El humor es la mejor forma de encararle a la vida

El humor es la mejor forma de encararle a la vida

(AW) Su historieta "Griten" sobre la desaparición de Jorge Julio López, es sin duda más conocida que él mismo. Se llama Marcelo Gabriel Candia, "El Chelo", artista comprometido, historietista de gran talento, muralista que participó en innumerables intervenciones callejeras haciendo murales comunitarios, guionista de radioteatros y sobre todo militante de la vida. Muchas de sus obras fueron publicadas por esta agencia. Lo que sigue es una extensa entrevista que le realizamos poco después de la presentación de su último libro de historietas: "El Bondi", una de las obras más logradas de este artista patagónico.

Le dicen Chelo. Antes de los `90 era Marcelo. Le dicen Chelo y le gusta. Dice que le gusta porque es casi un saludo: "La gente me cruza por la calle y es muy común que no me digan hola, sino ¡Chelo!".
Chelo es muy parecido a che. No del "Che" Guevara, sino ese che nuestro, el confianzudo che que usamos los argentinos para nombrarnos. "Chelo es muy parecido a ¡chau! ¡Chau Chelo! Es algo fácil que queda grabado" relata divertido Marcelo Gabriel Candia, el Chelo.

Nos encontramos en Bs. As. hace casi 2 meses. Después de la presentación de "El bondi", su último libro de historietas. Locro, buen vino y calidez humana fueron los ingredientes que dieron marco a una charla amena y prolongada.

Artista patagónico nacido en Allen, provincia de Río Negro, hace algo más de 40 años. Se resiste a llamar a la ciudad donde vive como a un genocida. La llama Fisque Menuco (ciénaga de agua dulce), su nombre original y originario, y no Roca, como persiste en mal llamarla el Estado. El Chelo, artista patagónico al que le gusta tanto hacer historietas como trabajar con niños; hacer murales como compartir con amigos la comida, la charla y el buen vino; hacer radio como explorar los pasillos.

Griten… ¡Griten más fuerte!

Sin duda alguna, de toda la obra del Chelo Candia, la más conocida es "Griten". Una historieta de plancha en la que se ve al compañero Jorge Julio López interpelándonos, preguntándonos dónde estamos y en seguida la apelación que crece y desgarra: "¡Griten! ¡No desparezcan!".

La historieta de Julio López surgió de un radioteatro que escribió una vez para un 24 de marzo. "Después hice una historieta en donde está por primera vez la frase "No desaparezcan", explica con seriedad el Chelo y agrega "Es una historieta que no era de López, sino que era de los desaparecidos. Esa historieta está ahí, no la mostré nunca. Bah! no publicada, la habré exhibido en alguna muestra."

El Chelo hace una pausa, paladea el vino y continúa "Griten básicamente lo que tiene es que López te está diciendo a vos que no desaparezcas. Yo me preguntaba: ¿Quién desaparece para el desaparecido? Desaparecemos nosotros para él, más que él para nosotros. O no sé si más, pero en el mismo momento. Desaparece el barrio, la casa, la abuela, los amigos, todo."

Griten impacta al primer golpe de vista, funciona como un cross a la mandíbula. ¡El desparecido nos pide que no desparezcamos!
"La inversión es lo que conmueve, lo que jode en esa historieta." dice el Chelo. "La inversión, es un juego muy característico del humorista. Para hacer chistes el humorista, cuando no se le ocurre nada inteligente, lo que hace es agarrar una escena y darla vuelta. En este caso funciona como la inversión del desaparecido"

Numerosas son las anécdotas que recuerda alrededor de "Griten" Muchísimos son los correos que ha recibido pidiéndole permiso para publicar la historieta o para utilizarla en intervenciones callejeras. "Vamos a hacer una intervención en el obelisco" le explican en un correo al Chelo Candia, "Vamos a ir todos vestidos de determinada forma y vamos a preguntarle a todos ¿Dónde está López? ¿Dónde está López? Y vamos a repartir tu historieta. Yo digo Sí, bárbaro. Saquen fotos o mándenme algo para tener las repercusiones de lo que se está haciendo. Pasaron unos días y no me mandaban nada. Nunca me mandaron nada. Un día me escribe alguien que dice "Yo iba caminando y vinieron unos chicos… está tu correo y te escribo porque me gustó."

El Chelo se entusiasma a medida que evoca, "Otra vez, en un encuentro de muralistas en Mar del Plata, volvíamos de un asado, íbamos todos los muralistas en una combi blanca y miré para el costado en una avenida cerca de la terminal y digo: "¡Pará, pará, están pintando mi historieta!" "¿Qué, qué?" "Unos pibes están pintando mi historieta" "¿Qué? ¿Qué historieta?" "Unos pibes están pintando mi historieta en un mural" "Noo ¿En serio?" Me dice Guillermo "¿Tenemos tiempo?" Y paramos. Bajamos todos. Los pibes empezaron a mirar… imaginate, yo me di cuenta de que quedamos como unos patoteros, entonces juego un poquito con eso y digo "¿Quién está a cargo?" El Chelo pone voz de mílico y se ríe, su relato es casi cinematográfico, "Los pibes están sorprendidos al principio, pero después dijeron "Todos, todos". "¡Acá todos estamos pintado!" Eran pibes de 16, 17 años. . Les digo. "Está bien" y me cagué de risa. "Porque lo que están pintando es una historieta mía". Un chabón dice "¡¿Tuya?! ¿Vos sos el Chelo Candia?" "Sí" Le digo. Ellos no sabían si yo me iba a enojar o no. Yo estaba chocho y les digo "Noo. Todo Bien". Y nos sacamos fotos. En blog están todas las fotos publicadas. Y ahí nomás hice unas pinceladas. Creo que le agregué algo así como "permanezcamos visibles" Porque le empecé a dar una vuelta de rosca al por qué de esa historieta. No es sólo no desaparecer sino permanecer visible en todo sentido. Creo que es lo que hay que hacer: estar visible siempre. No es sólo López, es no desaparecer. En todo. En lo que sea que hagas en tu vida."

De amiga a novia

El romance del Chelo con el arte comenzó desde muy pequeño, aunque en su primera juventud pensaba que iba a estudiar ingeniería electrónica. El Chelo recuerda "quise ser director de cine. Actor primero. Yo creía que las películas del cine las hacían los actores. Yo tendría 5 ó 6 años. Miraba las películas y eran los actores los que me acercaban a la ficción que en ese momento ya me empezaba a gustar. Pero nadie se daba cuenta cuando me preguntaban que quería ser cuando fuera grande, que lo que yo quería no era actuar, sino que quería hacer la película. Hasta que mi hermana se dio cuenta y me dijo "No. Los actores no hacen las películas, los directores son los que las hacen." Ahí empecé a darme cuenta de que lo que yo quería era ser director."

Sus dotes para el dibujo se revelaron tempranamente "En la escuela siempre tenía que ir a dibujar al pizarrón, les hacía las carátulas a mis amigos. Me pasaba lo que a muchos chicos que dibujan a esa edad. En la secundaria seguí dibujando, pero igual estaba en otra. Jugaba al básquet, al fútbol. Vengo de una familia futbolera. Y yo dibujando, pero pensando en ser ingeniero electrónico, me gustaba la física, hice el colegio industrial." Comenta haciendo memoria. "Para mí el dibujo es como una mina. Como una mina hermosa, pero que vos la considerás amiga. Ella está súper enamorada de vos, pero para vos es amiga. ¿Y… yo que hacía? Iba a la escuela, dibujaba. Estaba con mi amiga. Y buscaba otra mina. Por ejemplo, la ingeniería electrónica, pero yo dibujaba todo el tiempo, entendés. Hasta que un día me di cuenta de que la chica que yo creí que era mi amiga, en realidad era mi novia. Ahí me uní a ella y entendí que lo que yo tenía que hacer era dibujar. Pero esto pasó después de la secundaria, o sea que a los 19 años me dije "puta… voy a dibujar".

El Bondi

El bondi es una historieta que el Chelo Candia comenzó en 1995 y la retomó recién en 2010. Cree que tendría que haberla redibujado al estilo de dibujo que hace actualmente, "pero me pareció que como ya había comenzado así, así la seguí. Dibujé de la misma forma como dibujaba en aquellos tiempos, para terminarla. Terminé la historia."

El bondi se publicó todos los lunes en blog www.historietapatagonica.blogspot.com durante 2010. Es una historia continuada, que el Chelo cambiaba de acuerdo con los comentarios que fueron apareciendo en el blog.

"Es un policial donde van pasando constantemente cosas. Se llama el bondi porque la historia acontece en un colectivo." aclara "Es un policial, un suceso que sólo podría pasar en un colectivo del lugar donde yo vivo: "El Alto Valle", es un interurbano que va de pueblo en pueblo en la ruta 22. Una ruta flanqueada por álamos que aparecen en la historia. La historia es bien rionegrina. La policía que actúa ahí es la policía de Río Negro. La gente que viaja es la gente que viaja allá entre pueblos. Lo que pasa es muy inverosímil, no podría pasar allá, pero empecé a delirar con el que pasaría si pasara. Yo viajo mucho en colectivo. No me clavo auriculares ni nada, no leo en los colectivos; así que voy viendo a la gente. Yo siempre digo que si en el colectivo hay un asesinato, alguien muere y necesitan, yo soy el mejor testigo para preguntarle quien iba en ese colectivo. Suelo ver las caras de todos los que van. Sé que viajaste conmigo en el colectivo de las 22.20. Lo sé porque te vi."

Pasillos, bondis y NO lugares

Mucha de la obra del Chelo Candia fue difundida en pasillos. En los pasillos de la facultad, de organizaciones sociales, en las plazas. "Me gustan mucho los pasillos, las calles, la ciudad." recalca, "Me gustan esos caminitos que se forman en las esquinas de baldíos, esas cortaditas que forma la gente pisando." Son pasajes de un lugar a otro, el Chelo los define como No lugares. "Por lo general uno viaja en el colectivo y es un pasaje de un lugar a otro. Es un no lugar. Es decir vos tomás un colectivo para ir a un lugar. A otro lugar, no a ese. Es un no lugar, es un pasillo. El colectivo no es el fin. Y a mí me gusta el proceso. El proceso de pintar un mural. El proceso de llegar a un lugar. No me gusta llegar, sino ir yendo. El colectivo es para mí un lugar, un fin el mismo colectivo. Entonces me empiezo a preguntar. "Ese que está ahí ¿De dónde viene?" "Este que está al lado mío ¿Habrá matado a alguien alguna vez?". "El que está sentado al lado es mío ¿Será un asesino? ¿Es probable?" "¿De dónde viene ese? ¿Adónde va?" En el colectivo formamos una comunidad con los que viajan. Vamos todos juntos a un lugar y de dónde venimos no importa. Adónde vamos no importa. Estamos ahí juntos. Si choca ese colectivo, se nota mucho más esto de la comunidad. Porque ahí algo va a pasarnos juntos. La gente que viene de distintos lugares. Capaz que asesinó. Capaz que es un violador. Capaz que es travesti. Capaz que le gustan los chicos. Capaz que son felices. No sabés. Pero ahí te encontrás y tenés que sobrellevar una situación con alguien que no sabés quién es, pero que en ese momento le pasó lo mismo que a vos en un lugar x. En este caso en un colectivo. En eso voy pensando mientras todos escuchan música o leen, o duermen en el colectivo. Siempre voy pensando, por ejemplo "¿Cuánto avanzaré hacia adelante si el colectivo choca a esta velocidad?". "¿Volaré? ¿Cuántas butacas hacia adelante?". Creo que "El bondi" es la respuesta delirada a todas las preguntas que me hago." Concluye el Chelo.

La historia la cuenta una niña. La niña fabula, miente. Miente o no. Entonces la historia va por un lado y de pronto va por otro porque la niña mintió La historia por momentos se torna grotesca. La idea del autor es que no dejes, que no te despegues de la lectura. La lectura de "El bondi" lleva menos de 30 minutos. En esos 30 minutos se trata de que no la dejes hasta al final.

Fanzines

A la edad de 25 años, el Chelo Candia comenzó a estudiar comunicación social. En 1986 sacó su primera publicación "Un fanzine en el que cortaba y pegaba y hacía periodismo y vendía la publicidad. Se llamaba "El Sistema". "La hice para dibujar, pero ahí me di cuenta de que también me gustaba hacer entrevistas, hacer chistes, escribir con humor, con sátira, con ironía." El Sistema trataba de emular la revista "Humor", pero estaba orientada a la ciudad de Allen. "Le hice una entrevista al intendente y lo dibujé, lo caricaturicé." El chelo se ríe, bebe un poco de vino y busca complicidad con la mirada "Eso fue un boom. Imaginate, Allen era un pueblo chico. Jamás nadie había dibujado a nadie público. El intendente no sabía qué hacer, si reírse o denunciarme. Lo primero que le salió fue la denuncia. El tipo no sabía qué hacer. No le gustó, porque yo me burlé obviamente." Después de eso empezó a dibujar a todos. "Finalmente me escribían y me decían "dibujame a mí". La revista llegó a transformarse en una bandera de los jóvenes. Aun hoy se la recuerda en Allen. Salieron 25 números. Ahí publicaba historietas. El Cabeza de Huevo fue la primera y después estaba El Cabeza de Pico. El Cabeza de Huevo era un huevo, un testículo, con pelitos y patitas y el "Cabeza de Pico, tenía una cabeza como pico de ave. Decían cosas. Protestaban. Era una tira de humor."

Un mural por Fuentealba

Al día siguiente del brutal asesinato del maestro Carlos Fuentealba, el Chelo Candia difundió por correo electrónico una historieta que reproducía lo ocurrido." La mandé por mail, mientras estaba cortado el puente de Neuquén en repudio al asesinato del maestro. Esa historieta es un vómito. Es algo que hice en 10 minutos y lo mandé. Eso explotó en internet. Está Carlos explotándole la cabeza. Es la visión del asesinato."

Para hacer el mural de Fuentealba en San Martín de los Andes, lo convocaron desde la COCAPRE (Comisión Carlos Presente). Cuando lo vio Sandra, la compañera de Carlos, dio un gran suspiro y dijo "¡Fuerte!" " Y sí, es fuerte." dice El Chelo "Ese mural lo pintamos dos veces, porque lo borraron. Para pintarlo se hizo toda una jornada. Fue una maratón de pintura. 24 hs corridas, pasamos la noche ahí. La verdad es que lo terminé bastante apurado. Me acuerdo que estaba terminando la cara de Carlos y venía la marcha. Yo podría terminar al otro día, pero quería terminar cuando llegase la marcha."

Él mural nunca les gustó funcionarios del MPN. Fue hecho en un estacionamiento municipal, o sea que los que estaban en el municipio, lo veían todos los días. Era un mural que se sabía que iba a tener resistencia en algunos sectores, pero lo defendían los artesanos y la gente que estaba en ese lugar

De un día para otro apareció blanqueado. Según el Chelo tiene que ver con el suicidio de la esposa de Sobisch. "Ella siempre dijo que culpaba a todos los docentes de recordarle una y otra vez el asesinato de Carlos Fuentealba.". Cuando se suicidó, algunos sectores empezaron a pensar que el suicidio tenía que ver con la exigencia de justicia por parte de los docentes neuquinos. "Empezaron a romper todos los elementos que había de Carlos en las calles. Algunos cerámicos de Zanón con la cara Carlos aparecieron quebrados al otro día del suicidio. " Y no pasaron muchos días más que apareció blanqueado el mural. "La gente de la COCAPRE saltó. Y dijeron "¿Cómo van a blanquear eso?" aclara el Chelo. "Entonces se empezó a armar una red solidaria, salió en medios, algunos de relevancia nacional que habían blanqueado el mural. Decidimos pintarlo otra vez y hacer una jornada. Y bueno, lo hicimos. En el segundo mural agrego a los blanqueadores. Este quedó mucho mejor para mí, con mucho más color. El primer mural era muy cercano al hecho, entonces creo que salió muy duro. Este es más ameno, más lindo, tiene más color. Lo hicimos con Poblete ya en cana. Puede ser que por eso que uno lo vio de otra forma y salió mejor. Decían repintar el mural y yo digo no. Es otro mural. Pasaron muchas cosas desde que hicimos el primero, por eso es otro mural."

La libretita, Dios, los niños , la militancia

El Chelo Candia ingresó al universo de los murales por los niños. "Estaba trabajando en Roca en la municipalidad, en un taller barrial. Hacíamos con los chicos una revistita que se llamaba "Piojo Viajero". Se llamaba así porque queríamos viajar de cabeza en cabeza por los barrios. Ahí poníamos chistes, juegos gráficos, historietas. Un día decimos "tendríamos que dibujar el piojo en el barrio". Así ellos armaron la idea. Entonces pintamos al piojo viajero, que fue un personaje creado por un chico que se llamaba Jesús. Lo dibujamos en una pared del barrio, saludando el nuevo milenio, es decir que fue en diciembre de 1999. Lo pasamos re bien y ahí me di cuenta de que el mural era algo interesante para lo comunitario. Ahí empecé con el mural comunitario. El mural de autor, el que yo hago, yo solo lo pinto. El comunitario en cambio la imagen es compartida, lo creamos entre todos, lo pintamos entre todos. Es una actividad más social, más comunitaria que un mural de autor."

El Chelo tiene una libreta con poemas, porque aunque no lo confiesa públicamente, el Chelo es un poeta no sólo del dibujo, sino también de la palabra "Para mí son malos" explica refiriéndose a los poemas, "Son para mí. Para mí recuerdo. Tengo uno en que me escribo a mí cuando tenga 20 años. Lo escribí cuando tenía 13. Cuando tuve 20 lo leí y es como establecer conexiones conmigo mismo. Me ayudan mucho, de ayuda memoria también. Esas libretas las tengo, entonces las leo." De esas libretas puede inferir hasta que edad creyó en Dios " Creí en Dios hasta los 16, 17 años. A mí me gustaba la lógica, la física y Dios no resistía la lógica. Me di cuenta que Dios no podía ser. Hasta lo charlé con curas. Cuando me di cuenta que no, creo que ahí empezó la militancia. Si hay Dios está todo bien, pero si no lo hay, entonces tenés que salir a cambiar el mundo."

"Ese no se parece a mí"

El Chelo viaja mucho los fines de semana para hacer murales. "Estuve en Zapala pintando con unos chicos una escuelita rural, me convocó ahí un bar que es una especie de centro cultural. Eso me gusta hace mucho pintar con chicos de otros lugares, charlar con ellos, generar una imagen y después pintarla todos juntos. Me convocan ara hacer murales de tipo solidario, de pedidos de justicia, de marchas. Estuve pintando por Atahualpa en Viedma. Ahora por Daniel Solano en Choele, por Christian González en San Martín de los Andes, el pescador, que pescaba en el lago y lo mataron. Dejo los fines de semana para hacer esas actividades."

En Allen, su ciudad natal, hizo unos murales sobre temas históricos que están muy cuidados. De uno de ellos recuerda una anécdota "está la banda municipal de Allen de los años `30 dibujada. Yo lo saqué de fotos. A los 3 ó 4 vecinos que aparecen tocando adelante los hice parecidos a la foto, pero la segunda fila no, porque estoy representando a la banda municipal. Pasó un gasista pelado. Yo estaba pintando. Y Me dijo: "Aquel, el segundo, no se parece a mí. Y soy yo" "¿Cómo?" le digo "Ese soy yo, el segundo. Atrás del viejo…" y me dijo el apellido, supongamos Martínez "el gordo Martínez. El que está atrás, soy yo. Y nada que ver ¿Eh?", El Chelo se ríe ante el recuerdo, "Martínez, te salió bien, pero yo nada que ver" Encima el viejo ahora está pelado, hecho mierda… y antes tenía pelo. Y me dice "Acá vienen mis nietos, me vienen a visitar y les van a decir ahí está la banda municipal dónde tocaba tu abuelo y me viene a ver y nada que ver. Si yo no era así" Así que lo tuve que borrar delante de él y hacerlo de nuevo. Busqué en mi bolsito la foto de la banda, miro y claro, era él. Se parecía el hijo de puta todavía, pero claro, tenía pelo. Me dijo entonces: "Ve, ve. Si yo conozco la foto esa". Lo tapé y lo hice de nuevo con el viejo mirándome atrás."

Con las patas en la Luna

Así como algunos se juntan una vez a la semana a jugar al fútbol o a las cartas o se juntan para comer un asado entre amigos, los viernes a la noche el Chelo se junta con amigos para hacer radio. "Es un programa de humor, absolutamente delirante, con muchos personajes, mucha ficción. Tocan bandas. Hacemos mucho radioteatro, improvisaciones, móviles truchos" aclara divertido el Chelo. El programa se emite por www.frecuenciasurweb.com.ar. "Muchas veces improvisamos. Mi personaje es el Milonguita, que es un tano que es feliz. Todas cosas muy delirantes." Lo que más le interesa al Chelo de la radio es la posibilidad de hacer ficción." Yo hago ficción en radio en un momento en que hay muy poca ficción en la radio. Hay poco radioteatro, no solamente como estructura con principio y final, sino en el tratamiento de la noticia." .El programa se llama Con la patas en la Luna "porque desconectamos el cable a Tierra y nos ponemos con las patas en la Luna" Concluye.

Rigor Mortis

Antes de "El bondi" el Chelo Candia publicó "Rigor Mortis", se trata de un libro de humor gráfico, con viñetas únicas en algunos casos. Con tiras, con historietas de plancha, con ilustraciones. En cambio "El bondi" es un policial." A mí me gustó más hacer Rigor Mortis porque el libro es variado. Te vas a encontrar con una historieta, una tira, un chiste de viñeta, una ilustración. Lo que une todo es la muerte, la parca personificada en el personaje que más o menos conocemos todos, con su guadaña. Fue para mí, como una especie de investigación acerca de la muerte y mis descubrimientos están ahí, en ese libro. Tenemos varias muertes cada uno. Cada uno tiene su propia muerte, que se le parece y que es una compañera de toda la vida. La muerte no es la jodida. El jodido es otro, el tirano es otro, no la muerte. La muerte es como que es esclava de lo que tiene que hacer: llevarse a la gente, pero el que decide no es la muerte. Ella cumple una función que tiene que ver con la vida, porque si no no existiría la vida."

El libro muestra distintas muertes, incluso hay un momento en que paradójicamente, la muerte se suicida. Está la muerte natural; la muerte súbita en la figura de Baby Boo, "Yo pensé que terminaba el libro y que yo iba a seguir con todos estos personajes, porque me gustó hacerlo." explica el Chelo, " Y lo loco es que no se me ocurrió ningún nuevo chiste sobre la muerte. Capaz que no lo busqué también."

El patio soleado después del locro, el vino que sigue agitándose en las copas y atravesando suavemente los gargueros, mientras la última botella comienza a trasparentar su absoluta desnudez, y la charla, excusa para el locro o viceversa, que debe obligatoriamente terminar y el Chelo que no quiere terminar sin cerrar su explicación sobre la muerte, "Creo que cerré una historia con la muerte. Como que me la saqué de encima. Me saqué la muerte de encima, porque todo este libro surge a partir de una preocupación mía por la muerte. Y sobre todo la muerte de los seres queridos. Cuando lo puse en el libro lo hice con humor, que creo que es la mejor manera de encararle, no a la muerte, sino a la vida. El humor es la mejor forma de encararle a la vida y la muerte forma parte de esa vida. Por eso digo que ahora soy inmortal, no voy a morir más." Así sea. Amén-

 * Publicado por Agencia Rodolfo Walsh

 

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