Collage. Sudán, de Nubia a la secesión y los golpes militares

Collage. Sudán, de Nubia a la secesión y los golpes militares

Por Nònimo Lustre. LQSomos.

Esquina superior izqda.: rey Fuad I, 1924. Esquina inferior izqda.: el faraón nubio Nefertumjura Taharqo en postura oferente; bronce y pan de oro; museo del Louvre. Esquina inferior drcha.: coronados por el convencional dibujo de un guerrero ‘negro’, algunos reyes nubios reconstruidos en 2003, museo de Kerma o Kush. Centro: el faraón Taharqo en un dibujo del año 2023.

Este collage nace de una sorpresa: la irrupción en una revista popular de cuyo nombre preferimos no acordarnos, de la imagen de un faraón nubio. Tal lotería cayó en Taharqo (Taharqa, Tarcos, Taracos, Saraco o, quizá, incluso Tirhaka) a quien, por su negritud y por su condición de nubio, los medios de divulgación se empeñan en degradar como rey de Kush cuando fue un destacado faraón nubio cuyas dinastías XXV y XXVI, pese al acoso del Imperio Asirio, dominaron el Nilo ca. 690-664 ane. Que durante milenios se haya negreado a todo un faraón -en algunos dialectos del castellano, negrear equivale a discriminar negativamente-, nos obligó a estudiar un agujero en la geografía de África y en la Historiografía: Nubia, hoy Sudán.

Ahora bien, un dictamen atribuido a varios pensadores famosos, señala que “cualquier lugar observado fijamente nos lleva al eón de los dioses”. Para analizar este aserto, nos fijamos en Sudán y, en efeto, en cuanto renunciamos a los embrutecedores medios de desinformación, de la Antigua Nubia brota un aluvión de enseñanzas, locales la mayoría y universales algunas.

PRIMERA PARTE

Del helenocentrismo al eurocentrismo
Alejandro Magno postrado ante el Sumo Sacerdote de Amón. Francesco Salvini, ca. 1530-1535; British Museum

Aunque, desde el Renacimiento, negar las raíces orientales -menos las mesopotámicas que, a fuerza de obvias, sólo se disminuyeron-, del saber heleno fue la perturbadora tarea que dominó la iconografía y la episteme de Europa (cf. supra, imagen eurocentrista), aventuramos que la responsabilidad de la consolidación del helenocentrismo recae en la pre-imperialista y romántica aristocracia británica. Esta obsesión ‘helenocéntrica’ (creencia en que el Mundo se definió en una autárquica Grecia Madre), se popularizó tras la muerte en Missolonghi -por malaria, no en batalla- de Lord Byron (1788-1824) Probablemente, la repercusión mediática que generó el óbito del poeta, facilitó en 1842-1855 la financiación de otro agente -esta vez, empírico- contra el helenocentrismo: las grandes excavaciones arqueológicas en Egipto y en Irak.

Por fortuna, la Europa decimonónica todavía era diversa. Por ello, simultáneamente a Byron, el romanticismo germano puso las primeras piedras para demostrar que la antigua Hélade no fue autónoma ni única fuente de sabiduría sino que se construyó partiendo de influencias orientales. Fue el caso del alemán Eduard Gottlob Zeller (1814-1908), erudito que introdujo el término “eclecticismo” en el sobredimensionado corpus helénico [cf. A History of Eclecticism in Greek Philosophy, 1883, traducción del 2º vol. de su iconoclasta Die Philosophie der Griechen in ihrer geschichtlichen Entwicklung; La filosofía de los griegos en su desarrollo histórico; múltiples ediciones entre 1844 y 1923; traducción al castellano: Rovira Armengol,1955] De eclecticismo a escepticismo sólo hay un paso. Siendo el ‘factor escéptico’ el primer eslabón en las concatenaciones del método científico, debemos mucho a la sagacidad del teólogo Zeller -no sólo en el corpus greco-oriental.

Durante casi dos siglos, la haragana inercia académica de Occidente (para el irónico indígena Vine Deloria Jr., su “tradición oral”) mantuvo vivo al helenocentrismo. Por culpa de esa nefasta flojera, para estudiar al siguiente erudito ‘heleno-orientalista’, hay que saltar de Zeller hasta el contemporáneo Burkert. En su recensión sobre una obra de este autor no-perezoso (cf. Walter Burkert. 2002. De Homero a los magos. La tradición oriental en la cultura griega; Barcelona; edición original Da Omero ai Magi, Venecia 1999), De la Fuente -apud Burkert, obvio- se expresa con una rotundidad que echábamos mucho en falta:

“Los griegos, en efecto, no lo inventaron todo. La tradicional atribución de los mayores avances de la humanidad a la civilización occidental encuentra en el llamado genio griego uno de los pretextos y lugares comunes más hábiles y más reiterados. Tanto es así, que la repetición de estas ideas durante siglos creó una opinión fuertemente arraigada en Occidente acerca de su propia excelencia y superioridad, un eurocentrismo o, si se quiere, helenocentrismo que fue promovido con fuerza desde las escuelas de filología y pensamiento surgidas con el Romanticismo alemán.” (D. Hdez. de la Fuente. 2005. “De Mesopotamia a los griegos”, en Revista de libros; sus versalitas)

Item más, esa recensión subraya un hecho fundamental: observando que la Ilíada copia en infinidad de episodios al Poema de Gilgamesh, se infiere que las joyas de la cultura europea, los alfabetos, nacieron en Oriente. Aunque para estas notas bien podríamos habernos centrado en Burkert, por motivos prolijos de explicar, hemos preferido acudir a Martin Bernal, autor de Black Athena (1987; sospechamos que todavía sin traducir al castellano)

En la Introduction de esta voluminosa obra, campea una cita que nos ha animado a redactar estas notas: “Almost always the men who achieve these fundamental inventions of a new paradigm have either been very young or very new to the field whose paradigm change” (Thomas Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions) Obviamente, no somos jóvenes pero sí novatos en este campo. Sin embargo, no aspiramos a desafiar a ningún paradigma de los que dominan la imagen occidental de la antigua Grecia.
El actual eurocentrismo parte de un axioma: la “presunción de aislamiento”, un concepto que Bernal utilizó para restringir el helenocentrismo [cf. Bernal, “Response to Robert Palter”: I find the presumption of isolation of the cultures around East Mediterranean held by most Hellenists, ancient historians and archaeologists of the Aegean extremely implausible”, pág. 445], que metodológicamente puede aplicarse a cualquier potencia europea que haya sido hegemónica en algún momento del pasado o del presente. Para rebatir esa especie de ‘narcicismo autárquico’, consustancial al supuesto aislamiento de los griegos clásicos -y, asimismo, para recomendar su contrario, cosmopolita y ‘mestizo’-, Martin Bernal enumera cuatro razones: proximidad geográfica, solapamientos temporales, evidencias materiales del contacto y -para la Grecia antigua-, las tradiciones griegas de los préstamos culturales originarios de Egipto y del Levante (ibid.) Bernal elaboró ese concepto seminal tras estudiar a varias culturas (China, guerra sino-india de 1962, Vietnam y Japón) hasta desembocar en su opus major, Black Athena -sobre la influencia oriental en la hasta hace pocos años sedicente cultura autónoma y hasta (repito) autárquica de la Hélade Clásica.

Si, olvidando su expansión planetaria, reducimos el eurocentrismo de Occidente a ese “euro” que se clava en su título, es obvio que santificar el aislamiento en países vecinos, ha tenido consecuencias desastrosas -entre otras, el chovinismo, ahora edulcorado en nacionalismo. Ejemplo: las ‘guerras mundiales’ entre cristianos que hablan lenguas parecidas entre sí (menos las euskéricas y las ugro-finesas, surgen todas ellas de un tronco común denominado “indo-europeo”) y cuyas respectivas historias chovinistas están inextricablemente entrelazadas.Portada de una edición de Martin Bernal, Black Athena. The Afroasiatic Roots of Classical Civilization, 1987.

[Otros papers complementarios disponibles en internet: Palter, R. 1993. “Black Athena, Afro-Centrism, and the History of Science”, en History of Science, 31(3); crítica a Bernal 227-287. doi:10.1177/007327539303100301. Bernal, M. 1994. “Response to Robert Palter”, en History of Science, 32(4), 445–468. doi:10.1177/007327539403200404. Bernal, M. 1998. “On Robbing Native American Cultures”, en Current Anthropology, 39(4), 512–514. doi:10.1086/204762 -donde, con notorio escepticismo, Bernal se hace eco de la semejanza (sólo formal) entre algunas obras nubias ‘negroides’ y las colosales cabezas olmecas, de gruesas bembas, descubiertas en México]

La Antigua Nubia estaba entre la 6ª y la 1ª cataratas del Nilo. Habitualmente, al decir ‘Antigua’, nos referimos al lapso de tiempo que va entre la Edad de Bronce (ca. 5000-3000 ane) y la fase Napatan- Meroítica (ca. 3000 ane-350) En buena parte de esos tiempos, Nubia rivalizaba en África con Egipto; en los ejércitos del faraón abundaban los mercenarios nubios pero no sabemos si también entre los constructores de las pirámides -detestamos la actual propaganda mediática que se empeña en considerarles como ‘obreros’ para ocultar torticeramente su condición de esclavos. En todo caso, entre 1.500 y 1.000 ane, Egipto se anexionó Nubia… hasta que los faraones negros -i.e., nubios- devolvieron el golpe, conquistaron el Egipto de los sucesivos Imperios y fundaron varias dinastías, desde la XXV hasta la que tuvo a Meroe como capital Meroe, ya en el siglo IV ‘de la era cristiana’. Evidentemente, son muchos siglos en los que el Antiguo Egipto se confundió con Nubia hasta el punto de que no es fácil distinguir uno de otro -dicho de otro modo, en los que no ha habido interés occidental en distinguirlos.
Sin embargo, dejando aparte la germinal fase arqueológica de la Edad del Bronce, tras las obras pioneras que inauguró Zeller, ahora encontramos muchos detalles que demuestran esa seudo-fusión. Por ejemplo, Plutarco de Queronea (ca. 50-ca. 120) fue discípulo de Amonio (Ammonius de Egipto) quien seguramente le enseñó a desconfiar de Heródoto, el “Padre de la Historia” si creemos en la Historia eurocéntrica. Huelga añadir que Plutarco-Ammonius nos deleitan denunciando la Herodoti malignitati a través del opúsculo “Sobre la malevolencia de Heródoto”, incluido por Plutarco en su Moralia (cf. César Sierra. 2014. “Plutarco contra Heródoto: Razones de una censura”, pp. 23-46 en Talía dixit. ISSN 1886-9440)

Debemos al poder mediático del invulnerable Heródoto una leyenda que se narra como auténtica: la expedición de 50.000 soldados que el emperador persa Cambises II envió a Siwa en el año 524 ane, gira maldita que se perdió entera en el desierto. Herodotianas aparte, se sabe que, en los remotos tiempos de la dinastía XIX, los egipcios ya habían construido un cuartel en ese oasis -y un templo a Amón. Mucho después, ca. el siglo VI ane, bajo el faraón Amasis, trotamundos griegos pasaron por Siwa y fusionaron Zeus con Amón. En otra muestra del imperialismo cultural helénico, llegaron a difundir la especie de que Siwa había sido fundada por Dionisios, visitado por Heracles y por Perseo e incluso que la primera Sibila del templo egipcio-heleno fue hermana de la Sibila del santuario de Dodona -por supuesto, en la Hélade. Caray, cuando la familia permanece unida, se consigue que Griechenland über alles.

Hay muchos más ejemplos -plutarquianos a menudo- que peroran sobre el famoso oasis de Siwa quizá porque multitud de referencias, incluidas las coránicas, narran la peregrinación que hasta él llevó a Alejandro Magno ‘Hijo divino de Amón’. Gracias a alguna dellas, observamos la distancia religiosa que hay entre el Viejo Testamento y el Corán: en el primero, una presuntuosa y arquetípica autoconmiseración judía: “Moisés rehusó ser llamado hijo de la hija del Faraón, prefirió recibir maltrato junto con el pueblo de Dios que gozar por un tiempo de los placeres del pecado” (Hebreos 11: 24-25) En el segundo, siglos después, la musulmanía se muestra menos puritanamente agresiva y más respetuosa con la Historia. De ahí que, en el Corán, Alejandro Magno sea dhul karnein (o dhu al-qamayn; cf. Sura 18, La Caverna, # 82 ss.), el Bicorne –karn = cuerno, también significa extremidad-, un claro tributo al macedonio que “conquistó Oriente y Occidente.”

SEGUNDA PARTE

Al igual que toda África, más de un siglo después de que Occidente invadiera Sudán -literalmente a saco-, este país todavía está pagando la destrucción generalizada, el expolio material y el saqueo cultural causado por el Imperialismo británico. Aunque podríamos remontarnos a la invasión napoleónica, vamos a situar su establecimiento definitivo en 1898, cuando Londres se vengó de que unos derviches -“unos desharrapados moros fanáticos”- hubieran ejecutado tres años antes a Gordon Pachá, uno de sus militares más internacionalmente dañinos. A partir de esa fecha, se adueñó de la antigua Nubia pero dizque compartiéndola con Egipto -una vez más, la pamema del indirect rule.

Una venganza británica, 1885-1898

El actual Reino Unido sufre periódicamente algunas crisis de nostalgia cuando rememora las glorias del hoy disminuido British Empire -sistémicamente, las apacigua cobijándose en los cuarteles de su heredero, el Imperio gringo. En el caso nubio-sudanés, Londres tiene una espina clavada en Jartum, la capital de Sudán ‘del norte’ donde fue decapitado Gordon Bajá, uno de sus decimonónicos Héroes militares. Aunque el general Charles George Gordon (1833-1885) quisiera disimular su vesania inventando para su mayor gloria eso de ‘Bajá’ -un apodo más propagandístico que árabe o turco-, su triquiñuela ‘pluricultural’ no impresionó a los levantiscos sudaneses.

Dada su ubicación estratégica a orillas del Nilo, a principios del siglo XIX Jartum pasó de aldea a capital del Sudán anglo-egipcio… y epicentro de la trata esclavista. Hasta que apareció Muhammad Ahmad ben as-Sayyid Abd Allah (1844-1885), conocido popularmente como El Mahdi, hoy todavía definido, no como el rebelde independentista que también fue, sino como “líder religioso musulmán”. Es decir, a su sublevación político-religiosa, la propaganda colonialista (judeo-cristiana nostálgica de los mesías) le amputó lo político para subrayar lo mahomético -en el siglo XXI, Europa aún añora y exporta las guerras de religión que concibió en el siglo XVI.

En 1885, los mahdistas, partidarios de instaurar una Yihad (= esfuerzo, no sólo lucha santa) que expulsara del Nilo a los ocupantes anglo-otomanos-egipcios y estableciera una república islámica, expulsaron a los invasores de Jartum, entonces al mando del falso Bajá británico. Este tal Gordon fue un serial killer de postín puesto que sembró la muerte en las guerras imperialistas de Crimea (batalla de Balaclava contra Rusia); en la segunda guerra del opio (1856-1860) contra China; en la subsiguiente contra los rebeldes Taiping (también en el Imperio del Centro pero esta vez ayudando a su emperador manchú, un mero títere); en India y, finalmente, contra el Mahdi. Dícese que Gordon era “religioso y místico”. No sabemos qué significa eso en un milico pero es evidente que confió demasiado en su ascendiente contra la morisma cuando entró solo en un Jartum que estaba asediado desde 1884. Londres pensó en abandonar Nubia-Sudán y promovió una campaña pública para que le enviaran refuerzos -que llegarían dos días después de su derrota definitiva. En 1885, los mahdistas reconquistaron la ciudad: Gordon fue decapitado y su cabeza, exhibida en una pica -en 1966, Jólibu defecó la película Khartum, con Charlton Heston encarnando a Gordon.

Seis meses después de vencer en Jartum, el Mahdi murió de tifus. Y, en 1898, las tropas dirigidas por lord Horatio Kitchener, derrotaron en Omdurmán a la alebrestada morisma -la tumba de El Mahdi fue profanada y su cráneo transformado en un tintero por orden del asesino profesional pero cristianísimo conde (earl) británico. Con medidas truculentas así, es de suponer que el Empire sanó y hasta vengó suficientemente su espina clavada. Lastimosamente, siglo y medio después no parece que sea el caso. El imperialismo tiene memoria de elefante y Londres sigue creyendo que Nubia-Sudán son suyos.

Kitchener pasando revista a sus sicarios hindúesLord Kitchener, el reconquistador de Jartum, en los albores de la primera guerra mundial prestó su catadura cuartelera para promover el alistamiento ‘voluntario’. Aunque, visto desde el diseño publicitario, hoy nos parezca un icono tosco, fue imitado para las guerras posteriores. Hoy, está firmemente incrustado en la belicista -o simplemente decorativa- cultura popular.

TERCERA PARTE

Estamos ¿cumplida o sólo chovinistamente? informados de que el 15 de abril estalló en Sudán una suerte de guerra civil entre dos Grandes Jefes: el general Abdel Fattah al-Burhan, Presidente de facto y jefe de la Sudan’s Armed Forces (SAF) y el general Mohamed Hamdan Dagalo (conocido como Hemedti), vicepresidente y jefe de las Rapid Support Forces (RSF), ahora etiquetadas por los media como paramilitares. Hasta hace nada, los dos generales eran íntimos amigos pues ambos habían colaborado a deponer en 2019 al anterior presidente, Omar al-Bashir y ambos habían pergeñado el (pen)último golpe de estado (2021)

A la drcha, Hemedti (RSF) A la izqda, Abdel Fattah al-Burhan (SAF)

Febrero 2023. Lavrov, canciller de Rusia, y el general Hemedti. Una foto que es utilizada para acusar a Rusia de estar involucrada en la guerra civil sudanesa. Hay otras fotos de Lavrov con el rival de Hemedti pero no suelen ser publicadas.

(Poco) más sobre estos Milicos con Charreteras: Burhan, con ocultas ¿y olvidadas? raíces en los Hermanos Musulmanes -lo cual disgusta sobremanera a Egipto y a los Emiratos Árabes Unidos (UAE) Golpista compulsivo, manda en la SAF -poseedora de aviación militar y de artillería pesada pero con una soldadesca bisoña. Ha sido, y no sabemos si lo sigue siendo, socio de Egipto, Arabia Saudita, Chad e Israel. Por su parte, las RSF presumen de contar con 100.000 milicianos -cifra imposible de comprobar. La propaganda occidental acusa a Hemedti de provenir de la milicia Janjaweed, dizque culpable de genocidio en la región del Darfur. Observemos las alianzas internacionales a las que ambos pueden aspirar:

Velay again, simpatías de cada bando -recordemos que son alianzas mercuriales, hoy con un bando y mañana… ya veremos: EEUU: ausente desde que las empresas chinas y, algo menos, las hindúes, dominan el petróleo sudanés, tanto del SS-Sur como el, poco, que hay en Sudán). Unión Europea: fiel a su eterna política de absolver a sus amigos genocidas, después de impedir que los generales golpistas fueran declarados responsables de las masacres de 2021 y 2022, está esperando que EEUU les pase la consigna del día. China: conoce a Burhan porque fue agregado militar en Pekín, pero -hasta la fecha- se ha negado a financiar a ninguno de los ejércitos en lucha; cuida sus voluminosas inversiones en los dos Sudanes. Rusia: dada la rusofobia desatada por los medios occidentales, sólo podemos decir que no sabemos nada -a lo sumo, protestaríamos porque estamos hartos de que parezca que la única empresa en el mundo que alquila mercenarios es la rusa Wagner, menor en tamaño que su amiga gringa y competidora BlackWater, luego denominada Xe y ahora Academi. ¿Huelga añadir que, para Occidente, Wagner compra “montañas de oro” a las RSF? Oficialmente, Rusia es neutral. Arabia Saudita: dizque neutral porque los dos bandos la han apoyado mercenariamente en el genocidio que perpetra contra Yemen. UAE: ¿Apoya a las RSF? Quizá, pero más por odio de Abu Dhabi a los Hermanos Musulmanes, amigos de Burhan, que por amor a Hemedti. Su ’plantilla de comunicadores’ difunde la especie de que ésta es una guerra proxy entre un Egipto quebrado y unos pujantes UAE. Egipto: absolutamente con Burhan. Libia: uno de sus señores de la guerra, el general Jalifa Hifter, alista continuamente a mercenarios de las RSF -ergo, está con Hemedti. Etiopía: disgustada con Jartum por el conflicto en el Triángulo al-Fashaga (cf. infra, Miscelánea) se inclina por las RSF. Chad: con las RSF.

Además de la SAF y las RSF, en Sudán también juegan un papel menor fuerzas como el National Congress Party, la Framework Agreement Signatory Coalition (unos 40 partidos civiles), el Justice and Equality Movement (de Darfur, no es árabe, veterano mercenario en Libia), el Sudan Liberation Movement’s Minnawi faction y su primo hermano el Sudan Liberation Movement’s Al-Nur faction. A todas estas fuerzas (repetimos, minoritarias), por querencias etnográficas, hemos de añadir al Sudanese People’s Liberation Army-North (con sede en las Nuba Mountains del Kordofán Sur)

MISCELÁNEA

Todo el curso medio e inferior del Nilo, Sudán incluido, pende de una colosal represa que se está construyendo sobre el Nilo Azul, aguas arriba dentro de Etiopía: la Grand Ethiopian Renaissance Dam (otros nombres y siglas: GERD, TaIHiGe, Millennium, Hidase) Comenzó a levantarse en 2011 y, en 2022, ya suministró una primera parte de la electricidad que, según el gobierno etíope, acabará con la miseria energética de ese país. Indudablemente, el impacto ecológico y social de esta macro-represa será enorme pero los países nilóticos afectados difieren sobre sus ventajas/desventajas -Egipto ha amenazado con bombardearla.

Otro conflicto que asoma en la frontera Sudán-Etiopía es la disputa sobre el Triángulo al-Fashaga (ver mapa en Apéndice gráfico donde también aparece la ubicación del GERD) Jartum aprovechó la guerra en la etíope provincia o Estado del Tigray para apropiarse de estos 250 kms2 de tierra fértil. En 2020, 6.000 soldados sudaneses invadieron el 95% de este Triángulo. Etiopía contraatacó, ejecutó a varios ‘invasores’ -según Sudán- y la micro-guerra continúa en estos momentos.

Sudán del Sur

Observando el mapa étnico incluido en el Apéndice gráfico, comprobaremos que Sudán del Sur (SS), uno de los países menos desarrollados del mundo, está habitado por indígenas en mayor medida que el Sudán ‘del Norte’ donde hay cierta homogeneidad étnica en favor de los árabes. En la Antropología de mediados del siglo XX, varios autores clásicos estudiaron en profundidad a los pueblos nilóticos Dinka, Nuer y Nuba; estos últimos, famosos desde que la cineasta nazi Leni Riefensthal les dedicó un libro ilustrado, hoy han pasado de ser aquellos hercúleos mozos a degenerar en unos grasientos ‘civilizados’ que, afortunadamente para la estética, ya no viven desnudos sino vestidos con harapos (ver fotos de su ruina en Las estrellas del alquitrán, 01.V.2017, en https://perezia.wordpress.com/2017/05/01/las-estrellas-del-alquitran/) La lingua franca o idioma predominante en SS es el árabe yuba, un pidgin o patois desarrollado en el siglo XIX entre los descendientes de los soldados del pueblo Bari.

El Canal Jonglei (ver mapa en Apéndice gráfico) es el más conocido de los proyectos ecocidas que, aparentando su mejoría, amenazan al Nilo… si se siguen los viejos planes diseñados por el colonialismo británico en 1907 y ‘actualizados’ en los años 1930’s. Básicamente, consiste en desecar unos humedales para llevar su agua al curso principal del Nilo. Para sus defensores, este Canal reduciría la evaporación de las aguas del Gran Río, Egipto ganaría un 5 o 7% de agua con la que se podría irrigar 1 millón de has. Para sus detractores -ver informes del prof. John A. Akec-, SS sería el mayor damnificado pues perdería pastos, pesquerías… y lluvia. A estas alturas, la discusión está lejos de haber sido zanjada. Resumen en castizo: “desnudar a un santo para vestir a otro.”

Las estrellas del alquitrán. En 2010, un año antes de la independencia de SS, la adjudicación del yacimiento petrolífero Bloque E (45.000 kms2 , entre 500 y 2.000 millones de barriles) FelipeX GonzaleX “pidió” a Omar al-Bashir, entonces presidente de Sudán, que la concesión para explotar ese petróleo fuera adjudicada a su querida empresa Star Petroleum (SP, registrada en 2005 en el paraíso fiscal de Luxemburgo y, en esas fechas, dirigida por el hispano-iraní Massoud Farshad Zandi) Como es habitual en los tejemanejes empresariales, la maraña que envuelve a SP es absolutamente opaca. En su ascenso intervinieron unos abogados y empresarios entre los que bástenos con mencionar un puñado de nombres de españoles de dudosa calaña política bastante conocidos por los lectores españoles. Velay: Joaquín de Arespacochaga (abogado, hijo de un ex alcalde Madrid 1976-1978, especializado en destrozar la capital), su segundo accionista Javier Merino (ex marido de la modelo Mar Flores), Juan Luis Cebrián (administrador, ex jefazo de Prisa/El País), Miguel Ángel Remón (ex vicepresidente de Repsol), Ali Shamekh (geólogo, con Gadafi ex jefe de la estatal Libia Oil), la familia Mesonero Romanos, Ignacio Yufera (hijo del fundador de Seur), Rafael Ansón (perverso polimorfo, asesor de Adolfo Suárez y director de RTVE), Alfonso Cortina (uno de los “primos Albertos”), Andrés Piedrahita (testaferro en España del estafador Madoff) y algunas joyas más que les ahorramos porque, según frase hecha, son “lo mejor de cada casa”. Andando el (poco) tiempo, SP se refugió en Seychelles y en Samoa, apareció en los Papeles en Panamá a través del bufete Mossack Fonseca y, finalmente, SS se cansó de su ineficacia y total incapacidad técnica y rescindió sus contratos en el Bloque E2 (cf. eldiario.es, 02.V.2017) Fin del pelotazo y desaparición de los 230 millones de euros que habían aportado los tiburones de su accionariado. Y FelipeX, ¿qué sabe?, ¿cuál fue su influencia en la violenta secesión del petrolífero país SS?: no sabe no contesta.

Sudaneses ¿hacia España? “Los sudaneses a los que España rechazó en la tragedia de Melilla: “Deberían ayudarnos, pero nos pegan”. Pese a los esfuerzos de los gobiernos español y marroquí de olvidar, negar y/o minimizar que, el 24.VI.2022, durante el enésimo intento de entrar en España saltando la valla de Melilla, la violencia de las tropas hispano-marroquíes causó una veintena o una cuarentena de asesinados entre los migrantes que lo intentaron, nosotros no olvidamos tan inicua esta matanza -por ahora, impunes. Estos migrantes resilientes (horrible vocablo que uso por primera vez), por ahora refugiados en Nador y en Casablanca, sobreviven a las torturas de las policías marroquíes. Según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, unos 300 sudaneses, están presos en las cárceles de Nador, acusados de los delitos de “entrada ilegal en Marruecos, facilitar la inmigración clandestina y ultraje a las autoridades” (cf. Sofía Català y Marc Ferrà, Nador–Casablanca; 26/04/2023, Deberían ayudarnos, pero nos pegan)

APÉNDICE GRÁFICO

El disputado triángulo Al-Fashaga y, algo más abajo, la etíope represa Renaissance.

Sudán del Sur: Proyecto “Jonglei Canal” (línea verde);
perímetro de los humedales del Sudd (línea roja)

Mapa étnico de los dos Sudán

Petróleo en el Sudán del Sur. Tras la secesión (julio 2011), Sudán ‘del norte’ perdió el 75% de las reservas petrolíferas que se quedaron en Sudan ‘del Sur’.

Sudán, guerras 1955-1972. “Negritos” con fusiles de asalto… y con vientres rebosantes de parásitos. Entre otras muchas edulcoradas, una foto trágica.

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