Cadenas de deuda y vidas desplazadas

Cadenas de deuda y vidas desplazadas

Por Liz Ferrer & Eula Dela Sierra (Sumpai Mindanao)

Un nuevo llamamiento a la acción: resistir, imaginar y construir un mundo en el que nadie se vea atrapado por la deuda, obligado a migrar ni muera para sobrevivir

Enfrentarse al legado de las instituciones financieras en el Sur Global

El 2 de junio de 2025, personas de toda Asia y otros lugares se reunieron en la Universidad de Filipinas en Manila para participar en un impactante foro público titulado «Cadenas de deuda y vidas desplazadas: enfrentarse al legado de las instituciones financieras en el Sur Global», organizado por el Instituto Internacional de Investigación y Educación (IIRE) de Manila junto con una serie de grupos académicos y de la sociedad civil, a saber, el Programa de Estudios de Desarrollo Integrativo sobre Desarrollo Alternativo del Centro de Estudios de Desarrollo Integrativo de la Universidad de Filipinas (UP CIDS AltDev), el Departamento de Geografía de la UP, Focus on the Global South, Centro para la Defensa de los Migrantes, Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas (CADTM), Sumpay Mindanao, Centro de Recursos y Servicios Kaagapay OFW, Movimiento de los Pueblos de Asia sobre la Deuda y el Desarrollo y Coalición por la Liberación de la Deuda (Freedom from Debt Coalition).

Movimiento de los Pueblos Asiáticos sobre Deuda y Desarrollo

El foro fue un espacio para decir la verdad y mostrar solidaridad

Eric Toussaint, del CADTM, inauguró el evento con un discurso que no se anduvo con guantes: durante décadas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han apoyado dictaduras, impuesto duras reformas neoliberales y obligado a los países a entrar en ciclos de deuda que benefician a las élites mientras las comunidades sufren. Explicó cómo sus políticas han llevado a la pobreza generalizada, el colapso de los servicios públicos, la destrucción de los ecosistemas y la migración masiva de trabajadores, a menudo en condiciones de explotación. La postura del CADTM fue clara: estas instituciones no están rotas, sino que se construyeron así. Y es hora de sustituirlas por sistemas financieros democráticos y centrados en las personas, basados en la justicia, la equidad y la sostenibilidad.

Las perspectivas que siguieron fundamentaron esta crítica en la realidad vivida. Mae Buenaventura, de APMMD, compartió cómo la crisis de la deuda en el sur de Asia no se trata solo de números en una hoja de cálculo, sino de supervivencia. Desde la pandemia hasta los desastres climáticos y la inflación, la población está soportando el peso de crisis superpuestas, mientras que los gobiernos se ven abrumados por el aumento vertiginoso de los pagos de la deuda. Solo en 2023, los pagos de intereses en la región aumentaron un 62 %, mermando los ya limitados presupuestos para la sanidad, la educación y los servicios básicos.

A lo largo del foro, ponentes de Filipinas, Bangladesh, Pakistán y la India crearon una conciencia colectiva sobre el daño. Rovik Obanil, de la Coalición por la Liberación de la Deuda (Freedom from Debt Coalition), trazó cómo comenzó la espiral de deuda de Filipinas bajo Marcos y continúa hoy en día a través de la privatización y los impuestos regresivos. La abogada Tahrin Jerin, de Bangladesh, expuso cómo se producen los préstamos sin el consentimiento público, lo que empuja a las mujeres a trabajos vulnerables en el extranjero. Aminah Waheed, de Pakistán destacó que los recortes impuestos por el FMI han alimentado el acaparamiento de tierras, los desplazamientos y la pobreza. Sushovan Dhar, de la India, advirtió que incluso las fuerzas progresistas se muestran reacias a cuestionar el modelo de desarrollo basado en la deuda.

Desde Filipinas, el Dr. Ed Tadem denunció la política única del país de “apropiación automática de la deuda”, que da prioridad al pago de la deuda sobre las necesidades de la población, y propuso alternativas como un impuesto sobre el patrimonio. Irynn Abano, del Centro para la Defensa de los Migrantes, recordó a todos que la política de exportación de mano de obra de Filipinas se remonta a la era de Marcos, y que depender de las remesas de los trabajadores filipinos en el extranjero para sostener la economía tiene un costo en términos de separación familiar, inseguridad e injusticia.

Pero no todo fueron críticas: también se habló de alternativas de base para liberar a las pequeñas comunidades de las cadenas de la deuda. Bianca Martínez de Focus on the Global South destacó las alternativas locales que ya se están practicando: conservación de semillas gestionada por la comunidad, agroecología, sistemas de préstamos autogestionados y proyectos de soberanía alimentaria.

Estas son pruebas vivas de que otro camino es posible, uno basado en la solidaridad, el cuidado y la autodeterminación.

A lo largo del foro, un mensaje quedó claro: la deuda no es solo una cuestión financiera, sino una cadena que ata a las comunidades, desarraiga vidas y agrava la desigualdad; la deuda, la migración y la desigualdad son cuestiones políticas que no deben olvidarse y la deuda se ha convertido en una herramienta de dominación. Pero a través de la acción colectiva, la valentía de decir la verdad y las alternativas impulsadas por la gente, hay formas de liberarse.

El foro no solo terminó con una sensación de indignación, sino con un renovado llamamiento a la acción: resistir, imaginar y construir un mundo en el que nadie esté atrapado por la deuda, obligado a emigrar y a morir para sobrevivir.

* Nota publicada por el Comité para la abolición de las deudas ilegítimas

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