Asociaciones de periodistas: versión policial

Por Iñaki Alrui. LQSomos.

“Los ‘expertos’, como los periodistas, suelen comer de la mano del poder establecido, así que elaboran las posiciones que se espera de ellos. Para eso existe todo un entramado institucional de fundaciones, universidades, institutos y medios de comunicación, cuyo principal vector es esa servidumbre”.
Rafael Poch-de-Feliu

Una nota de agencias informa de que la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) consideran que la periodista y la estudiante, detenidas este domingo por supuestamente participar en la organización del acto vandálico en la sala de ‘Las Majas’ del Museo del Prado, podrían ser “cómplices” de los hechos y, por tanto, “tendrán que responder” como ciudadanas (1).

Nada nuevo por parte de asociaciones que viven al calor de la “sopa boba” del estado, y que son incapaces de implicarse con la cacareada Libertad de Prensa y el Derecho a la Información. Incapaces de mostrar solidaridad, ni si quiera empatía con la represión hacia los periodistas represaliados por el grave delito de contar lo que ven, informar.

Lo que estas asociaciones dicen “considerar”, no es otra cosa que la versión policial, un estilo habitual en la dictadura franquista, transición y nuestros días. La policía, la guardia civil o la administración de turno hace una nota de prensa, con sus consideraciones, que son ya las de emitir juicio, y esa nota es el titular en los mass media. Esa es la información que llega la mayoría de las veces al ávido y honrado consumidor de información, sin contrastar, sin oír más voces: ¡la versión policial!

Esa nota será todo el amparo profesional a las compañeras detenidas, es decir, ¡nada! Lo mismo que a las decenas de informadores, periodistas, fotógrafos sancionados por la Ley Mordaza, lo mismo que a los cuatro comunicadores que nos informaron del acto pro fascista de Vox en Vallecas, metidos en un proceso acusatorio con denuncias falsas… Ahora un suma y sigue con la detención de otras dos informadoras que estaban presentes en el museo del Prado, y que ejercían su labor de periodistas, eso es lo que hicieron, contar lo que sucedió el sábado 5 de noviembre en el Museo del Prado, cuando dos jóvenes del colectivo Futuro Vegetal llevaron a cabo una acción de protesta en una de las salas de la pinacoteca. Son periodistas, informadoras, comunicadoras, pero de lo que no ejercen es de “chivatas”.

Bastante de toda esta represión hacia los y las informadoras la volvía a recordar Amnistía Internacional, hace solo cuatro días, en el informe Derecho a la protesta en España: siete años, siete mordazas que restringen y debilitan el derecho a la protesta pacífica en España (2), de muy recomendable lectura para saber de qué hilo penden nuestras cacareadas libertades.

El diario  El Salto (3), abría ayer con un editorial condenando la inaceptable detención de las periodistas que cubrieron la protesta en el Prado, “Si no se puede protestar, ni contar que se ha protestado, lo que se pretende es crear una sociedad obediente, muerta en vida”. Un editorial que llama a la solidaridad y el compromiso con la información. Un editorial que contrasta de frente con la actitud de las asociaciones de periodistas.

¡Libertad de Prensa! ¡Derecho a la Información! ¡Libertad de Comunicación!

Notas:
1.- Asociaciones de prensa creen que las periodistas detenidas en El Prado podrían ser “cómplices” y “tendrán que responder”
2.- Derecho a la protesta en España: siete años, siete mordazas que restringen y debilitan el derecho a la protesta pacífica en España
3.- El Salto condena la inaceptable detención de las periodistas que cubrieron la protesta en el Prado

* Miembro del Colectivo LoQueSomos. Otras notas del autor
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