1968: The Beatles en la India… hace 55 años

1968: The Beatles en la India… hace 55 años

Por Mariano Muniesa. LQSomos.

India proporcionó a los Beatles una visión distinta de las convulsiones que el mundo vivió en 1968, de la lucha por los derechos civiles de la población negra y su represión, las protestas contra la guerra de Vietnam, la revolución de mayo del 68 en Francia, México, Alemania…

¿Qué se necesita para crear una experiencia sonora que trascienda las restricciones de la realidad? Para algunos, la respuesta son las drogas alucinógenas; para muchos en la India en la década de los 60, la respuesta fue la meditación trascendental. Entendida como la idea de trascender los estados mentales convencionales en aras de adquirir una nueva conciencia y lograr una conexión radical con uno mismo era una idea nueva en el occidente global y en esos años, no pocos músicos, escritores y artistas se acercaron a esta forma de vivir otra realidad.

Se han cumplido 55 años, un 16 de febrero de 1968, en que los Beatles tomaron un vuelo desde el Aeropuerto de Heathrow en Londres con dirección a la India para estudiar meditación trascendental con el gurú hindú Maharishi Mahesh Yogi. Al cumplirse el 50 aniversario de 2018, las autoridades indias organizaron un festival de yoga, conciertos de grupos indios de tributo a los Beatles y hasta un ambicioso plan para convertir en una zona turística la zona en la que los componente del grupo vivieron durante su estancia el país, incluyendo un Museo de los Beatles y lo que queda del ashram del Maharishi Mahesh Yogi en la localidad de Rishikesh.

Los tiempos están cambiando, como dijo Bob Dylan a los puristas del folk en 1965 o Mick Jagger en La Habana en 2016… cuando los Beatles llegaron a la India en febrero de 1968, el gobierno indio se mostró mucho más receloso y la visita suscitó un encendido debate en la sociedad india. En el libro del periodista británico Ahoy Bose “Across The Universe”, centrado en la experiencia india de los Beatles se recuerda como hubo una fuerte oposición en el parlamento a la llegada al ashram de Maharishi Mahesh Yogi del grupo, así como las protestas de los puristas de la música hindú con el por aquel entonces famoso artista Ravi Shankar, quien inspiró en gran medida la idea de la visita y del que decían que al convertirse en el gurú de George Harrison, había “vendido la cultura india y se había convertido en un hippie”, dice Bose.

La historia de esta controvertida visita, todo un hito en la historia social y cultural de la década de los 60, comenzó varios meses antes. Los Beatles conocieron a Maharishi Mahesh Yogi en Inglaterra en 1967, con motivo de un seminario que el Gurú celebró en el país. En octubre de 1966, George Harrison había conocido a Ravi Shankar durante unas vacaciones en la India y entre los dos se estableció una estrecha amistad, a través de la cual Harrison se convirtió en el introductor en la música de los Beatles de una nueva sonoridad, unas nuevas influencias musicales y una mirada a Oriente que permeó mucha de su creatividad en los siguientes años, especialmente en 1968. Ya en 1965, cabe recordar que George Harrison tocó el sitar en el “Norwegian Wood” de su álbum “Rubber Soul”.

Algunos expertos en la historia de los Beatles sostienen que el viaje a la India marcó el principio del fin del grupo, mientras que por ejemplo, el conocido autor y biógrafo de la banda, Philip Norman, afirma precisamente lo contrario, que esa experiencia les alivió de la presión y los problemas que atravesaban y que ya habían fracturado la unidad y la armonía en su seno, ayudándoles a permanecer juntos un poco más de lo que hubieran hecho de otra manera. El grupo estaba desgastado año tras año de trabajo duro incansable, giras y choques de ego y como remate, la muerte de su manager, mentor y más cercano amigo, Brian Epstein. Situarse fuera del foco mediático, huir de Londres y de todo lo que era el rock business y recuperar la perspectiva sobre muchos asuntos indudablemente produjo un efecto beneficioso en ellos.

“A lo que realmente fueron con Maharishi Mahesh Yogi a Rikishesh fue esencialmente a un spa sin demasiada disciplina”, comenta Norman. “No había mucha meditación. Podían descansar, probar buena comida vegetariana, beber e incluso fumar marihuana que entraron de contrabando sin temor a que aparecieran en el peor momento periodistas, fans o policías. También tuvieron la oportunidad de pasar un tiempo de calidad excepcional con sus esposas y novias, relegadas durante mucho tiempo por el trabajo con el grupo. Era la primera vez que tenían la oportunidad en muchos años de vivir sus vidas como personas normales, ni siquiera estaban en el modo de vacaciones habitual, no se alojaban en hoteles de lujo. Estaban en un pequeño ashram rodeado tan solo de selva india”.

Musicalmente, aquel periodo resultó enormemente productivo. Tranquilos y relajados, compusieron alrededor de 48 canciones, muchas de las cuales terminaron en el “The Beatles”, el álbum blanco y otras en “Abbey Road”. “Dear Prudence” trataba sobre la hermana de Mia Farrow, Ringo Starr escribió su primera canción para los Beatles, “Don’t Pass Me By”, en Rishikesh, allí se compuso también “Revolution” y hasta de las malas experiencias finales salió un tema como “Sexy Sadie”.

Aún así, no todo fue una fiesta. El estómago de Ringo Starr no soportaba la comida india y sus especias y a su mujer Maureen le aterrorizaban los insectos del lugar. La meditación trascendental tampoco funcionó tan bien como esperaban: los Beatles tenían períodos de atención cortos y no lograron aprehender esa forma de verse por dentro. Aunque la música seguía fluyendo…

Pero todo llegó a un final abrupto y desagradable cuando John Lennon acusó al Maharishi de propasarse con Mia Farrow y su hermana Prudence. Jann Wenner, fundador y editor de la revista Rolling Stone aseguró que Lennon le dijo que trató de violar a Mia Farrow. El incidente provocó la marcha del grupo del país y un abierto distanciamiento de la cultura india que hasta entonces les había seducido con la excepción de George Harrison, quien perseveró y se aferró a su espiritualidad hindú el resto de su vida, incluso leyendo el Bhagavad Gita a su madre en su lecho de muerte. “Lo que India realmente hizo fue darle a George una razón de ser”, dice Norman. Por su parte, el Maharishi no tardó en tener problemas con las autoridades fiscales indias y el ashram fue abandonado y devorado por el crecimiento de la jungla. El sueño acabó casi convertido en pesadilla.

En cualquier caso, y en este sentido comparto la tesis de Philip Norman, India proporcionó a los Beatles una visión distinta de las convulsiones que el mundo vivió en 1968, de la lucha por los derechos civiles de la población negra y su represión, las protestas contra la guerra de Vietnam, la revolución de mayo del 68 en Francia, México, Alemania e incluso en Europa del este y el comienzo de los disturbios violentos en Irlanda del Norte. La India creó una nueva forma de crear que fue más allá de las canciones escritas allí y le dio a la banda otra visión del mundo. Ese legado es algo que aún debemos poner en valor.

– Imagen de cabecera: The Beatles con sus parejas durante el viaje a la India que emprendieron en 1968 para estudiar meditación trascendental.

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