Cambio climático, grandes incendios y olas de calor devastadoras

Cambio climático, grandes incendios y olas de calor devastadoras

Norberto Ovando*. LQS. Agosto 2018

 

Los sistemas actuales de combate de incendios no están preparados para enfrentar un nuevo problema con raíz en las alteraciones climáticas

 

Científicos de las universidades de Wyoming (Estados Unidos) y Granada (España) predicen que el aumento de la temperatura en las últimas décadas debido al cambio climático provocará más y más incendios naturales en los Estados Unidos, en Europa y otras regiones del mundo. Estos fuegos serán más incontrolables, más peligrosos y más dañinos.

Datos

En este verano boreal las llamas se extienden desde la parte más oriental de Rusia hasta Quebec y Ontario, en Canadá, convirtiéndolo en un fenómeno global.

Un incendio devastador en Grecia, con al menos 88 víctimas fatales, es el más mortífero en Europa desde 1900, según la Base de Datos Internacional de Desastres creada por el Centro para la Investigación de la Epidemiología de Desastres en Bruselas.

En Estados Unidos, más de 90 grandes incendios estaban activos, habiendo consumido casi 368.000 hectáreas, arrasando con decenas de viviendas y obligando a evacuar a 37.000 personas. Hasta la fecha los incendios han consumido 1.6 millones de hectáreas, que supera en 14% el promedio de los 10 años anteriores.

Durante el verano 2017-2018 Brasil y específicamente en las zonas forestales de la Amazonía se registraron 208.278 incendios, un lamentable récord. Uno de los motivos fue la sequía agravada por el cambio climático y esto empeora los incendios, que se suman a los provocados por el hombre.

Lo mismo ocurrió en Argentina donde la sequía y la mala intervención humana provocó la quema de más de 1 millón 200 mil hectáreas de campos, montes y bosques en diferentes provincias.

Chile tuvo sus incendios forestales más extensos en la historia: ocho veces el promedio a largo plazo. Las emisiones de humo y ceniza desde incendios forestales contienen material particulado grueso y fino este último (menor a 2,5 micrones) es especialmente tóxico para la salud debido a que puede penetrar profundamente en los tejidos pulmonares, con efectos a largo plazo.

Japón registró 41 grados Celsius, la temperatura más alta desde que se llevan registros y ha dejado al menos 65 personas muertas. Cayeron récords en Massachusetts, Maine, Wyoming, Colorado, Oregón, Nuevo México y Texas. En Noruega, Suecia y Finlandia, países fríos, han sufrido temperaturas superiores a 32° C.

Durante el mes de julio se han igualado o batido 125 récords de olas de calor continentales cada vez más frecuentes, prolongadas y extremas en distintas parte, según la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés).

Fenómenos extremos

El climatólogo Noah Diffenbaugh, de la Universidad de Stanford dijo, “Tenemos pruebas contundentes que el calentamiento global está pesando en la balanza, elevando las probabilidades de fenómenos extremos como el calor grave y las lluvias intensas” y agrego, “Vemos que el calentamiento global ha incrementado las probabilidades de temperaturas récord en más del 80% del planeta y de eventos lluviosos en la mitad del planeta”.

El mundo se vuelve más cálido debido a la acumulación de gases que atrapan el calor, emitidos por la quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas. Los expertos dicen que la corriente en chorro -que dicta la temperatura en el hemisferio norte- tiene un comportamiento extraño.

“Desde hace semanas tenemos una corriente en chorro con pliegues inusualmente agudos”, dijo Jeff Masters, director del instituto privado Weather Underground. “Eso permite que el calor permanezca en los lugares donde están los pliegues: Europa, Japón y el oeste de Estados Unidos”.

Michael Mann, climatólogo de la Universidad de Pennsylvania asegura que, “Estos fenómenos extremos se vuelven más comunes debido al cambio climático provocado por el hombre y, en particular, el calentamiento ampliado del Ártico”.

Un estudio de científicos europeos publicado el viernes halló que la ola de calor europea actual tiene el doble de probabilidades de deberse al calentamiento global causado por el hombre, aunque esas conclusiones todavía no han sido verificadas por otros científicos.

“El mundo se vuelve más cálido y las olas de calor como éstas se vuelven más frecuentes”, dijo Friederike Otto, integrante del equipo y subdirectora del Instituto de Cambio Ambiental en la Universidad de Oxford.

La climatóloga Kim Cobb, de Georgia Tech, dijo que “La relación entre el cambio climático y los incendios todavía no resulta tan contundente como en el caso de las olas de calor, pero se está volviendo más clara”.

Conclusión

Los sistemas actuales de combate de incendios no están preparados para enfrentar un nuevo problema con raíz en las alteraciones climáticas.

Necesitamos urgentemente controlar el cambio climático si queremos evitar muertes tan dramáticas como las que están ocurriendo estos días y prevenir fenómenos meteorológicos incluso más extremos en el futuro.

* Norberto Ovando es Presidente de la Asociación Amigos de los Parques Nacionales (AAPN),  experto de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (WCPA) de la IUCN, e integrante del Grupo de Investigación de Ecología del Fuego
– Imagen de la NASA: mapa de los incendios forestales en el mundo

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