RSPO: La farsa del aceite de palma sostenible

RSPO: La farsa del aceite de palma sostenible

Certificaciones, negocios y lavado de imagen para empresarios palmeros.

Del 6 al 8 de agosto, en San Pedro Sula sesiona la cuarta Conferencia Latinoamericana de la Mesa Redonda del Aceite de Palma Sostenible (RSPO, por sus siglas en inglés). Organizada por una extraña mezcla de nombres y siglas que reúne instituciones públicas, grandes productores palmeros, ONG y hasta organizaciones ecologistas y del comercio justo, la conferencia pretende demostrar que sí es posible producir el aceite de forma sostenible.

Para Gilberto Ríos y Alba Ochoa, de FIAN Honduras,  lo que se está llevando a cabo no es más que una farsa, cuyos objetivos reales tienen muy poco que ver con la sostenibilidad y la responsabilidad, y aún menos con la defensa del medio ambiente, los derechos humanos y la soberanía alimentaria.

-La RSPO llega al país para promover la sostenibilidad del aceite de palma africana. ¿Cuál es la posición de FIAN Honduras?
-Gilberto Ríos: En principio, un monocultivo no puede ser sostenible. Cualquier plantación de ese tipo ocasionará daños ambientales y sociales, y eso es lo que ha ocurrido en Honduras con la palma africana.

Han ocupado las mejores tierras, los suelos de más alta calidad  y los valles más fértiles del país, generando un sinnúmero de problemas que tienen que ver, entre otros, con la pérdida de territorios, violación de los derechos humanos, daños ambientales, pérdida de soberanía alimentaria.

La producción de palma sostenible
y la insostenibilidad del sentido común

-¿Cuáles serían, entonces, los propósitos reales de esta conferencia?
-GR: Son propósitos puramente comerciales. La conferencia no es más que una herramienta para mercadear mejor la palma africana, justificando ambiental y socialmente su producción.

De esa manera, se pretende esconder sus efectos devastadores, lavándoles la cara a los grandes productores que comercializan el aceite a nivel internacional, e inventando beneficios que no existen.

-¿Qué tipo de beneficios?
-GR: En una investigación sobre los impactos de las políticas públicas en el derecho a la alimentación en Honduras demostramos que no es cierto que la producción de palma africana genera mucho empleo, ni que sea muy significativa su participación en el Producto Interno Bruto (PIB).

En 2011, por ejemplo, se sembraron 132 mil hectáreas de palma africana y contribuyó al PIB en apenas el 4.86 por ciento, una cantidad muy baja si se relaciona con los recursos que absorbe.

Lo que busca la RSPO, entonces, es promover aún más la expansión de la producción de palma, lo cual generaría una reducción drástica del área que puede ser utilizada para el cultivo de alimentos.

En este sentido, nos preocupa mucho ver que, entre los organizadores, no sólo están los grandes empresarios, como Miguel Facussé y René Morales, sino organizaciones ecologistas y del comercio justo como WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) y Solidaridad Network.

No cabe duda de que hay una fuerte presión de las grandes transnacionales, sobre todo en cuanto se refiere a la producción de agrodiesel para su exportación hacia Europa y Estados Unidos.

-Tampoco se habla de derechos humanos.
-Alba Ochoa: Ni siquiera se menciona el impacto social y humano que ha tenido el conflicto agrario del Bajo Aguán, que precisamente tiene su raíz en la expansión de la palma africana, la inequidad de la distribución de la tierra y del recurso financiero, y que ha dejado un saldo de decenas de campesinos asesinados.

Lamentablemente, el tipo de relaciones sociales y de producción que se establecen entre el monocultivo de palma y las comunidades que están asentadas en estos territorios seguirá generando violencia y represión.

-RSPO llega también para promocionar su certificación.
-AO: La conferencia también tiene el propósito de promover la certificación RSPO y adaptarla a los condiciones del país. De esa manera, se avala el gran negocio de la comercialización del producto y se dejan demasiados problemas sin resolver, tal como ya ocurrió en Colombia y en otros países.

En este contexto, las normas son torcidas y adecuadas para ajustarse a los intereses de unos pocos empresarios, que siguen beneficiándose de los recursos y financiamiento del Estado. La certificación RSPO sirve para seguir justificando ese apoyo.

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* Rel-UITA

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