9 de junio o el arte perdurable del rebuzno

9 de junio o el arte perdurable del rebuzno

Marcabru, el trovador provenzal que en el siglo XII escribía:

 “Tengo por sabio sin duda
A aquel que en mi canto adivina
Lo que significa cada palabra
Y cómo se desarrolla el asunto
Pues yo mismo estoy en un aprieto

 Al aclarar palabra oscura” (Martín de Riquer, Los Trovadores, I, p.176),  parece que cantaba en cada exaltamiento de una persona o cosa poniendo en eflorescencia  un cuerpo como en la elevación de la piel en forma de pústula, grano, esto decía Cachipolla, un hombrecito entrado en años con cara de moneda de euro.

Está reunido con Juliana de Falconeri, Gervasio, Protasio, Ursicino, Zósimo, Gaudencia, Culmacio, Bonifacio, Romualdo y Egas, descendiente de aquel don Diego escultor español del siglo XVI.  Han hecho una caminata, en romería,  que va desde “ La Venta del Cojo” donde nace el río Tiétar en el extremo oriental de la Sierra de Gredos, en el término municipal de Las Rozas de Puerto Real,  hasta acampar a la orilla del pantano o Embalse del Rosarito, cerca de Santa María. Les hubiera gustado acampar desnudamente, pero las circunstancias no lo aconsejaban, y no querían asustar a los niños, que por su orilla corrían, con el Bú o Coco por, sobre, cabe, con las nalgas.  Cogieron ramas de los pinos jóvenes y verdes, y comenzaron a sacar astillas, no sin antes ver cómo Ursicino, alejándose un poco del grupo, cerca de un matorral se tumbó de frente lo largo que era y metió su miembro dentro de la tierra hasta eyacular, para hacer, como él mismo dijo” “la consagración a nuestra madre Tierra, como lo hacen algunas tribus del África Negra”.

– Hay quien lo hace con melones, dijo Gervasio, prosiguiendo: de tal palo tal astilla; y comenzó a astillar las ramas, entre risotadas en piquera, abertura de la colmena por donde entran y salen las abejas, oyéndoseles decir:

A Zósimo: La sabia de las ramas se abre a ninguna estrella, ninguna nube, como el amigo Ursicino, que da por culo a las hormigas.

Más risotadas, pues el amigo Zósimo al hablar formaba rasgos con la pluma que le cubría todo el cuerpo.

Era mediodía. Un mediodía, que  trajinaba la albarda de dos Asnos que ellos habían traído consigo, sin dirección ni nombre, aunque llevaban escrito en uno de sus lados como aviso o lacre: “Educación. El Asno es el más capaz de ella”.

– Estos palos son buenos para arrear y avivar a los Asnos, dijo Juliana, mostrando un  palote, haciendo en el aire los trazos gruesos que se hacen al apalear.

Una construcción que parecía ermita, cuadra o cobijo de ganado, como ancho cartón con grapas y borrones, aparecía en el paisaje como reflexionando que más vale algo que nada, aunque sea mentira. Una especie de torre o campanario sin campana,  cual botella o jarro chico, se mostraba como púlpito entre frondosos pinos al voleo de unas abejas y abejorros, incluso chicharras,  que se limpiaban de yerba su labor reciente. Una campanilla invisible no quiso privarles de las nuevas glorias que se merecen los Asnos por el Rebuzno, y comenzó a sonar. Para la mayoría de ellos, un milagro

– Dicen que muchos milagros como asesinatos de cruzada se habían realizado y cometido contra, y al lado de sus muros, dijo Culmacio.

Los contados presentes, anhelantes de un cambio en la vida política y social,  decantados ya por la República, se agachaban sobre las ramas como esperando el toque del brote del olivo blanco del dedo índice del urólogo o tocólogo de turno, “como haciendo todo el favor posible a un cuadrúpedo”, dio por cierto Cachipolla.

El altivo pinarejo de pinos piñoneros les traía el eco de un Rebuzno señorial en orillas inciertas aludiendo al sacrosanto carnaval de regencia en rebañadera, cual cierto instrumento de hierro formado por varios garabatos, y atado a una soga, para sacar de los pozos lo que ha caído en ellos. En cada uno de los tajos haciendo astilla, los movimientos de los aquí presentes tomaban la idea, la ideología de construir un lenguaje capaz de ayudar a la transformación de la cruda realidad.

Renovando la conversación, Gaudencia dijo:

– En este barcolongo que navegamos, embarcación de proa redonda y de una sola cubierta, el que agarrocha en mayoría de casta, de casta le viene al galgo ser rabilargo, bracea las vergas por sotavento y hala de las bolinas de  barlovento con objeto de ceñir el viento lo más posible y real, dado a soltar dicharachos.

Los golpes sonaban como en el action painting, op art, pop art, minimal art, land art, inspirándose en el modelo del Rebuzno histórico. Los Asnos primitivos nunca imitaron a los primitivos Asnos.

– Barbas mayores quiten menores, dijo Bonifacio, afirmando que la vanguardia histórica es portadora de una utopía: la de poder transformar el mundo a través del Rebuzno. El Rebuzno debe participar en la revolución social o no se hará. Ya, en Roma, se apostaba por el Asno y se decía: “que cada Burro se lama su cipote”, afirmación que luego adoptaron los cristianos para aplicarla a los perros, “pues el César lo hacía con el suyo”, como referían antes de ser arrojados a los leones.

– La realidad, dijo Egas, confirmando lo anterior de Bonifacio, demostró que se puede transformar el mundo a través del Rebuzno: Fascio en Italia, fascismo en Alemania, franquismo en España, salazarismo en Portugal, etcétera. Y si es real, concluyó, miel sobre hojuelas.

 Rebuzno por Rebuzno, eco por eco, Pound, Dahlberg, O Joyce, les chillaban en los oídos. Cada Rebuzno emprendía una nueva aventura, que grita como cuando hay cambio de guardia. Cesar o rey, la gracia que le permita uno  sencillamente demostrarse a si mismo que se es real, que se es lo que es, como expresó claramente el angustioso Baudelaire al escribir: “Dios mío¡ Concédeme la gracia de ser capaz de producir algo hermoso que me demuestre que no soy el más vil de los hombres”,

– Aristóteles decía que no había Asnos en Iberia, replica Juliana. Que venga ahora, y los hallará. Por todas partes hay Asnos, gracias a dios. ¿Sabéis? Mi madre me parió al caer de un Burro, al ir a lavar la ropa al río Cega, aguas arriba de Cuéllar, ayudada por una pareja de gansos verdes. Además, prosigue, si Arabia es patria del Asno, España es picadero, como refiere el P. Arcos, afirmando que no hay Asnos como los nuestros, y que sin Asnos no hay corona o cetro.

– En el lenguaje heráldico al animal representado sin garras y sin cola se le llama “difamado”, dice Cachipolla. Sigue: la operación garañónica del Euro tiene forma de Asno. Y yo digo, como dijo el santo fraile capuchino de Verona, que si me piden elegir entre un hombre y un Asno, yo elijo el Asno, pues el hombre no tiene tan bellas cualidades como el Asno. Resignación, sumisión, devoción, esclavitud son muchas de las prendas que adornan al Asno. Es disciplinable, susceptible de disciplina o enseñanza bajo subordinación.

– Sí, sí, replica Juliana;  son disciplinantes, que van todos los días dándose disciplinazos y rezando las estaciones de metro o de parada de autobús. Si ya lo dice el refrán: “Cuando nace la escoba, nace el Asno que la roya”; “Escoba de atada, persona desalmada”. Prosigue, enseñando su trabajo: con este haz de ramas, gajos, voy a hacer una escoba. Me he traído el manojo de cuerdas que le sale al pavo en el pecho cuando llega a su completo desarrollo,

– El Asno no es difamador, como lo es el hombre, dice Zósimo. El arte de difamar es propio del hombre. Desacreditar  a uno publicando noticias sobre el contrario a su buena opinión y fama, es algo normal en un pueblo esclavizado y atado por la cola, animado por las patadas a un balón, y las porras con hostias.

Pararon un poco, y se pusieron a bailar moviendo los pies de cierto modo, al compás de un zapateo o ay, alrededor de un asta larga que llevaba en su extremo un tarugo erizado de cerdas, y que sirve para limpiar el anima de la pieza de artillería, o el anima del sacrosexo en la mística de ramería. Parecían tan felices que sobre el horizonte apareció un arcoiris tricolor, mostrándose naciente de un sol poniente un Jumentillo de tócame Roque rodeado de individuos de cualquiera de los colegios político-sacerdotales parecidos a aquellos libertos que cuidaban del culo a Augusto divinizado.

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LQSRemix

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