Militares, aristócratas, contra la legalidad republicana

Militares, aristócratas, contra la legalidad republicana

memo104Cristina Calandre Hoenigsfeld. LQSomos. Julio 2015

La Academia General Militar recibe la “Corbata de la Orden de Alfonso X el Sabio”, galardón franquista y contra la legalidad republicana.

Se estrena el nuevo ministro de Educación, Cultura y Deportes, el aristócrata, y de familia franquista, Íñigo Méndez de Vigo, entregando la “Corbata de la Orden de Alfonso X el Sabio” a la Bandera de la Academia General Militar, en Zaragoza, el pasado 9 de Julio del 2015. Junto a él, otro ministro aristócrata, Pedro Morenés, emparentado con su mujer.

Como ya he explicado en otros artículos, ese galardón de la “Orden de Alfonso X el Sabio”, es franquista y va contra la legalidad de la Constitución republicana de 1931.

El ministro de Educación que la creó el 16-4-39, Pedro Sáinz Rodríguez, fue el mismo que participó en el golpe franquista del 18 de Julio de 1936 contra la II República y también el que firmó el decreto ilegal disolviendo a la Junta Para Ampliación de Estudios, el 19 de mayo de 1938, cuando científicos, como mi abuelo , el Dr. Luis Calandre Ibáñez, seguían activos en dicha JAE, en las ciudades republicanas de Madrid, Valencia y Barcelona, bajo la legalidad de la Constitución republicana.

La Academia General Militar, creada en 1927, tuvo al dictador Francisco Franco como su director, hasta que fue disuelta por la II República, (dentro de la reforma militar) por un decreto del Ministerio de la Guerra, de julio de 1931, Ministro Manuel Azaña:
Articulo 1.- “Queda suprimida la Academia Militar General…”
Artículo 3- “El General Director… pasará a disponible forzosos…”

Al poco tiempo de ganar la guerra, por Ley de 27 de septiembre de 1940, el entonces Jefe del Estado y su antiguo director, Francisco Franco, ordena la apertura de la Academia.

Que se le dé ahora a esa Academia la “Corbata”, por dos ministros del PP, el de Educación y el de Defensa, puede que vaya contra la Ley de la Memoria Histórica, de diciembre del 2007, que dice que: “no se debe ensalzar los símbolos del franquismo y exaltación del 18 de Julio.”

De lo que sí que estoy absolutamente segura es que va contra la legalidad republicana esa “Orden”. Alguna Comisión del Congreso de los Diputados, debería preguntárselo al Gobierno.

Se han unido en este acto ilegal, aristócratas, franquistas y militares, en defensa de la monarquía del 18 de julio y la Bandera, pero no les va a servir de nada, pues es ya inminente la retirada de 130 nombres de las calles de Madrid, entre ellos, muchos militares (Almirante Francisco Moreno, General Cabanillas, Comandante Zorita, General Mola, General Millán Astray, General Aranda, General Dávila, General Hierro, General Kirkpatrik, General Fanjul, General Yagüe, General Moscardó, Capitán Haya, Caudillo, García Morato, etc.) aristócratas y grandes de España (Conde de Mayalde, Marqués de Alborán, Conde de Casal, Conde de Vallellano, que fue el que delató a mi abuelo, etc.), religiosos (Cardenal Herrera Oria, padre Oltra, etc.), médicos (Vallejo Nájera, Gómez Ulla, Mediavilla, etc.) y otros muchos, que va a llevar a cabo el Ayuntamiento de Madrid con la republicana, la jueza Manuela Carmena a la cabeza, en aplicación de la Ley de la Memoria Histórica, de diciembre del 2007, que los anteriores alcaldes franquistas, Alberto Ruiz Gallardón y Ana Botella, se negaron a aplicarla.

Todo esto del callejero comenzó con otro franquista y monárquico, el ya citado y Ministro de Educación Nacional, Pedro Sáinz Rodríguez el que, desde Vitoria, publicó en el BOE de 27 de febrero de 1938, una orden con intención de dar normas para los nombres a las calles:
“se crea la Comisión de Estilo en las Conmemoraciones de la Patria formada por Académicos del Instituto de España, donde radicara su sede…”

Recordemos, que ese Instituto de España, institución franquista, creada en 1937 desde Burgos, luego recibió al patrimonio de la disuelta JAE y posteriormente, en noviembre de 1939, se traspasó al recién creado CSIC dicho patrimonio. Todo absolutamente ilegal, incluida esa orden sobre las calles.

Un poco después, el antisemita y fascista ministro Ramón Serrano Suñer, en el BOE de 14 de abril del 1938, ampliaba disposiciones sobre estos nombres de las calles, desde su puesto como ministro de Gobernación.

Espero que una de esas calles a las que pondrán nuevos nombres de vecinos ilustres de Madrid, sea el de mi abuelo, el Dr. Luis Calandre Ibáñez, director del Hospital de Carabineros situado en la Residencia de Estudiantes durante la Guerra de España, y subdelegado de la republicana Junta para Ampliación de Estudios. A pesar del decreto del ministro franquista Pedro Sainz Rodríguez, del 19 de mayo de 1938, firmado por Franco, que desde Burgos quiso liquidarla, tal era su odio contra la Institución Libre de Enseñanza (ILE), a la que pertenecían la mayoría de sus científicos, como Calandre.

El nuevo callejero de Madrid, debería rendir, y pronto, homenaje a tantas personalidades, olvidadas intencionadamente, que hicieron de la Defensa de Madrid, junto al pueblo, un ejemplo de resistencia al fascismo.

Notas:
B.O.E. 27 diciembre 2014
El ministro de Educación, Cultura y Deporte impone la Corbata de la Orden de Alfonso X el Sabio a la Bandera de la Academia General Militar
La pervivencia del franquismo en el callejero madrileño

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