Poemas en desorden

Poemas en desorden

Vari@s autor@s. LQSomos. Febrero 2015

poesia140La guerra

Todos, alguna vez, volvemos de una guerra.
La guerra en la que se convierte el amor,
la guerra en la que se transforma la vida,
la guerra con sus mil caras violentas o de desidia.

Volver de cada una de estas batallas,
regresar a la casa derruida,
remendar los andrajos cuando te sientes derrotado,
cuando el dolor está bien clavado, es amargo.
No merecemos tanto disparo a bocajarro.

Vivimos a la intemperie
y caen la pólvora y el fuego
como cae la lluvia,
sin permiso.

Todos, alguna vez,
volvemos de una guerra,
la guerra del amor,
la de la vida,
la de las mis caras violentas o de desidia,
pero no morimos,
sólo van quedando pedazos
de corazón en el camino.

Silvia Delgado Fuentes

.-.-.-.-.-.

Lumpen (De poetas y similares)

Me lo dijo un dan
dy de greñas y pies descalzos:
aquí, por la palabra
directo al lumpen.

Eso fue después de darme la suya
un libro andrajoso de otro greñudo
(gallego como él, pero éste de Ma
drid y barba larguísima)
y justo antes de irse
recitando en voz alta
los nombres de los paseos del parque,
Ecuadorhonduras, Perú y Guatemala,
Uru
guay
y Venezuela, Argentina, etcétera,
países americanos.

Otros se van al Norte de los hielos,
a escribir poemas al Norte de los hielos
como he leído en el periódico de hoy.

Hay que joderse, amigo
todos nos vamos
y yo también me fui porque total
mis botas no son menos lumpen que tus pies,
poetas y similares.

Jesús Gómez Gutiérrez

.-.-.-.-.-.

Rozavillones

Que comen a expensas de otros
Sujetos licenciosos
Envanecidos, engreídos
Presuntuosos por los votos
Demócratas desbaratados
En las costumbres y modo de vida
Por lo regalado y zángano
De sus políticas
De vida regalada y sensual
Como la de “tocome las pelotas
Y dinero gano”
Vistosos, ufanos
Montados en sus roznos
Borricos pequeños
Roznan, Rebuznan de modo claro
Preciso y terminante
Paseando la relajación
Corrupción y desarreglo
Desmontando y rompiendo
Las tierras cultivadas
Para convertirlas en eriales
Cual royas y honguillos
Hongazos parásitos
Que atacan los cereales
Y otras plantas
Viéndoles que, ahora
Dejados los putiferios
Y putas variadas
Vendrán a follar contra la rozadura
O herida en los pinos royos
En sifué o sobrecincha
Que va sobre la primera cincha
Por encima del aparejo
Contrahechos de piernas
Por tenerlas juntas por las rodillas
Y separadas por abajo
Cual pavos representados
En su escudo heráldico
Con la cola abierta
Y el sol en mediodía
Cuando aprieta más el calor
Dándoles en el sieso
Extremidad inferior del recto
Viéndoles y riéndoles Zaida
Esa ave zancuda
Parecida a la grulla
Que les hace escolta
Y repite con los grajos
Al mismo tiempo
La siesta o música que se canta o toca
Por la tarde en las iglesias
Rozando con sus mordazas
O esposas bíblicofascistas
Las tierras limpias de ratas
Que, ahora, ellos traen en alforjas
Y que comienzan a rodar
Y resbalar unas sobre otras
Como en el bipartidismo
Donde cortan como los Asnos
Con los dientes la hierva
De sus programas inútiles
Tropezándose o hiriéndose sus pies
Unos con otros
Embarazándose al Rebuznar
Pronunciando mal las roznas palabras
Que forman con los dientes
Rebuznando.

Daniel de Cullá
.-.-.-.-.-.

Aquel Puente

Lo supimos en aquel puente.
Recuerdo el aire helado
y las luces de los coches
circulando bajo nosotros.
Recuerdo tu pelo rubio ceniza
agitado por el viento,
como un campo de heno en agosto,
y la luna temblando en tus pupilas.
Te miré, fotografiando tu rostro,
bebiéndome tus rasgos,
para evitar que el tiempo
te borrase de mi mente.
No dijiste nada.
Te quedaste quieto,
posando ante mi memoria,
y respiraste muy profundo.
Lo supimos en ese instante:
Que todo debía pararse
para nosotros.
Que el tiempo debía detenerse,
como en un cuadro de Hopper,
para permitirnos vivir eternamente
en aquella noche,
en aquel puente.
Pero no lo hizo.
No lo hizo.
No lo hizo.

Javier Nix Calderón

.-.-.-.-.-.

Canción para vagabundos
(que compuso Juancito Caminador)

Salud a la cofradía
trotacalle y trotamundo.
Todo nos falta en el mundo,
todo menos la alegría.

Y viva la santa unión
de sin-ropas y sin-tierras.
Todo nos falta en la tierra.
Todo menos la ilusión.

Corto sueño y larga andanza
en constante despedida.
Todo nos falta en la vida.
Todo menos la esperanza.

Amigos de las botellas
pero poco del trabajo.
Todo nos falta aquí abajo.
Todo, menos las estrellas.

Inofensiva locura,
sin razón de vagabundo.
Todo nos falta en el mundo.
Todo, menos sepultura.

Prosigamos, si Dios quiere,
nuestro camino sin Dios,
pues siempre se dice adiós,
y una sola vez se muere.

Raul González Tuñon

.-.-.-.-.-.

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Mónica Oporto

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