Verano de 1969: “Summer of Soul”

Verano de 1969: “Summer of Soul”

Por Mariano Muniesa*. LQSomos.

Gladys Knight recuerda que “no se trataba solo de la música; queríamos progreso, cambio social, una democracia auténtica”

Entre Vietnam y la Luna, Harlem

El verano de 1967 ya es conocido convencionalmente como el verano del amor, e incluso más propiamente, el “verano hippie”, sobre todo por el Festival de Monterey, que significó el culmen de la contracultura, celebrado en junio de aquel singular año. A partir de este momento y después de que el documental que nos ocupa haya logrado el Gran Premio del Jurado y el Premio del Público de la última edición del Festival de Sundance, creo que tendremos que acostumbrarnos a que el verano del 69, además de ser un conocido hit-single de Bryan Adams de mediados de los 80, ahora será también el verano del soul.

‘Summer Of Soul’, el aclamado debut como cineasta del músico, compositor, disc jockey, escritor y periodista musical Ahmir “Questlove” Thompson presenta un documental excelente, que contagia la energía y la intensidad del soul y en muchos de sus fragmentos, es realmente conmovedor. Es en parte una película musical pero también es en gran parte un documento histórico creado en torno a un evento épico que celebró la historia, la cultura y la moda de la población negra estadounidense a través del relato de varios de los momentos más memorables del Festival Cultural de Harlem en Mount Morris Park (ahora Marcus Garvey Park) a lo largo de seis semanas en el verano de 1969, a solo 160 kilómetros al sur de Woodstock. Entre algunos de los artistas más destacados que participaron y cuyas actuaciones recoge la cinta, estrellas de la categoría de Stevie Wonder, Nina Simone, Sly & The Family Stone, Gladys Knight & The Pips, Mahalia Jackson, B.B. King o The 5th Dimension entre alguna de las más destacadas.

El Festival fue producido y organizado por Tony Lawrence, apoyado por el alcalde liberal republicano de Nueva York, John Lindsay, y contó con los Black Panthers como servicio de seguridad. El momento no podía ser más oportuno: tras años y años de lucha por los derechos civiles, en plena efervescencia de la reivindicación de la cultura negra americana y un año después del asesinato de Martin Luther King y las revueltas raciales en Detroit de 1967 y 1968, mientras en el espacio Neil Armstrong pudo haber dado un pequeño paso para un hombre, como dice un asistente al festival en una secuencia de la película: “No importa la luna, consigamos algo de ese dinero para Harlem”.

La filmación del Festival corrió a cargo del veterano de la televisión Hal Tulchin, combinando las actuaciones en directo con imágenes de noticias inteligentemente escogidas que describen de manera muy expresiva esa efervescencia del conflicto, tanto desde el Movimiento por los Derechos Civiles como por los Black Panthers. Un evento que sorprende que no alcanzase una difusión y una repercusión como alcanzaron otros festivales celebrados en aquel mismo año. Un festival en el corazón de Harlem que de alguna manera fue escrito fuera de los libros de historia.

Todo el metraje de este festival quedó durante muchos años en el fondo de algún cajón u olvidado en lo alto de alguna estantería en el sótano de una productora o unos estudios, hasta que Questlove afrontó el proyecto de recuperarlo y convertirlo en un completísimo documental que en lo musical, muestra a Stevie Wonder en un punto de inflexión absoluto en su carrera, a Mavis Staples haciendo un dueto con Mahalia Jackson (“un momento irreal”, dice Staples) o a Nina Simone en una de las interpretaciones más estremecedoras que posiblemente haya hecho en toda su vida.

Por otra parte, Sly & The Family Stone encarnan el ambiente psicodélico afrofuturista de su R&B, con Rose Stone y Cynthia Robinson dando a su líder otro momento de gloria comparable al que vivió ese mismo verano en el Woodstock Festival. Ray Barretto y Mongo Santamaría traen el ritmo de la fusión latina, BB King incorpora la sensibilidad y el sentimiento del blues y el reverendo Jesse Jackson le habla al alma colectiva del pueblo negro con una emoción que impresiona de veras.

Gladys Knight recuerda que “no se trataba solo de la música; queríamos progreso, cambio social, una democracia auténtica”. Combinando una risa irónica con una perspicacia penetrante, varios entrevistados explican cómo la palabra “negro” pasó de ser un término despectivo a convertirse en una denominación de autodeterminación y orgullo. La periodista Charlayne Hunter-Gault recuerda la batalla que libró para que el New York Times usara “Black” en lugar de “negro”, mientras que Abbey Lincoln y Max Roach, recuerdan como vivieron esa batalla día a día”.

En su día, Michael Wadleigh y Albert Maysles dirigieron las películas ‘Woodstock’ y ‘Gimmie Shelter’ respectivamente, logrando en ambos casos tanto un notable éxito comercial como una repercusión mediática con la que ‘Summer Of Soul’ habría sin duda rivalizado si se hubiera producido y estrenado en 1970 en lugar de 2021. Pero por fin, ahora podemos disfrutar de este documento, que es de una calidad histórica y musical excelente. ‘Summer Of Soul’ esta disponible para su visionado en la plataforma de streaming Hulu.

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