“Silenci… plantem cara” a los grupos parlamentarios y miembros del Govern

“Silenci… plantem cara” a los grupos parlamentarios y miembros del Govern

Por Agencia Mp3*. LQSomos.
Traducido por Leticia Palacios

Nosotros, dueños de nuestros “silencios”
Vosotros, esclavos de vuestras “mentiras”

Después de seis meses de acción frente al Parlament y de observaros detenidamente, y con la única intención de una regeneración democrática de nuestras instituciones y de intentar mejorar su funcionamiento y su transparencia, nos permitimos, a la hora de deciros adiós, humildemente, hacer llegar a todas las diputadas, diputados y miembros del Govern, los motivos y las propuestas para hacerlo posible según nuestro entender.

Ser diputada o diputado en el Parlament de Catalunya no es cualquier cosa, significa haber sido elegido democráticamente por los electores como uno de sus representantes. Los 135 diputados, una vez elegidos, no representan a su partido sino que, tal como se desprende del artículo 4, párrafo 3, del reglamento del Parlament: los diputados, son representantes del pueblo catalán y, tal como se dice en la misma página de inicio del Parlament de Catalunya, en el apartado que se refiere a los Diputados, https://www.parlament.cat/pcat/parlament/els-diputats-del-parlament representáis a todo el pueblo y no solo al electorado que os ha votado. Consideramos que eso tendría que ser un motivo de orgullo para todos y cada uno de vosotros.

Además de la función representativa a la que nos hemos referido, en la práctica de otra de vuestras funciones principales, la legislativa, lamentablemente, el hecho de mantener la obligación de “la obediencia de partido”, ordenando entre otras cosas el sentido del voto a los diputados y diputadas, no significa solo menospreciaros y denigraros al nivel más bajo, cuando expresa y públicamente, el o la portavoz de vuestro partido os ordena el sentido del voto, señalando con uno, dos o tres dedos la obligación de votar sí, votar no o absteneros, sino que se trata de una humillación que pone de manifiesto que el criterio de cada uno de vosotros, diputados y diputadas, a la hora del debate y de los acuerdos legislativos, es absolutamente irrelevante y vuestra presencia personal del todo innecesaria, porque tiene únicamente una importancia cuantitativa, como aquel gran accionista que se presenta en la asamblea general de accionistas, llevando bajo el brazo su fajo de acciones para hacerlas valer a la hora de las votaciones o de la toma de decisiones. De esta manera, se os trata a vosotros, diputados y diputadas, no como sujetos, sino exclusivamente como meros objetos en manos del partido, concretamente como si fuéseis de su propiedad, o sea una de las 135 acciones (escaños o diputados) de las que se compone el Pleno del Parlament o “Parlament de Catalunya S.A.”, representando casi todos vosotros, consecuentemente, una innecesaria carga económica para los ciudadanos. Es triste que esta sea la realidad cuando esa función legislativa es la que debería, a través de propuestas legislativas, debates parlamentarios, acuerdos y votaciones, determinar, reconocer y garantizar unos u otros derechos y libertades a los ciudadanos, cuáles son sus prioridades respecto de las diferentes necesidades e intereses de la comunidad (enseñanza, salud, seguridad, trabajo, economía…), así como el tipo de distribución o redistribución de nuestros recursos económicos y con todo ello configurar el tipo de sociedad en la que queremos vivir.

Finalmente, la tercera de vuestras funciones es la fiscalizadora, función que tiene que permitir a los diputados y diputadas controlar al Govern para evitar que se produzca cualquier desviación por parte de este, respecto de la ejecución de las diferentes prioridades de la ciudadanía, las cuales ya deberían haber quedado reflejadas en los respectivos programas de partido y, sobre todo, en las respectivas leyes y reglamentos aprobadas en el pleno del Parlament.

Saber las necesidades y preocupaciones de vuestros representados, se hace del todo necesario. Solo así, siendo conocedores de los intereses, criterios y voluntades de los electores, podréis articular un programa electoral que defienda y se posicione a favor de las diferentes sensibilidades de los ciudadanos y que sea fiel a su mandato, al mandato del Pueblo. De lo contrario, no podréis ejercer fielmente ni correctamente las tres principales funciones a las que nos hemos referido y que tenéis encomendadas.

No obstante todo lo que hemos dicho, desde las primeras elecciones de la democracia hemos podido comprobar como, muy sutilmente, habéis ido cambiando los papeles y los partidos políticos, poco a poco, nos habéis ido haciendo creer que de lo que se trata realmente es de que seamos nosotros quienes os defendamos y nos posicionemos a favor de vuestros intereses y propuestas de partido y que lo verdaderamente importante no es que los representantes defendáis fielmente el mandato del Pueblo, sino, por el contrario, que nosotros, los representados, nos posicionemos a vuestro favor y os defendamos a vosotros, nuestros representantes, y a vuestros respectivos partidos. Y eso cuando, desgraciadamente, cada vez se está poniendo más de manifiesto, que vuestros intereses no son otros que enriqueceros y perpetuaros como unos vividores de la política, hasta el extremo de que no son una excepción los que, prácticamente o exclusivamente, no tienen más vida laboral que la que ha ido ligada al partido, practicando si es necesario el transfuguismo, sin ningún tipo de vergüenza, para así perpetuar su (vuestra) situación de privilegio.

Estas son vuestras miserias y las de vuestros partidos “políticos”, pseudoempresas o lobbies, formados por personas con buenas espaldas y bolsillos bien llenos, “unos vividores”, vaya, como ya hemos dicho antes y como os llamamos desde nuestro colectivo, hace pocas semanas, en el mismo centro de vuestro “sagrado” hemiciclo. Por ello nos permitimos afirmar reivindicaciones como la de “si los diputados no sois fieles al mandato del pueblo, tampoco sois dignos de representarnos” y en consecuencia no os queda más remedio que dimitir o incluso ser destituidos en aquellos casos de flagrante incumplimiento de vuestras funciones o de vuestro propio programa electoral.

Otra de nuestras reivindicaciones, ligada a las cuestiones a las que nos hemos estado refiriendo, es la de que “el Pueblo no os podemos dar nunca la palabra a ningún representante de la ciudadanía, sea presidenta, consellera o diputada, para ninguna falsa mesa de diálogo” especialmente cuando, engañando a vuestros electores, pretendéis hacernos creer irrealidades o posibilidades inverosímiles, como la de una fantasmagórica mesa de diálogo en la cual se prohibe hablar precisamente de la razón por la que se ha creado: la amnistía y la autodeterminación.

Con mucha tristeza y a veces con desesperación hemos observado, y lamentablemente seguro que seguiremos observando, las reiteradas complicidades de los miembros del Govern con el Gobierno español, por muchos Catalan Gates que aparezcan, y ello, entre otras razones, muy probablemente para conseguir unos inaceptables indultos, que comportan la aceptación de la culpa y la petición de perdón y que, además, solo se refieren a unos cuantos de los vuestros, mientras continúan abiertos miles de expedientes, imputaciones, instrucciones y procedimientos que confirman la continuidad de la represión contra el movimiento independentista. También hemos observado vuestra tendencia a volver al autonomismo con la renuncia expresa a la independencia de nuestro pais o, en el mejor de los casos, a la posposición de una república Catalana independiente de aquí a treinta o cincuenta años (con todo esto aún os atrevéis a llamaros independentistas). No habéis entendido aún que al Pueblo, como decía Ovidi, “ya no nos alimentan las migajas, queremos el pan entero”. Con la ausencia total de transparencia en vuestra actuación de gobierno, vuestros pactos y vuestras manipulaciones y engaños, para intentar hacer ver lo blanco negro a la ciudadanía, solo pretendéis que no os veamos, a toda la clase política, recoger miserablemente las migajas que os tira al suelo el Estado español , y poder así continuar con la perpetuación de vuestros privilegios.

Después de la nula interacción y empatía con vuestros representados, después de la escuálida actividad parlamentaria que, aparte de la asistencia a alguna comisión, no llega, de media, ni a un día de jornada laboral completa a la semana, como hemos podido observar durante los seis meses que hemos estado frente a las puertas del Parlament de Catalunya (y por si todavía fuera poco, algunos políticos no asisten a todos los plenos o se marchan antes de tiempo para ir a actos como representantes de sus partidos); después de observar cómo incumplís sistemáticamente los deberes propios de los miembros del Parlament, como son los de “comportarse con cortesía y respetar […] las normas de orden y disciplina establecidas en el Parlament” o el de “Abstenerse de hacer valer la condición (vuestra) en beneficio de actividades comerciales, profesionales o privadas” o el de “Declarar las actividades que ejercéis y los bienes que poseéis”; y después de saber cómo os embolsáis, por diferentes conceptos, vosotros y vuestros funcionarios unas cantidades de escándalo de nuestro dinero, incluso sin tener que ir a trabajar, nos preguntamos si, más que señores y señoras disputadas, Honorables consellers y conselleres y Muy Honorables presidentes y presidentas, lo que sois y ante lo que nos encontramos en realidad, es ante señores y señoras aprovechadas, corruptos consellers y conselleres y muy corruptos presidentes y presidentas.

Finalmente, queremos referirnos al modelo policial de nuestro país y a la realidad del cuerpo de Mossos d’Esquadra. Es necesario un grito unánime de “Basta de criminalidad policial”, ni por acción ni por omisión, incluidos mandos, subinspectores, inspectores, inspectores jefes, directores generales, consellers y presidentes, cuando teniendo conocimiento de actuaciones criminales de sus subordinados, no impiden los delitos, ni los denuncian a las autoridades judiciales, ni auxilian a las víctimas. Pudiendo llegar incluso, en determinados casos, a encubrir a los culpables y dificultar las actuaciones judiciales para esclarecer los hechos.
Exigimos una policía mentalmente equilibrada, protectora y pacificadora y os urgimos a disolver inmediatamente la BRIMO y la ARRO, unidades que, en la práctica, ha quedado demostrado que, en vez de dar protección y seguridad a la ciudadanía, por el contrario y por desgracia solo sirven para reprimir los derechos y las libertades de los ciudadanos y hacer sentir insegura a la ciudadanía con su sola presencia. Se necesita, de forma urgente, una escuela de policía que vaya más allá que la que hemos tenido hasta ahora, que no ha hecho más que demostrar su inoperancia. Una escuela de policía que prepare a los aspirantes que quieran llevar a cabo esta importante tarea, para ser especialmente respetuosos, protectores y cercanos a los ciudadanos, para tener una actitud pacificadora ante cualquier conflicto que tengan que resolver y para que sean capaces de interiorizar los derechos y libertades de la ciudadanía de tal manera que no se produzca la conculcación sistemática de estos derechos y libertades como hasta ahora.

También queremos insistir en la obligación del policía de desobedecer a su superior, o lo que es lo mismo la no obligación de la “obediencia debida” alegando que las órdenes provienen de un superior, ya que el policía tiene la obligación legal de abstenerse de cumplir órdenes constitutivas de delito o contrarias al ordenamiento jurídico. Así lo considera ni más ni menos que la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo en la sentencia 32/2018 de 22 de marzo, refiriéndose al incumplimiento de un agente:

“Así pues, ha de concluirse que el sistema legalmente establecido obliga al no cumplimiento de una orden que constituya delito o infrinja el ordenamiento jurídico; lo que evidentemente hace referencia no solo a lo dispuesto en normas con rango de ley sino también en todo tipo de normas que conforman el ordenamiento jurídico”.

Finalmente, también consideramos urgentísima la evaluación psicológica y psiquiátrica de todas las personas que conforman el cuerpo, especialmente las integrantes o que hayan formado parte de las unidades de la ARRO y de la BRIMO, y la inmediata expulsión de todos aquellos y aquellas policías que, según el criterio y los informes de los profesionales imparciales que hayan realizado las correspondientes pruebas de evaluación psíquica y psicológica, se consideren no aptos para llevar armas o formar parte de un cuerpo que debería caracterizarse por su preparación y conocimientos profesionales, exquisitez en el trato al ciudadano y equilibrio mental. Hay que tener muy presente, y queremos insistir en ello especialmente, que estamos hablando de personas que tienen en sus manos instrumentos y objetos tan peligrosos como para lesionar gravemente y matar a las personas. Respecto a la conducta policial, queremos poner un sencillo ejemplo: mientras que la concurrencia y actuación de muchos policías, ante un supuesto de necesaria reducción de una persona “peligrosa”, o “fuera de sí”, o “especialmente agresiva”, tendría que comportar, por lógica, menos lesiones al detenido a causa de la concurrencia de muchos policías y a la preparación con la que tienen que haber salido de la escuela de policía; con frecuencia lo que observamos es todo lo contrario y ante estos casos, vemos como, a menudo y contra toda lógica, cuantos más policías intervienen, más daños o lesiones al detenido.

Dando por acabada nuestra exposición de motivos, ahora os pedimos, expresamente, vuestro posicionamiento respecto de todas y cada una de las siguientes propuestas, así como que nos explicitéis, de estas, cuáles estaríais dispuestos, como Grupo Parlamentario, a asumir como propias y defender en el hemiciclo del Parlament de Catalunya, procediendo a los cambios legislativos o reglamentarios que correspondan. Esperaremos impacientes vuestra respuesta.

PROPUESTAS

1-Redacción y aprobación de una ley electoral propia, que prevea la representación de las abstenciones, los votos en blanco y los votos nulos, estableciendo que queden vacíos en el hemiciclo del Parlament de Catalunya tantos asientos como les corresponderían después de la suma de todos ellos y según el sistema de reparto de votos que se establezca en la ley.

2-Máximo de dos legislaturas como límite en el ejercicio de cualquier cargo político o de confianza. Sin posibilidad de volver a ejercer cualquiera de estos cargos con el transcurso del tiempo.

3-Prohibición expresa de la práctica de “la obediencia de Partido”, para que a la hora de proceder a las votaciones en el Parlament se impida la costumbre de ordenar el sentido del voto.

4-Que el periodo de campaña electoral consista, no en un periodo para hacer propaganda del partido, sino en la realización de todo un conjunto de actos que permitan a los candidatos conocer de cerca las necesidades, voluntades, intereses y sensibilidades de los electores de su circunscripción, que es a quienes tendrán que representar en caso de ser elegidos.

5-Que una vez nombrada una persona diputada del Parlament de Catalunya quede en suspenso su militancia en el partido mientras dure su mandato.

6-Que la obligación de los diputados y otros cargos o miembros del Govern de declarar las actividades que ejercen y los bienes que poseen, se extienda también a la participación e intereses en empresas o cualquier otro tipo de sociedades (anónimas, limitadas, patrimoniales…) y que consten, de la misma manera, los bienes de los familiares directos, como hijos, padres y cónyuges y posibles traspasos de fondos a estos.

7-Que se fije un máximo de 5 veces el salario mínimo, de percepción mensual, por cualquier concepto (sueldo y cualquier otro complemento), de los presidentes de la Generalitat y del Parlament de Catalunya, de los diputados, de los consellers o miembros del Govern, de los altos cargos del Parlament y del Govern, de los cargos de confianza o de los funcionarios de estas instituciones.

8-Que se tomen las medidas necesarias para acabar con la actual criminalidad policial, tanto por acción como por omisión y para denunciar a la autoridad judicial competente todas y cada una de las conductas delictivas de los agentes y especialmente, las omisiones, masivas, de los agentes y de sus mandos, que teniendo conocimiento de acciones contrarias al ordenamiento jurídico, se abstengan de actuar, impedir, perseguir y denunciar las conductas delictivas o antirreglamentarias de sus compañeros.

9-Disolución inmediata de unidades represivas como la BRIMO y las ARRO y cambio conceptual del modelo policial actual, pasando de una policía agresiva, represora, desequilibrada y conculcadora de derechos y libertades fundamentales de la ciudadanía; a una policía protectora, pacificadora, equilibrada mentalmente y respetuosa con los ciudadanos y con sus derechos y libertades fundamentales.

10-Urgentísima evaluación psicológica y psiquiátrica, por parte de profesionales independientes, para determinar la idoneidad o no de los aspirantes al cuerpo de Mossos d’Esquadra, así como una evaluación continua de todos y cada uno de los ya integrantes de este cuerpo.

Con un adiós, hasta la próxima y a la espera de vuestras consideraciones y toma de decisiones, recibid un cordial saludo de “SILENCI…PLANTEM CARA”.

Llegir nota original en llengua catalana, clic aquí

“Silenci… Plantem cara”.
silenci.rebel.leu.vos@gmail.com

* Traducido por Leticia Palacios
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