Vamos a contar mentiras, tra la rá

Vamos a contar mentiras, tra la rá

Por Nònimo Lustre. LQSomos.

Desde el primer texto ‘ucraniano-ruso’, hemos repetido que nuestro propósito se limitaba a pedir que los interesados se tomaran la (mínima) molestia de contrastar las dos caras de la moneda bélica. Una sugerencia tan elemental ha sido entendida como una toma de partido –y, encima, pro Putin. Ahora somos anatema. Pues muy bien, vayan unas cuantas notas para que Putin y la Propaganda OTAN tengan más motivos para quemarnos en el Auto de Fé.

La torre de comunicaciones y Babi Yar

Plano de la Torre atacada (a la derecha), vecina de los restos de Babi Yar

El martes 01 marzo, los medios informaron que Rusia había atacado en Kiev la torre de la tele. Teniendo en cuenta que la víspera, la OTAN había prohibido las televisiones rusas, sería lógico colegir que volar la torre kievtiana era una respuesta automática. Sin embargo, hasta la fecha, ningún tertuliano ni medio permitido ha mencionado una conexión tan obvia.

Y así pasaron dos días hasta que, el miércoles, tras subrayar por enésima vez la ascendencia judía -¿qué significa ascendencia?, un tercio de los españoles tenemos esos antecesores- del presidente de Ucrania, algún asesor del omnipresente Zelenski encontró la mejor salida: aprovechándose que Babi Yar es vecino de la torre, había que dar la consigna que Rusia había bombardeado el (ahora) tétricamente famoso “Barranco de la Abuela”.

Esta torre fue construida en 1973 hasta alcanzar los 385 m de altura. Por tanto, es rusa-ucraniana o viceversa. Desde que internet sustituyó a las ondas hertzianas, su uso ha decaído hasta el olvido –creemos que no sirve para armar un restaurante giratorio en su cumbre. Quizá por ello, Rusia sólo disparó dos misiles, uno apuntando al edificio administrativo sito en los bajos y otro directamente contra el medio de la torre. Dos disparos de precisión que causaron muertos y una lluvia de cascotes que rozó la periferia de Babi Yar, museo incluido.

Superposición de los barrancos de Babi Yar y la toponimia del Kiev actual

El antisemitismo de la URSS y de su provincia ucraniana (estudiara o no al joven Marx que escribió Sobre la cuestión judía en el Deutsch-Französische Jahrbücher, 1843), consiguieron que Babi Yar estuviera olvidado (y algo peor, ver infra) durante toda la Guerra Fría. Y ello a pesar de que la primera oleada de asesinatos masivos -el llamado Holocausto de las balas-, se dirigiera contra los judíos de Kiev: 200.000 personas (un quinto de la población total), muchas huyeron antes de la invasión nazi o estaban alistadas en el Ejército Rojo pero 50.000 judíos no pudieron escapar. A esa primera oleada la siguieron otras que incluyeron no sólo a judíos sino también a gitanos, sexo-diversos, partisanos y disidentes políticos en general. Se calcula que Babi Yar fue tumba de unas 150.000 víctimas mortales.

Durante décadas, nadie quiso acordarse de que en esos barrancos se asesinaba a tiros, artesanalmente. Los dos primeros artistas que levantaron la voz fueron dos rusos: “No existe monumento en Babi Yar;/ sólo la agria ladera. Y tengo miedo. / Hoy me siento un judío en el desierto / que de Egipto escapó… // No soy judío. Como si lo fuera,/ me odian todos aquéllos. / Por su odio / soy y seré un verdadero ruso” (Babi Yar; Yevgueni Yevtushenko, 1961; dícese que este poema inspiró a Dmitri Shostakovich para escribir su 13ª sinfonía)

Misil contra el edificio base
Misil a media altura contra la torre

Y tuvo que ser un ruso crítico con la URSS, un plebeyo gentil, un goy entre los goyim, quien escribiera la primera gran novela sobre Babi Yar. Por limitación de espacio, citaremos sólo unos párrafos:

<Por la Guerra, nos llevan de aquí hacia un lugar más tranquilo…. -¿Y por qué sólo están llevando a judíos? Una anciana nos lo explica en un tono de gran autoridad: “Bueno, porque judíos y alemanes son casi el mismo pueblo y prioritariamente los tienen que poner a salvo… [elucubrando sobre la montaña de bienes personales que han arrebatado a los judíos, entre los saqueados se comenta] ‘¿Cómo vamos a clasificarlos? Muy simple, los dividimos en partes alícuotas y, entre nosotros, ya no habrá divisiones entre ricos y pobres’.

[el pacto Stalin-Hitler] Hasta el mismísimo estallido de la Guerra, los periódicos soviéticos ensalzaban a Hitler como “el mejor amigo de la Unión Soviética”… Hasta era posible encontrar entre los judíos de Kiev a algunos admiradores que consideraban a Hitler ‘un estadista capaz’… [los más ilusos encontraban razones históricas remontándose a la I Guerra Mundial] en 1918, los alemanes, no tocaron a los judíos; al revés, los trataron muy bien porque sus idiomas eran similares… [la rusofobia] ‘Hay muchas clases de alemanes; pero, en conjunto, son un pueblo decente, culto, europeos que respetan el orden; no como los rusos que sólo son unos bárbaros.

[los ucranianos nazis] La policía local –a juzgar por su acento, provenientes del oeste de Ucrania-, zarandeaba a la gente, la aporreaba y la gritaba “¡Desnúdate!, rápido, schnell!”. [mientras, los kievtianos del montón, cometían una imprudencia que les iba a costar la vida] Unas 50 personas miraban todo ello sentados. –“Son nuestras gentes, ucranianos; no saben nada, dejémoslos partir”, dijo un policía. El oficial alemán gritó –“Mata inmediatamente a todo el grupo; si uno escapa y comienza a contar en la ciudad, mañana no vendrá ni un solo judío”> (A. Anatoli (Kuznetsov) Babi Yar 1969)

Babi Yar, monumento al pueblo Roma (gitano)

Decíamos que hubo ‘algo peor’ que el olvido porque, en 1959, se planeó la eliminación física de Babi Yar so pretexto para albergar un estadio deportivo. En efecto, el solar fue aplanado e inundado para construir una represa. Pero, en marzo de 1961, esa presa colapsó y produjo una gigantesca ola de lodo líquido que sepultó y ahogó a cientos de personas.

Otro goy, Yevtushenko, tuvo razón durante medio siglo porque, sólo en 2009, se comenzaron a levantar monumentos en Babi Yar. En un texto anterior (cf. 01 marzo), mencionamos el ahorcamiento en 1941 de la adolescente Masha Bruksina, judía y partisana cuyo nombre no fue recuperado hasta 1968 y de la que, sólo en 2009, fue develada una lápida en su honor. Babi Yar sufrió el mismo antisemitismo pero a mayor escala. Como somos antisionistas pero no antisemitas, protestamos por este infame desprecio contra los judíos enterrados en Babi Yar: el equipo del presidente ¿suponemos que puro goyim?, se ha acordado dellos (no así del resto de víctimas) para utilizarlos en su propaganda. Zelenski ha vendido su memoria por un plato de spots y de consignas.

Las censuras más recientes

Ya hemos dicho que nos parece vergonzoso que la OTAN prohíba las noticias rusas sobre la guerra. Entre unos y otros, han caído tres canales de televisión: 112 Ucraina, ZIK y News One y el medio digital Strana Ua. En el otro lado, también atentan contra la libertad de información. Ejemplo, Putin no sólo encarcela por miles a quienes se oponen a la guerra sino también a los medios que tampoco se callan –el último, el Eco de Moscú.

En España, también se prohíbe toda voz crítica. Así ocurre con un verdadero experto –no un tertuliano que repite cual lorito las consignas del Altísimo- el periodista vasco Pablo González, quien fue detenido el 28 febrero en Polonia apenas salió de Ucrania-Donbas. A estas alturas, está incomunicado y sin asistencia legal ni consular. Sus abogados han protestado inútilmente. Y los servicios secretos del CNI han allanado su casa para interrogar a su familia. Léase “para comprobar si es pro-ruso” –y si prefiriera Tolstoi a Pérez-Reverte, sería culpable ¿de qué? Y si así fueran sus preferencias literarias, ¿le procesarían por alta traición? Mejor no demos ideas.

Un caso poco más conocido pero igualmente sangrante es el otro vasco, Ramiro Gómez, otro vasco realmente experto porque ha vivido en el Donbas y, por ende, está férreamente prohibido por los grandes medios no vaya a escandalizar a los docilísimos ciudadanos. Citaremos unos párrafos de su larga requisitoria:

“Vuestros cartelitos de No a la guerra, llegan cruelmente muy tarde y al servicio indirecto de los intereses OTANistas. Os quieren convertir en otros cómplices manipulados de la barbarie que lleva un pueblo sufriendo durante 8 interminables años, en los que Ucrania se ha pasado por el forro todos los puntos de los acuerdos de Minsk… En el este de Ucrania, cuando Stalin mandó a miles de obreros rusos a poblar la abandonada zona del Donbass, rica en carbón, para que explotasen las minas, se fusionaron las familias rusas y ucranianas creando una convivencia sana con más amor fraternal que odio. Las familias de padre ruso y madre ucraniana y viceversa eran de lo más normal allí… [los nazis ucranianos, militares o paramilitares, atacan el Donbass] El sadismo de los fascistas emula a la España de Franco con el bombardeo de La Desbandá. En la última carretera que queda sin tomar de Lugansk y que la comunica con Rusia, sucede algo terrible. El ejército ucraniano comunica a los civiles del Donbass que pararían el fuego durante 24 horas para que todos los civiles que quisieran huir a Rusia lo hicieran de inmediato. Caravanas de autobuses comienzan el camino por dicha carretera. El ejército ucraniano abre fuego y masacra la carretera reduciendo a escombros de hierros humeantes retorcidos entre cuerpos calcinados….

… Las víctimas civiles “oficiales” que son infinitamente más cortas que las reales, reconocen 14.000 personas asesinadas. Los batallones nazis tomaban pueblos enteros, violaban a placer a todas las mujeres y niñas, saqueaban las casas, torturaban a los hombres e incluso celebraban orgías en las que violaban a bebés delante de sus madres. Podéis comprobar quién era el Batallón Tornado… pude comprobar como [el pueblo del Donbass] sufría a 40º de calor, sin una gota de agua, sin poder comer, ni asearnos, durmiendo en rincones, sótanos e incluso alcantarillas para evitar el continuo machaque de las bombas ucranianas. .. El presidente Poroshenko era aplaudido por todos los ucranianos cuando decía “nuestros niños podrán ir a la escuela mientras los niños del Donbass tendrán que esconderse en sótanos como ratas”. Todo su pueblo le aplaudía. El mismo pueblo que concedió la cartera de Ministerio de Defensa en tiempos de guerra a los líderes nazis del Pravy Sektor… Los “inocentes civiles de Kiev” llevan un día asustados por las sirenas, escondidos en sótanos, y en los andenes del metro, llorando en imágenes que nos repiten todos los enviados especiales en Kiev que nunca han querido pisar las ciudades masacradas del Donbass. Todos os habéis indignado ante esto en 24 horas. ¿Acaso las vidas de los niños y niñas del Donbass no valen lo mismo?… NI GUERRA ENTRE PUEBLOS NI PAZ ENTRE CLASES (La hipocresía de un “No a la guerra” que llega muy tarde, Ramiro Gómez, 25.II.2022)

Las super-bombas

En primer lugar, las guerras sirven para actualizar los arsenales derrochando el armamento obsoleto y, especialmente, para experimentar nuevas tecnologías bélicas. La (pen)última que han sacado de su chistera los otanistas ha sido sobre las bombas de vacío que utiliza el ejército ruso. Pues bien, pese a que no podemos saber si realmente las han utilizado, es bueno saber que las bombas termobáricas o de vacío, no son nuevas. Entre 1983 y 1990, justo en plena barbarie pinochetista y gobernando el PSOE en Madrid, se dice que fueron ensayadas por el siempre invicto ejército español en el desierto chileno de Atacama. Aunque no es un tópico que hayamos investigado a conciencia (todavía) algunos indicios hay.

Incluso una prensa se atrevió a noticiar estos experimentos

Sea como fuere, la bomba de vacío NO es la mayor preocupación de la OTAN. A los gringos y, de rebote, a sus mamporreros europeos, les preocupan y mucho, otras armas rusas. Tienen un antecedente: en Siria, los EEUU se retiraron de la primera trinchera cuando Rusia exhibió su sumergible Poseidon, sin tripulación, dirigido a distancia; y más aún cuando apareció el Sarmat, misil balístico intercontinental. Y no digamos cuando entraron en juego los Mig-31 armados con los misiles hipersónicos Kinzhal.

En general, la OTAN se angustia cuando percibe que Rusia (y China) posee armas hipersónicas (HSW en inglés) de categoría Mach 5 (cinco veces la velocidad del sonido, unos 6.000 kms/hora) que, pequeño detalle, pueden ser guiadas desde tierra durante todo su vuelo. No sabemos si es cierto o es jactancia pero parece ser que Rusia y China están más adelantadas que la OTAN en el campo de lo magnético electrónico (EMP, en inglés) o ciber-armamento. Pero, hasta la invasión de Ucrania, estas super-armas no habían sido ensayadas en combate real. ¿Rusia está aprovechando esta grimosa ocasión para sus ensayos ciber-bélicos en vivo y en directo?

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Imagen de cabecera: Incendio en el museo de Babi Yar

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