoria de los sindicatos subvencionados desde los años 70 no esperaba más de ellos. A lo largo de todo el proceso, se han negado a convocar las huelgas solicitadas por los trabajadores y han ninguneado el deseo de las asambleas de que el comité de huelga fuera mixto (trabajadores y sindicatos). Al principio también impidieron que se incluyeran otras enseñanzas y etapas que no fueran la Secundaria.

Se abre el telón

1. Las asambleas del verano prometían la luna a los trabajadores. Un par de asambleas con miles de asistentes, CC.OO. haciendo propósito de enmienda (cariño, no volverá a pasar) y unos trabajadores unidos e ilusionados por primera vez en 23 años.

Desde el pasado 31 de agosto, el papel de CC.OO. ha sido el de contener las movilizaciones. Se celebró ese día una asamblea en la sede de Lope de Vega, en la que los trabajadores pidieron llevar una propuesta votada a sus claustros. CC.OO. se negó a dejarles votar, hasta el punto de arrebatar el turno de palabra a la última persona que habló cortando la luz y poniendo música. También ese día Agustín Moreno declaró que la huelga era para que retiraran las instrucciones de principio de curso de Secundaria y que, por lo tanto, la huelga debía ser solo de Secundaria.

No hará falta decir que en ese momento dejaron la asamblea cientos de compañeros de Primaria, Infantil, EEOOII, etc., que se vieron excluidos de un plumazo de lo que podría haber sido una oportunidad histórica de reivindicar el cúmulo de derechos que habían perdido en los últimos años.

2. La siguiente asamblea tuvo lugar el 8 de septiembre en la sede de UGT de Avenida de América. Ahí los representantes de centro y zona habían llevado a cabo una encuesta cuyo resultado fue: 16% a favor de una huelga ininterrumpida, 56% a favor de una huelga indefinida de tres días a la semana.

Es decir, al menos el 72% de los 9.000 encuestados hubieran estado a favor de una huelga indefinida MXJ.

La huelga empezaba los días 20, 21 y 22 de septiembre, debía seguir 27, 28 y 29 y continuar los días 4, 5 y 6 de octubre. Después, se iban a realizar nuevas consultas.

Sin embargo, en dicha asamblea, de manera mágica se sacó adelante un calendario que nadie votó, y que la segunda semana de “huelga indefinida de tres días” metía tres días de encierro en lugar de los días correspondientes de huelga. Mágicamente también el resultado de la encuesta (MXJ indefinida) desapareció de las actas publicadas por CCOO.

En la asamblea del 8 se produjo además una ruptura entre los cinco sindicatos allí presentes: AMPE, CSIF, Stem, CC.OO. y UGT. Los dos primeros por supuesto se negaron a convocar más de un día. UGT también. Stem y CC.OO. fueron los únicos que decidieron convocar los tres días: 20, 21 y 22.

Pero cuál no sería nuestra sorpresa cuando la semana siguiente CC.OO. decide convocar solo dos días, en aras de la “unión sindical”. ¿Tiene algún sentido la unión sindical con AMPE y CSIF, que siguen la línea de Esperanza Aguirre? Por suerte, los afiliados de CC.OO. exigieron a su sindicato la convocatoria de tres días, y tras esto, de manera forzada tras el revuelo que se montó, (muchos docentes comenzaron a desconfiar de la gestión sindical) se convocaron los tres días prometidos. Eso sí, a regañadientes.

A partir de ahí, CC.OO. se dedicó a repetir las encuestas en los centros una semana sí y otra también, haciendo encuestas a la baja que cada vez presentaban menores opciones de huelga.

El bueno, el malo y el que juega a dos bandas

3. El 7 de octubre se celebró otra asamblea con CC.OO.

Las encuestas estaban ya bastante aligeradas, pero aun así los trabajadores votaron el modelo de huelga 2-0-2-0.

En dicha asamblea, CC.OO. se negó a convocar dos días seguidos de huelga. Allí se montó un revuelo, y finalmente los trabajadores consiguieron que CC.OO. se comprometiera a llevar la propuesta a la mesa sindical. Pero claro, se sabía que en dicha reunión el resto de los sindicatos iba a boicotear los dos días y que CC.OO. iba a convocar solo uno.

Esta asamblea pareció haber supuesto un punto de inflexión para los docentes. De ella surgió el deseo de independencia de los trabajadores, que crearon la Red Verde.

Al principio, CGT estuvo de lado de los trabajadores y convocó huelga con CNT y Solidaridad Obrera el 19 de octubre.

Por desgracia, los medios de comunicación o no dieron publicidad a la convocatoria de dicha huelga o se dedicaron a sembrar la confusión. Esa confusión fue aumentada por el hecho de que CC.OO. no convocara y además enviara en algunos casos a sus liberados a contar en los centros que la huelga no era legal.

Aun así, la huelga del 19 de octubre tuvo un seguimiento del 20%, lo que en circunstancias normales hubiera sido un absoluto éxito. Tengamos en cuenta que las huelgas convocadas por CC.OO. y UGT en los últimos años, con todos sus medios, no han llegado a tener ni un 5% de participación.

Pero la trama todavía se complicó un poco más para los trabajadores. CC.OO. de manera deliberada empezó a convocar sistemáticamente asambleas los mismos días y a las mismas horas que las de la Red Verde. Por si fuera poco, CGT decidió que iba a sacrificar lo pedido por los trabajadores en aras, otra vez, de la “unión sindical”.

Nos quedamos como Gary Cooper: solos ante el peligro. Un gobierno regional que irracionalmente se  niega a negociar con los trabajadores y que lleva a cabo medidas tendentes a la destrucción de la escuela pública desde hace muchos años; una oposición que dice que nos apoya, pero que nos usa con fines electorales y después desaparece. Unas leyes que favorecen los conciertos, unos sindicatos que los defienden y que dicen estar de parte de los trabajadores pero que boicotean sus deseos de dar una batalla más dura.

Finalmente, en segundo lugar, tenemos unos sindicatos minoritarios, como CNT y Solidaridad Obrera, que no tienen la suficiente fuerza como para convencer a una mayoría del profesorado para que sigan sus convocatorias. Y que se ven boicoteados y ninguneados por la Administración y por los medios de comunicación. Esto hasta el punto de no recibir respuesta por parte de la Administración cuando convocan una huelga.

El remate vino la semana electoral. La mayoría de los trabajadores votó a favor de una huelga de tres días: 15, 16 y 17 de noviembre. Con todo, CC.OO. y demás sindicatos decidieron convocar solo el 17, probablemente para no enfadar a los que les pagan las subvenciones, que se presentaban todos a las elecciones. (Excepto CNT y Solidaridad Obrera, que no reciben esas jugosas subvenciones).

No sos vos, soy yo

Ahora bien, hagamos un poco de autocrítica los trabajadores. El intento de funcionamiento a través de la Red Verde ha sido un gran avance, pero Houston, tenemos un problema.

Una gran mayoría de los trabajadores no quiere seguir ninguna huelga que no convoquen los sindicatos mayoritarios. La Red Verde no ha alcanzado la mayoría de edad. Ante el boicot de CC.OO. de sus asambleas la respuesta hasta ahora ha sido cambiar la fecha de nuestras asambleas para ir a las de CC.OO. ¿Con qué objeto? Hemos visto que CC.OO. ha querido desactivarnos y no convoca nunca las huelgas que deseamos.

La memoria histórica no parece ser un punto fuerte del colectivo. Sin tener en cuenta lo que hacen en otros sectores y en otros niveles (por ejemplo, en sanidad, o en el tema del pensionazo) parece que se nos han olvidado todas las pequeñas traiciones que llevamos sufriendo desde el verano.

La situación es crítica. En los últimos años el ataque a la Educación Pública ha sido brutal, aunque este curso 2011-2012 ha puesto ya de manifiesto que la intención última de la Administración es que ésta quede reducida a su mínima expresión.

Los interinos llevaban ya varios años sufriendo recortes (véanse los casos de Filosofía o Dibujo; recuérdese que en el curso 2008-2009 ya se llamó a 300 interinos menos de Matemáticas que el curso anterior). Pero ahora ya son los compañeros en expectativa los afectados. Muchos de ellos se encuentran en su casa o haciendo sustituciones. Por supuesto, todo esto influye de manera negativa en el funcionamiento global de los centros.

No vamos a seguir enumerando los cientos de problemas que nos encontramos los profesores para llevar a cabo nuestro trabajo.

Solo queremos resaltar lo siguiente: Hasta ahora no hemos conseguido nada. CC.OO. nos ha desmovilizado, pero los problemas siguen ahí. El único camino es la independencia, una Red Verde fuerte que finalmente pueda imponer la voluntad de los trabajadores de la Educación Pública.

El objetivo: organizar una huelga indefinida. Si el 20% de los que la deseamos la mantuviéramos sería un gran éxito, a pesar del absurdo mito que dice que “si el 80% no va a la huelga no sirve para nada”. Un 20% o un 30% de participación de manera indefinida sería suficiente para que se forzara una negociación seria.

El lobo negocia con el lobo con piel de cordero

El pasado 16 de enero tuvo lugar la Mesa General de los Trabajadores Públicos. Pero en el  documento “Reunión de la mesaque envió CC.OO. a sus afiliados la fecha que figura es la de noviembre de 2011. ¿Nos lo pueden explicar? Siendo un poco mal pensados podría parecer que todo está atado y bien atado desde antes de las elecciones…

En breve se reúne la mesa de negociación por el conflicto en la enseñanza. Si lo que se consiguen son unas migajas (oposiciones con diez o veinte plazas por especialidad, o cualquier otro maquillaje que no vaya a la raíz de los problemas de la Educación Pública) el colectivo no se debería conformar. Conformarse sería sentenciar la Educación Pública y tirar a la basura todo lo realizado en este curso. La destitución de Zurita no es sino un gesto pactado de cara a la galería con el que intentan aplacarnos. La consecución del cobro íntegro en las bajas no deberíamos admitirla si no conseguimos extenderla a nuestros compañeros del PAS. Hacerlo solo nos llevaría a introducir una nueva brecha en el colectivo de trabajadores de la Educación Pública.

Nuestra única salida es la unión, organización e independencia de los sindicatos subvencionados, que deben ser meros instrumentos a nuestro servicio.

Recordemos otra cosa. Las jornadas de huelga han sido un clamoroso éxito. Han contado, según la fecha, con una participación de entre el 60 y el 80%, e incluso en días convocados solo por los minoritarios se han alcanzado cotas del 20%. Tenemos una gran fuerza y podemos conseguir muchas cosas si no nos dejamos desanimar y logramos organizarnos y unirnos, para obligar a los sindicatos mayoritarios a convocar huelgas contundentes.

* Publicado en “Soy Pública

Notas relacionadas

Para acompañar nuestro análisis, queremos recuperar las incisivas crónicas de Ernest Favil para Kaos en la Red que aparecieron en su momento, otra visión crítica más del circo montado por el sindicalismo de concertación durante estos meses:

El 15-M contra el sindicalismo amarillo: la huelga de profesores en Madrid
El 15-M contra el sindicalismo amarillo: la huelga de profesores en Madrid (2º asalto)
Los docentes de Madrid se reorganizan tras la traición de los sindicatos amarillos
Rebelión de los docentes madrileños contra el despotismo de CC.OO.

Otros enlaces de interés:
El acuerdo entre sindicatos y patronal fija una pérdida de poder adquisitivo de un 1,5%
Requiem sindical, artículo crítico con la última traición de CC.OO. y UGT, escrito por un histórico militante de Comisiones

Otro artículo del autor:
La esquizofrenia del PSOE

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