La clase trabajadora: la mayoría social

La clase trabajadora: la mayoría social

Diego Farpón. LQS. Octubre 2018

Hasta agosto del presente año las muertes por accidente laboral ascienden a 419. La clase trabajadora no sólo existe, sino que muere produciendo

Cada mañana a las ocho entro a trabajar a una fábrica. Una fábrica es un espacio en el que se producen mercancías. La fábrica en la que trabajo está en un polígono industrial. Un polígono industrial es un lugar en el que hay muchas fábricas. Cada una de las fábricas que hay en el polígono industrial produce mercancías. Cientos de personas trabajan en mi fábrica y en las fábricas que hay junto a ella, cientos de mercancías son producidas cada día.

Quienes trabajamos en esas fábricas no poseemos el control de los medios de producción, que son privados. Los medios de producción son aquellos elementos que nos permiten fabricar mercancías: taladros, soldadores, tornos… en el polígono industrial al que voy a trabajar hay cientos de medios de producción que pertenecen a muy poquitas personas. Nosotras, quienes vamos a trabajar, poseemos nuestra fuerza de trabajo. Por eso vamos a las fábricas: alquilamos, cuando podemos, nuestra fuerza de trabajo a las personas que tienen los medios de producción, y fabricamos mercancías para ellas. Estas personas venden en el mercado sus mercancías.

En el Estado español, y en todo el mundo, se producen más mercancías que nunca en la historia. Entonces, ¿cómo es posible que haya imbéciles supremos que son capaces de decir que la clase trabajadora no existe? ¿Acaso no existe el polígono industrial al que acudo a trabajar? ¿No existe la fábrica? ¿Seré yo quien no existe?

Es un hecho que desde las aulas de las universidades esa gentuza que da clases de economía sin saber siquiera qué es la plusvalía, o que da lecciones de política sin saber qué es el estado, o que enseña historia sin saber qué es la lucha de clases, o que imparte filosofía sin saber que de lo que se trata es de transformar el mundo… desde esas aulas es fácil decir cualquier estupidez. Esas aulas no son la realidad, aunque la quieran hacer pasar por ella. Incluso es fácil decir tales sin sentidos fuera de las aulas: esa gentuza, promocionada por la burguesía –que tiene las fábricas en las que la clase trabajadora producimos mercancías y también el control de los medios de comunicación- puede decir cualquier estupidez y creerse incluso teórica. Son imbéciles, loros que piensan que hablan y no hacen más que parlotear y repetir aquello que la ideología dominante les ha inculcado. Confunden su mundo con el mundo, su realidad con la realidad.

En el Estado español el 68% es clase trabajadora, frente a un 28% que es clase media. Es, por lo tanto, la clase dominante -4%- en alianza con la clase media quien construye el relato, quien dice que la clase trabajadora no existe, aunque sea la mayoría. Hasta agosto del presente año las muertes por accidente laboral ascienden a 419. La clase trabajadora no sólo existe, sino que muere produciendo. El siglo XXI, pese al fin de la historia, pese al fin del trabajo y la teórica sociedad del ocio, pese a las ocurrencias de quienes han renunciado a la lucha de clases y a la transformación social, es, como el siglo XIX, un siglo bajo el capitalismo y sus leyes, un siglo de explotación, un siglo en el que la mayoría de la población, se quiera o no, es, objetivamente, clase trabajadora.

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4 thoughts on “La clase trabajadora: la mayoría social

  1. NOSOTROS

    Es indispensable decir las cosas como son a simple vista. Cierto es. También lo es intentar explicar el origen, el motivo de la situación.

    El sector industrial de la economía española ha bajado en los últimos treinta o cuarenta años del 36% al 14 o 15%. Y esto no es algo espontáneo, es debido a la orden que el Poder corporativo supranacional (en manos de los banqueros y financieros propietarios de los llamados bancos centrales o nacionales que, sí, están en manos privadas, empezando por la Reserva Federal de EEUU) le diera al Regimen del 78, creado por ellos, y más concretamente a Felipe González (hoy miembro de la Comisión Trilateral), de desindustrializar España. Naturalmente para hacer a nuestro país dependiente. Y esto no deja de ocurrir con otros muchos, demasiados países que controlan.

    Podemos estar quejándono toda la vida. No obstante, el motivo de que esa situación pueda triunfar no es sólo reponsabilidad de esos malos malísimos, a los que, la verdad sea dicha, dejamos hacer y deshacer a su antojo, ya sea por ignorancia, por desorientación, por miedo o por lo que sea.

    NOSOTROS, integrantes las clases sociales menos favorecidas, hemos de ser conscientes de que habemos y podemos de salir de esa INERCIA (zona de confort) aplicando una buena dosis de AUDACIA.

    Quizá no sea fácil, pero algo habrá que hacer para salir de esta rueda de crisis artificiales, de reducción programada de posibilidades (económicas, profesionales, de educación, etc). E insisto en la palabra PROGRAMADAS.

    NOSOTROS hemos de crear un régimen político en el que el pueblo tenga el control y la dirección del Gobierno y el Estado, y no al revés, como ocurre ahora. Y no hablo ya de comunismos o marxismos, también controlados por esa MAFIA y que nunca han servidos para que el pueblo tuviera el control de la situación, sino más bien al contrario (por supuesto, tampoco lo hago de fascismos y aventuras sui géneris, también financiadas po los mismos (Wall Street, Nazis y La Revolución Bolchevique -https://www.youtube.com/watch?v=RBA2MWag4Xk&t=2136s).

    Naturalmente, el Poder –Corporativo supranacional– se opondrá a ello (además, un hecho tal puede ser viral internacionalmente), pues no van a permitir que les arrebatemos el poder y tienen mecanismos, sibilinos y crueles, para oponerse a ello. Pero mientras NOSOTROS no DESPERTEMOS, digamos NO y pongamos en práctica con valentía y la astucia suficiente como para no dejarnos manipular (como p. ej. en el caso de Ucrania) una acción decidida para tomar el mango de la sartén, sólo nos cabe esperar la destrucción de el mínimo estaus que podamos tener y en concreto de nuestro país… y de otros.

    “La institución que sobra es la nación, dijo un miembro de la familia Rothschild en 1950”. Esta frase lo resume todo. Vivimos una guerra entr la Corporación y la Nación-Estado. Es una agresión de la primera contra la segunda para aniquilarla de la faz de la historia, en la que la Corporación sabe lo que hace, está organizada y no tiene barreras morales ni de ninguna clase, mientras la Nación, NOSOTROS, no tiene una idea formada de lo que está ocurriendo.

    PUES HEMOS DE TOMAR CONSCIENCIA… NOSOTROS.

    ¿Propuestas? Un ejemplo bien pensado y estructurado es la REPÚBLICA CONSTITUCIONAL pensada profundamente por Antonio García-Trevijano quien ya en la Transición quiso hacer una RUPTURA DEMOCRÁTICA y no una reforma del franquismo hacia esta OLIGARQUÍA DE PARTIDOS ademocrática, como realmente se hizo. Por supuesto, se lo quitaron de enmedio, y lo hicieron el PSOE. el Partido Comunista, los franquistas y, finalmente, esa MAFIA CORPORATIVA SUPRANACIONAL para la que los anteriores trabajaban y siguen haciéndolo.

    HEMOS de DESPERTAR y ACTUAR… NOSOTROS

  2. Vale lo de clase trabajadora… pero en las fabricas son una minoría, y gracias al trabajo sindical de estas décadas (CCOO y UGT) además insolidari@s con el resto de sectores.
    Este país trabaja como sirviente, en el sector servicios, la industria y la I+D se la hemos dejado al resto de Europa. En industria trabaja el 13,9% frente a un 75,8% en el sector de servicios, además de un testimonial 4,4% de agricultura y pesca, y otro 5,8% en la construcción… este último nos vuelve a llevar a una nueva burbuja. Los datos son del INE, totalmente abiertos.
    Los peores contratos, precariedades, injusticias y barbaridades varias están en el mundo de las teleoperadoras, mensajerías, hostelería comercio (incluido el sufrimiento del “pequeño”) autónomos obligados… el sector industrial es la lite de la clase trabajadora ¿Enhorabuena!

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