Siria: ¿nos interesa su realidad?

Siria: ¿nos interesa su realidad?

Mikel Itulain*. LQSomos. Marzo 2017

A resultas de un proyecto de un estudiante de Medios Audiovisuales en la Universidad de Mataró para conocer lo ocurrido en Siria, les adjunto la siguiente entrevista que me han hecho sobre tal asunto que tan confuso parece aquí, en nuestros países de Europa o de Norteamérica.

Las preguntas, como es ya habitual, toman por hechos lo que no son sino proyecciones interesadas de la ideología dominante occidental en relación a estas naciones a las que se les quiere imponer no solo sus políticas sociales y económicas, sino su historia. Una historia artificial y falsa que está reñida y en oposición frontal con la real de los sirios y sirias.

– Siria lleva ya seis años sometida a una guerra muy compleja que ha desencadenado una gran crisis de refugiados que tantas veces ha acaparado las portadas de nuestros periódicos. Pero ¿cómo empezaron las revoluciones en Siria que luego dieron pie a una cruel guerra?

Vamos a ser sinceros, por mucha presión que haya en nuestro entorno social. En Siria no ha habido ni hay revoluciones pacíficas ni populares. Estamos ante un caso de agresión exterior utilizando mercenarios, a los que desde los medios de comunicación y organizaciones “humanitarias” ligados a las corporaciones occidentales se les ha disfrazado de eso, de “revolucionarios” sin serlo. La unidad en Siria ante este ataque tan brutal como despiadado ha sido total, oposición y gobierno han formado una piña frente al verdadero peligro, que es y era la destrucción de una sociedad tolerante y secular, con una economía enfocada al bienestar social y una política basada en el respeto y aceptación al diferente. Si el Gobierno de Siria, elegido por los sirios, hubiese caído tendríamos la barbarie de un Afganistán o una Libia.

Así que ya desde las primeras algaradas apareciesen en lugares como Daraa, Dayr Al-Zawr o Idlib, focos de células terroristas de Al Qaeda que llegaban a Irak años antes, y estudiadas por el Combating Terrorism Center de West Point (New York), no fueron una sorpresa para los expertos militares. Que fuesen muy violentas desde su mismo origen, tampoco. Eran Al Qaeda y colaboradores los que actuaban, no manifestaciones pacíficas y populares. Un guión similar, sino igual, al de Libia. Hasta los periódicos israelíes (Israel National News) lo exponían con cifras claras: el número de policías asesinados era el grueso de los muertos y teniendo en cuenta que los mercenarios disparaban también a los manifestantes para generar terror.

– ¿Cuál ha sido la principal oposición al gobierno de Bashar al-Assad en Siria?¿Qué la definía?

La principal oposición a Bashar al Assad, recordemos el presidente elegido democráticamente y muy mayoritariamente por l@s siri@s, procede de Washington, Londres, París, Tel Aviv, Riad, Estámbul o Doha. Es decir, es una oposición externa e injeriencista en los asuntos internos de otra nación, vulnerando la legalidad internacional.

Si quiere creer en una oposición siria con respaldo de la población, que trate de derrocar a su presidente, como he dicho legítimo, se la tendrá que inventar, porque no existe.
También le podrán vender una imaginaria oposición secular que curiosamente trabaja desde el extranjero y por interés particular y extranjero. Lo expresó muy bien Charlie Skelton en su informe sobre esas supuestas figuras políticas “alternativas”.

– Hay otros países en Oriente Medio donde también se han dado las llamadas Primaveras Árabes para derrocar a gobiernos supuestamente ilegítimos, como es el caso de Túnez, Egipto o Libia. ¿Qué les ha pasado a estos países?¿Qué cambios ha habido en sus gobiernos y en sus sociedades?

Volvamos a la realidad. La “Primavera Árabe” de la que veo que habla, solo existió en ese imaginario occidental de los medios de comunicación y organizaciones ad hoc. Pero en realidad estamos hablando de un proyecto de recolonización del norte de África y de Oriente Medio largamente pensado. Puede ver esta preparación ya en la cumbre de la Alianza para los Movimientos de la Juventud de 2008, financiada por la Administración estadounidense y corporaciones como Facebook o Google y dirigida a quienes organizarían esas “revueltas”, como por ejemplo el Movimiento 6 de Abril de Egipto. El New York Times no tuvo otro remedio que reconocer esta evidencia al comienzo de iniciarse esta estrategia, titulando a las claras lo que ocurría en abril de 2011: “Organizaciones de Estados Unidos ayudaron a fomentar las revueltas árabes”.

No hablemos de legitimidades de otros cuando nosotros vulneramos la legitimidad internacional.
Respecto a Libia, de ser el país con el mayor bienestar social de África a convertirse en un infierno lo dice todo. Egipto es un caso complejo no entendido en occidente. Washington favoreció a los Hermanos Musulmanes, en eso consistía la “Primavera”, pero la gente de Egipto reaccionó ante tanta intolerancia y violencia, y apoyada por el ejército en una verdadera rebelión popular conocida como “Tamarod”, donde millones salieron a las calles, acabaron con los designios forasteros.

– Bashar al-Assad es el presidente de Siria y líder del partido Baaz. ¿Cómo se define este partido?

No olvidemos que es el presidente legítimo de Siria. El partido Baaz ha dominado la vida política de Siria, pero no por someter, como se dice por aquí desconociendo a aquel país, a la sociedad a una dictadura, sino porque ha tenido como objetivos firmes la defensa de la independencia política y económica de Siria y a su vez una orientación social. Por supuesto, occidente ha atacado siempre a este partido, porque es el pilar que sostiene el rechazo a la injerencia externa, al colonialismo. Ya en la Constitución siria de 1973 aparece con tal papel. Si no hubiese tal intromisión extranjera para someter a Siria, no veríamos esa defensa y agrupación en torno al partido Baaz como se ha dado.

– Según he leído, tras la caída de la URSS, Bashar al-Assad implementó ciertas reformas liberales que dejaron un poco tocada a la población más pobre del país. ¿Qué relación puede tener esto con el inicio de la revolución en 2011?

Volvamos a la realidad de nuevo. El presidente Bashar al Assad contaba en los momentos de la inventada revolución con un apoyo, según un estudio de la OTAN que coincide curiosamente con los resultados que se dieron posteriormente en las elecciones presidenciales, del 70%. No hubo ninguna revolución popular, porque la gente de allí, incluidos los jóvenes, no vieron ningún motivo para hacerla. Las políticas sociales se mantuvieron, no como en Europa que se derrumbaron.
Lo que usted me dice es otro de los mitos de la izquierda occidental para justificar su injustificable apoyo al colonialismo tratado de imponer por medio de sádicos y crueles mercenarios con armas, formación y dinero de, entre otras partes, nuestros presupuestos públicos.

– ¿Cuáles fueron las principales reformas que trajo la constitución del 2012?

De cara a lo que hablamos, vemos que en ella se despoja al partido Baaz de su estatus especial en el liderazgo en Siria. Pese a esto, este partido fue el más votado en las elecciones parlamentarias de 2012 y formó, y esto apenas se comentó aquí, una coalición para gobernar con diversos partidos: socialistas, comunistas o nasseritas. Todo esto desmiente, una vez más, la ficticia falta de pluralidad política.

Esta constitución vuelve a incidir en la independencia de Siria, indicando en su preámbulo que es la piedra angular de la resistencia contra la hegemonía colonial en el mundo árabe. Además recalca que sectores cruciales de la economía siria se mantendrán bajo el control público. Viendo esta legítima y valiente defensa que hace de los intereses de los siri@s, se comprenden las actuaciones tan agresivas puestas en marcha por el poder económico occidental, que quiere hacerse con los recursos del planeta. Tenemos la experiencia de estados con fuerte orientación social que fueron destruidos precisamente por ese motivo. Usted los conoce, por ejemplo: Yugoslavia o Libia. Que la izquierda de Europa se haya prestado a tan luctuosa tarea dice mucho y mal sobre ella, y refleja la decadencia y la banalidad presentes en nuestra política.

Si a esto se unen disposiciones de la Constitución siria que explícitamente hablan sobre que la mitad de los asientos del Parlamento pertenecen a los miembros de la clase trabajadora y los campesinos, verá como este país trata de mantener un equilibrio social, defendiendo los intereses de las clases menos privilegiadas, que además son la mayoría en todas las naciones, y que en nuestros estados no existe. Vivimos nosotros en sociedades controladas en todos los aspectos por una minoría, donde millones de personas buscan comida en los contenedores de basura y cobijo bajo cartones desechados, y tratamos de no solo dar lecciones, sino de destruir estados que no permiten tales aberraciones, consiguiéndolo como se ha dicho protegiendo sus recursos y manteniendo un enfoque social.

– Por último: Desde la mayoría de los medios occidentales se ha demonizado la figura de Bashar al-Assad acusándolo de tirano y dictador. ¿Es Assad realmente el tipo de persona que nos dicen?

Los procesos de demonización de figuras políticas son recurrentes y habituales en la historia mundial. Se hizo con Lumumba, Mosaddeq, Arbenz o Hugo Chávez. Todos ellos fueron grandes hombres con grandes proyectos que se trataron de frenar y se frenaron en la mayoría de los casos. Para ello se recurrió a difamarlos, mintiendo sobre su situación personal y sobre la situación política y económica de su país. Bashar al Assad es un caso de estos. No tiene nada que ver con la caricatura que quieren crear. Los demonizadores, sin embargo , si están muy próximos o son el monstruo que ellos mismos han creado.

Un ser formado y con personalidad no debería caer en tales actuaciones tan falsas como ruines.

* ¿Es posible la paz?
@MikelItulain

LQSRemix

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