Censura democrática

Censura democrática

Cuando una democracia no deja que circule el debate plural y permite que la mayoría social controlada por la desinformación imponga sus criterios se convierte en la herramienta de un modelo totalitario que se disfraza de democracia, transformándose ésta en una careta.

Es lo que Herbert Marcuse llamó “la tolerancia represiva”. Pero es que incluso se disfraza a la censura, y lo hace de aparentemente lo contrario. De esta manera se tergiversa la información, sobre la cual se van a tomar las decisiones colectivas y, muchas veces, personales.

La manipulación convierte al ciudadano en un “manipulo”, soldado romano que hace lo que todos en bloque, a las órdenes de un general. De ahí el término.

No se prohíben los mensajes, sino que se hacen cientos de falsos debates, se repite la información controlada a la que siempre faltan datos necesarios. Estos en ocasiones se citan de pasada, sin dar importancia. ¿Cómo que no lo hemos dicho?, dicen los informadores cuando se hace una queja. Pero el fondo de lo que sucede no aparece nunca.

Lo peor de todo es que quien es manipulado lo es porque acepta serlo. Hay un cinismo que Sartre llamó “la mala fe”: saber que es falso lo que se piensa o se conoce, pero admitirlo por conveniencia o comodidad.

No es compatible la censura y la democracia, pero una democracia construida sobre la base de la censura hace que encajen los poderes económicos con la elección de los representantes del pueblo.

Ya Benito Pérez Galdós dijo que en España puede haber república, una, dos y las que sean, pero nunca habrá republicanismo porque de la misma manera son cerrados y necios los de derechas y los de izquierda. Igualmente no puede haber democracia sin cultura democrática y sin información verídica, en la que se diga toda la verdad y no sólo una parte que se repita insistentemente. Lo cual exige la complicidad de gente sin escrúpulos e ignorante que se deja engañar para fastidiar a alguien y de esta manera sentirse superior.

Unos cuantos ejemplos:

El tema de Riaño se ejecutó con total crueldad sobre la base de una falsedad que se repitió hasta la saciedad: se iba a regar 84.000 hectáreas con aquel embalse. Era imposible, pero sindicatos agrarios, caciques de los pueblos corearon un teatro de hambre y necesidad, ocultando lo que luego sucedió: la especulación de las tierras. Reconvertir las tierras a regadío sirvió a muchos propietarios para recibir una subvención para que volviesen a ser de secano con el fin de proteger a las avutardas.

Años después no hay nada de ese vergel. Ayuntamientos de tierras de futuros regadíos han ofrecido sus terrenos para ser cementerios de residuos radiactivos, que no podrían comercializar sus productos. Fue grotesca la mentira: Se ocultó un informe de la FAO, descubierto años después que aconsejaba no hacer tal proyecto porque daría lugar a más excedente. Se dijo que una manifestación de agricultores fueron entre 50.000 y 100.000 manifestantes, frente los 10.000 en contra. Se informó en una portada que un eurodiputado, José Alvárez de Paz del PSOE, llevó al parlamento europeo con cientos de ejemplares que repartió. Cuando ya se votó sobre este proyecto el periódico sacó una nota advirtiendo que pudieron ser unos 7.000 manifestantes. Fue el fotógrafo Mauricio Peña quien dio la foto panorámica avergonzado de lo que se había informado. Tal manipulación fue decisiva. Tampoco se dijo que se estaba debatiendo una ley de evaluación de impacto ambiental que desestimaría anegar 8 pueblos. Por eso las prisas en destruir sus casas y expulsar a los paisanos del lugar. Se repitió la falsa información hasta la saciedad: que pagaron a los de los pueblos, sin hablar de que fue una expropiación forzosa, de que había una voluntad de devolver el dinero aquél. Descubierta la mentira con los años no pasa nada. Todos los informes técnicos para que se hiciera el embalse resultaron falsos. Tampoco se advirtió de los peligros, que cuando sucedan nadie se hará responsable, bueno la culpa: de los ecologistas.

Con la manifestación de las marchas de la dignidad el 22M de este año ha sido un ejemplo más. Se reduce la noticia unos incidentes violentos que nada tuvieron que ver con las marchas, ni con los objetivos, sino que fue contra ellas, porque los violentos consideran que la acción social no violenta forma parte del sistema… Se magnificó la figura de Adolfo Suárez con su muerte para tapar la noticia. Aunque en internet salieran fotos de la mayor manifestación nunca habida y de sus contenidos, la información social quedó castrada y orientada hacia manipular a los votantes de los dos partidos mayoritarios mediante advertir a través del miedo sobre el “peligro” de votar contra la corrupción endémica de ambos partidos mayoritarios. La información dada en los medios de comunicación más vendidos fue sobre la base de enfocar escenas de agresiones que sembraron la inquietud para que una mayoría desinformada exija “mano dura”. El avance de las marchas se obvió. Poco antes se dijo que eran fuerzas de extrema derecha y se ocultó que miembros de esta tendencia participaron también en los actos violentos. No se informó de que la violencia suscitada fue ajena a las marchas de la dignidad, sino que se asoció a éstas.

Recientemente en la capital leones se hace un manifestación que junta dos temas contrapuestos: el del AVE y el de la FEVE. El tren de alta velocidad y el de vía estrecha son infraestructuras contrarias. La prensa azuzó la rivalidad territorial y apuntó a que Valladolid lo tiene. No se publicaron las opiniones de voces críticas y en los foros de internet los que se vieron descubiertos con tal manipulación las borraron. Se involucró a la izquierda populista, sin ideas, que apoyó saliendo de la mano de empresarios y políticos de la derecha.

El sesgo informativo hizo se uniera todo el espectro político institucional, ante la falta de criterio propio. La gravedad del asunto es que se quita el dinero a la gente con recortes que afectan a muchas familias, en sanidad, prestaciones sociales, becas, dependencia, arreglos de calles, y se quiere dar una enorme cantidad de dinero que se saca de estos recortes a unas empresas en forma la mayor parte de beneficios. Justifican unos cuantos puestos de trabajo en condiciones de máxima explotación y nada se dice del destrozo de la montaña en el túnel que está acabando con el agua del subsuelo, nada de que es un obra que no hace falta y se engaña a través de “expertos” de que es para traer el desarrollo, cuando es éste el que empuja nuevas infraestructuras y no al revés. Todo un despropósito. El gobierno no lo haría ante el miedo de un nuevo Gamonal, pero usa a asociaciones de vecinos para decir que lo hace presionado por la gente. Otra vez el mismo engaño soez. Socios de asociaciones subvencionadas, mientras que otras no lo están, gritan y claman por León, pero León en abstracto. Mientras la prensa ensalza este tipo de maniobras y se alaba a los que presiden la asociación que se ven empujados a seguir este juego perverso quequita el dinero de todos a los pobres, para dárselo a los ricos que luego invertirán fuera de la provincia, porque el dinero no tiene fronteras, y a los que reciben de esta manera el dinero público lo único que les importa es su bolsillo. La misma asociación que fue correa de trasmisión del engaño con la plaza del Grano, que a cambio de arreglar las aceras hacían un proyecto de transformación de la plaza por 644.000 euros, que luego tras la movilización de muchas personas quedó en unas obras de presupuestadas en 60.000 euros. Nada de esto se ha dicho. Una manipulación más, una censura más al debate.

Es curioso que sin que haya dinero debido al pago de la deuda el ministerio de fomento dé un presupuesto y una fecha para hacer las obras del AVE, sin que sea de primera necesidad esta obra y el dinero publico acabe en manos de cuatro empresarios y no sirva para nada.  Es algo que estuvo amañado: una vergüenza. Dos millones de personas no logran que el gobierno dé una solución a los parados porque  no hay dinero y muchísimas menos presionan tanto como para dar millones de euros del erario público a varias empresas para hacer unas obras que no hacen falta de manera inminente, ¿no es raro?.

Y lo mismo con el tema del paro: se tergiversan las cifras,se juega con el empleo temporal y se sacan de las listas del paro a quienes hacen cursos de formación que están en paro… No se informa del problema de fondo, de alternativas como la Renta Básica. Por tal motivo sólo la lucha ciudadana hará que las cosas cambien, despertando del letargo de la falsa información y acabar con la censura “democrática”.

La democracia castrada es lo que Rafael Parrado llama “el fascismo sonriente”.

* Ramiro Pinto

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– Ilustración de J.R. Mora

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