Sí a los recortes

Sí a los recortes

econo192El Financiero de El Garaje. LQSomos. Abril 2016

Acabamos de conocer que el déficit oficial del estado español ha superado en 2015 el 5% del PIB. Eso, con un PIB en supuesto crecimiento (incluyendo partidas como prostitución y tráfico de drogas), con tipos de interés muy bajos, y sin contar con las “ayudas” a los bancos.

Es decir que con un PIB de, redondeando, un billón de euros, el Estado (incluyendo gobiernos autonómicos, que también son estado) ha gastado el año pasado 50 mil millones más de lo que ha ingresado.

Insostenible. Son 50 mil millones más (financiados con deuda) que vienen a sumarse al billón (también redondeando) de deuda acumulada. Por eso se dice que la deuda estatal alcanza (sobrepasa en realidad) el 100% del PIB.

Lo hemos dicho aquí en un artículo: “¡Ay! Errejón” que molestó a algunas personas, cuando Errejón ya estaba empezando a enseñar la patita.

Pero en realidad lo venimos diciendo (junto con otras muchas personas) desde hace mucho tiempo: Hay que reducir gastos. O los reducimos por las buenas (nosotros) o nos va a venir impuesto desde fuera (organismos internacionales y mercados que criticamos, pero a los que seguimos pidiendo más y más crédito).

Así que sí a los recortes.

La diferencia es que si los hacemos nosotros podremos elegir en qué recortar y si no, si nos vienen impuestos, entonces en lo que se va a recortar es en gastos sociales.

Hay que acabar con una estructura del Estado insostenible. Ayuntamientos, Diputaciones, Autonomías, televisiones, empresas públicas… etc., etc. A esos recortes nos referimos. Por supuesto que no hay que recortar en sanidad, dependencia o educación. El ahorro está en otro lado. El problema fundamental no es de ingresos, a pesar de lo que diga Mónica Oltra, aunque por supuesto se podría recaudar más si se quisiese luchar de verdad contra el fraude fiscal y la corrupción. El problema principal es de gastos. Por eso no vale proponer seguir gastando lo mismo (o más) y eso sí, aumentar los impuestos (que al final no recaen sobre “los ricos” sino sobre las clases medias y trabajadoras).

Pero vean la que se ha liado con la propuesta de Ciudadanos de acabar con las diputaciones. Para una medida positiva que proponen, todo el mundo se les echa encima.

Ocurre que en el Reino de España, aproximadamente un tercio de la población lo está pasando muy mal, otro tercio vive muy bien, y el tercio restante navega como puede en aguas precarias pero relativamente tibias.

Y es que hay muchos intereses creados y nadie quiere que se recorte “en lo suyo”.

Los intereses creados son de tal magnitud que, francamente, no creemos que se vayan a tomar medidas en el sentido que proponemos. Lo más probable, como la experiencia histórica sugiere, es que este sistema, incapaz de reformarse, acabe implosionando.

El que la economía mundial esté al final de un superciclo de crédito, que comenzó el 20 de octubre de 1987, al día siguiente de un importante crash bursátil, no va a ser ajeno a lo que ocurra en el Reino de España.

Desde 1987, los bancos Centrales han venido inyectando más y más dinero como respuesta a las crisis que, cada vez más globales, se venían sucediendo. Así, la deuda global supera los 200 billones de dólares. Mantenemos el tinglado hipotecando a las generaciones futuras.

Estamos llegando al final. Los bancos centrales no dan más de sí. Estamos en tipos de interés nulos (o incluso negativos) y sus medidas cada vez tienen menos repercusiones en la economía real.

Así que, seguramente, lo que vamos a tener es una implosión dentro de una crisis financiera global. Y a nosotros nos va a pillar pensando no sólo en mantener gastos superfluos, sino en gastar más.

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LQSomos

2 thoughts on “Sí a los recortes

  1. Estoy de acuerdo en reducir los gastos superfluos que aquí se indican, añadiría alguno mas como el de la Monarquía, la Iglesia Católica, y los Gastos Militares.
    Estoy de acuerdo en que hay que bajar los impuestos a los asalariados.
    Y ademas creo que hay que socializar y democratizar los beneficios.
    De otra forma NO HAY SALIDA.

    1. Yo también, de acuerdo. Pero suena a utopías!!! Me parece muy difícil lo de “democratizar los beneficios”, esto es capitalismo puro y duro. Imposible sin cambios políticos muy profundos

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