Pretextos para las violencias

Pretextos para las violencias

Entonces ¿a qué jugamos? Dejamos que los medios de comunicación de los bancos, en plena sintonía gubernamental y con miedo a que se desmorone el tinglado bipartidista, suelten toda su baba propagandística y logren que la pastueña “mayoría silenciosa” no hable más que de los violentos del 22-M y sus víctimas policiales. En cuanto a los lesionados manifestantes se les considera poco más o menos que víctimas colaterales, y tienen lo cuyo por haber estado allí. Los grandes medios de comunicación (de independencia secuestrada) siguen insistiendo en la palabra fetiche “violencia”, en un claro intento de que se olvide el impacto y significado de las “Marchas por la Dignidad”.

No soy partidario de la violencia adosada de quienes se introducen encapuchados en marchas ajenas, cuyo propósito en principio es pacífico. El que tenga que decir las cosas de otra manera, que dé la cara y se enfrente al gobierno con sus fuerzas y sus argumentos. Así se acabaría el género de los infiltrados provocadores, habitualmente agentes de los poderes represivos del estado o simples amantes del barullo que acuden como moscas a la mierda para desfogarse. Algo de esto decímanos ayer en “Anatomía de la falsedad”.

No es tiempo de violencias tácticas cuando no se han agotado otros cauces, todavía. Pero tampoco soy partidario de que el monopolio de la violencia lo tenga el estado. Ni de que seamos acólitos perpetuos del palo y la zanahoria.

Pero visto en gran angular el atasco institucional de España, y con la mano en el corazón, con todo y cuanto nos está cayendo encima a los ciudadanos y que se vio escrito en las pancartas del 22-M: (paro bestial, muerte en los hospitales, recortes incesantes, despilfarro, corrupción generalizada e impune, abusos de poder cotidianos, mentiras insultantes y graves, neppotismos contumaces, etcétera). ¿Puede extrañar que haya respuestas de violencia en la calle, frente al rayo que no cesa de la injusticia exagerada y permanente de los despachos capitalistas y los ministerios? Esa es la pregunta que está en el aire.

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LQSRemix

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