Mariana Alcoforado. Cartas de la monja portuguesa

Mariana Alcoforado. Cartas de la monja portuguesa

Sor Mariana Alcoforado vivió en Portugal entre 1640 y 1723. Las cartas que dejaron su nombre marcado a fuego en la tradición de la literatura epistolar y la literatura erótica fueron escritas, presumiblemente, en 1668. Hoy se sabe que estas cartas, dirigidas al marqués de Chamilly, fueron obra del conde Lavergne de Guilleragues.

“No envidio en absoluto vuestra indiferencia, y hacéis que sienta piedad por vos. Os desafío a que me olvidéis por completo. Me enorgullezco de haberos colocado en una situación en la que no podéis disfrutar, sin mí, más que de placeres imperfectos”

Mariana Alcoforado nació el 22 de abril de 1640 en Beja, localidad del Alentejo portugués. En ese lugar pasó toda su vida, ya que ingresó obligada como monja en el convento de Nuestra Señora de la Concepción a los diez años de edad el 2 de enero de 1651.

“Esperaba que me escribiérais desde todos los lugares por donde pasaras y que vuestras cartas fuesen muy extensas. Que alimentaráis mi pasión con la esperanza de poder volveros a ver, que la entera confianza en vuestra fidelidad me daría algún tiempo de reposo, y que permanecería en un estado soportable, sin sufrir este dolor extremo…”

Según se cuenta y de manera presunta, Mariana se enamoró de un militar francés, el capitán Bouton, cuando el ejército galo llegó a Beja. Tal militar era Noel Bouton, conde de St. Leger y marqués de Chamilly, quien vivió unas noches apasionadas en la celda de la monja portuguesa antes de regresar a Francia y renunciar a proseguir su relación.

“Lamento, sólo por vuestro amor, todos los placeres infinitos que habéis perdido: ¿es posible que no los quisiérais gozar? ¡Ah! Si los conociérais sin duda veríais que son mucho más intensos que lo que os produce mantenerme engañada y comprenderíais que uno es mucho más feliz, que siente algo mucho más fuerte, cuando ama de manera violenta que cuando es amado…”

Aquellas madrugadas de pasión ocasionaron tras la despedida las “Cartas Portuguesas” o “Cartas De Amor De La Monja Portuguesa” (1669), textos de amor que fueron publicados de manera anónima en la ciudad de París.

Mariana, que llegó a ser abadesa del convento, falleció en el 8 de junio de 1723. Tenía 83 años.

“¡Pobre de mí!. Como lamento no poder compartir con vos mis dolores, y tener que sufrir completamente sola y desgraciada. Este pensamiento me mata, y me muero de pensar que jamás haya sido extremadamente sensible a nuestros placeres…”

Pocas veces en literatura se ha plasmado con tanta belleza y arrebato el sentir amoroso. Las ilustraciones del gran Milo Manara amplifican hasta el éxtasis los deseos de la legendaria monja portuguesa.

“¿Qué será de mí? ¿Qué queréis que yo haga? ¡Qué lejos estoy de todo lo que había imaginado!”

Traducción de Enrique Badosa y epilogo de Rainer María Rilke. ISBN: 978-84-940336-8-1.  Editado en “Libros del Zorro Rojo”.

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