El teatrillo de Wert

El teatrillo de Wert

Acto I

 Wert al sol, con la reforma nueva,

que por Wert nos quieren imponer.

Wert al sol, delirios de grandeza

tatuados en los genes del pp.

(Estribillo vergonzoso, attaca; da capo)

Aparece en el escenario el protagonista,

simulando salir de un artefacto:

un buen día entró en ella

con su corbata y su traje,

quedose atrapado en ella

tan a gusto que no sale.

Es la máquina del tiempo,

la  ppmáquina extraña

en la que habita el tal Wert,

fascistoide cascarrabias

que en tiempo dictatorial

quiere mantener “su “España,

de regreso y no al futuro

sino al más triste pasado:

Si fuera por mister Wert

Franco habría resucitado.

Como el caballo de Atila,

versión podenco risueño,

Wert ha creado su engendro:

una reforma que siembra

la semilla de la nada

y la educación convierte

en un campo de batalla.

Subido a un monte sagrado

con el dedo bien inhiesto,

con las tablas de la Wert

nos amenaza el sujeto:

Pon un director a dedo

en cada centro de españa,

pero que el dedo sea azul

y rojo, gaviota y gualda.

A los estudiantes malos

perpetuad  la condena,

agrupadlos todos juntos

y reforzad sus carencias,

que en un futuro serán

escoria dócil y eterna.

Meted en la nueva escuela

términos tan pedagógicos

como producto y mercado,

que otra bankia crearemos

con empresitas de amigos

que proveedores haremos.

Y para que nada se escape

de nuestro control pepero

no les dejemos hablar

más que de Lope y Quevedo.

Nada de idiomas extraños,

nada de vasco o gallego

y nada de catalán

(hay que cortarles el vuelo,

son terroristas bastardos

que dicen que la cultura

es no-sé-qué de los pueblos) 

Acto II 

(El público habla, entre los pocos huecos de la WERTMORDAZA. Voz en off, colectiva, sin casi aliento. Molto Mesto) 

Cada día nos preguntamos

si Wert fumará a escondidas

sustancias que no debiera,

porque mira que alucina

con sus brillantes ideas.

Talibán donde los haya,

el plumereo se le Wert,

debajo de su chilaba

y por encima también.

Con un ego tan gigante

como su gran caradura

sueña con hacer de España

de la religión la cuna,

tanto que, a escondidas, dicen

que en el espejo se mira

y repite convencido

“A Josemari y a mí,

el poderoso ha elegido

para emprender la cruzada

contra los mil enemigos

de la raza y la cultura.

A por ellos, no lo dudes

caca fuerzas de flaqueza

o prepara un decretazo.

Tú, decreta, si algo queda…

Saca tus wert mandamientos

y a los pobres y parados

déjalos  siempre en la mierda

para que estén bien callados

(¡no son de la realeza!) 

Mientras, en las escuelas, se escucha una tonadilla procedente de las aulas. Ambiente gélido, calefacciones apagadas porque las Consejerías no dan el dinero con el que pagar a los proveedores de combustible. Ausencia del sonido de la fotocopiadora: no hay papel. Los niños, en la clase de los niños, y las niñas, aisladas para evitar su tendencia a los pensamientos pecaminosos, pasan las hojas del libro de texto unificado (La sagrada biblia, escrito en la cubierta) que se ha extendido a toda españa, vendido por el proveedor oficial (el vaticano). 

“Wert por una Wert,

Wert por dos, también.

te lo digo en castellano,

te lo repito en inglés,

en catalán no podemos

(ya se ha vuelto catawert)

Los catalanes rebeldes

no se han portado muy bien.

Tendremos wertdecretazos

por encima de la ley

hasta que aprendamos todos

a arrodillarnos también.

Wert por una Wert,

Wert por dos, también.

te lo digo en castellano,

te lo repito en inglés,

en catalán no podemos

(ya se ha vuelto catawert) 

Acto final 

(Expressivo, Crescendo)

Troglodita de cartera,

troglodita de carné,

troglodita y muy voceras,

un diplodocus es Wert.

Terrorista del decreto

dictador de la wertley.

¡Poco quedará muy pronto

para que legisle usted!

 

* Publicado en La Mosca Roja

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LQSRemix

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