150 Aniversario de las primeras elecciones libres

150 Aniversario de las primeras elecciones libres

Arturo del Villar*. LQS. Enero 2019

Lo más notable fue la irrupción de los republicanos con Pi y Margall, Nicolás Salmerón…

Sesquicentenario: 150 años

Entre el 15 y el 18 de enero de 1869 se celebraron en España las primeras elecciones libres de su historia. Las organizó el Gobierno provisional presidido por el general Serrano, tras la huida a Francia de Isabel II de Borbón, la impopular Isabelona detestada unánimemente por todas las clases sociales. En ellas por primera vez obtuvo un destacado papel el Partido Republicano Federal. No es posible en este artículo historiar aquellas elecciones sin borbones que las adulterasen, sino únicamente recodar sus aspectos principales.

Gobierno provisional elegido el 9 de octubre de 1868

Un decreto firmado por todo el Gobierno provisional, de fecha 6 de diciembre de 1868, decía en su artículo primero que las Cortes Constituyentes se reunirían en Madrid el 11 de febrero de 1869, y en el tercero especificaba que las elecciones generales se celebrarían entre los días 15, jueves, y 18, domingo, del mes de enero del mismo 1869. En ellas se hizo notar la relevancia del Partido Republicano Federal, a pesar de la intolerancia padecida durante la monarquía, que les había impedido organizarse normalmente como cualquier otra agrupación política.
En el Partido Demócrata liderado por Nicolás María Rivero se habían integrado los políticos de ideología republicana, empezando por Francisco Pi y Margall, que dirigió su órgano de opinión, el diario La Discusión, en 1864. Tras la fuga apresurada de Isabelona los demócratas se escindieron en dos bloques que ya eran partidos políticos: el de los cimbrios, fieles a Rivero, partidarios de la monarquía, con tal que no fuese borbónica, y el de los republicanos opuestos a cualquier fórmula monárquica. Por entones Pi se hallaba exiliado en París con su familia, en donde tuvo que exiliarse en 1866 para salvar la vida tras la sanguinaria represión llevada cabo por el general O’Donnell contra sus opositores.

El Comité Nacional Republicano

Los republicanos salidos del Partido Demócrata constituyeron un Comité Nacional Republicano, presidido por José María Orense, marqués de Albaida, un noble alineado junto al pueblo. El 5 de enero de 1869 dio a conocer un manifiesto, considerado el nacimiento oficial del Partido Republicano Federal. Hacía una crítica razonada al general Serrano, por haber formado un Gobierno provisional monárquico antiborbónico, que en el manifiesto a la nación del 25 de octubre de 1868 se declaró monárquico, y no tuvo en cuenta a los republicanos para nada
Acusaba también a Serrano de haber disuelto las juntas revolucionarias que popularmente se constituyeron en autoridad ante el vacío de poder originado en los primeros días de la Gloriosa, y también a las Milicias de Voluntarios de la Libertad que en esos momentos de incertidumbre se encargaron de mantener el orden público.
Las votaciones se realizaron por sufragio universal masculino. No se conservan las actas, pero es seguro que la participación fue muy alta, de alrededor de un 75 por ciento del censo. Se elegía a 352 diputados por las circunscripciones españolas, 18 por la colonia de Cuba y once por la de Puerto Rico. El Gobierno provisional se declaró neutral, y procuró imponer limpieza en las mesas electorales, aunque la inercia de los comicios trucados durante la larga etapa monárquica se dejó sentir, y los caciques continuaron ejerciendo su influencia omnímoda. No había habido tiempo para llevar a cabo un cambio estructural y mental.

Buen resultado para la República

Triunfaron los monárquicos agrupados en los partidos Progresista, Demócrata y Unión Liberal, bajo la dirección del general Prim, con 236 escaños, el 67,05 del total. Pero lo notable fue la irrupción de los republicanos con Pi y Margall, Nicolás Salmerón y Emilio Castelar al frente de sus tres tendencias principales, ya que obtuvieron 85 escaños, el 24,15 por ciento; de ellos 83 eran para los federales y dos para los unitarios, los más feroces enemigos de la República Federal. Los carlistas seguidores de Carlos María de Borbón quedaron muy atrás, con 20 escaños, el 5,68 por ciento. Un grupo independiente de derechas liderado por José Ramón Bugallal consiguió tres asientos en el hemiciclo, el 0,85 por ciento y otros grupos variados se repartieron ocho escaños, el 2,27 por ciento.
El triunfo republicano se alcanzó mayoritariamente en Catalunya, Zaragoza, Valencia, Cádiz y Málaga. Los carlistas dominaron en su feudo de Nafarroa, Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, y en las demás provincias vencieron grupos monárquicos no borbónicos, porque esa dinastía recién expulsada era detestada por la generalidad de los españoles de cualquier ideología política. Como diría el general Prim en las Cortes poco después, los borbones no podían volver a España jamás, jamás, jamás.

Las Cortes Constituyentes se inauguraron el 11 de febrero de 1869, para elaborar una Constitución monárquica, que consintió el efímero reinado de Amadeo de Saboya. Se aceptaba cualquier rey, con tal que no fuese un Borbón odioso. La experiencia fracasó, como es bien sabido.

* Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio.
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