Collages: Missionalia

Collages: Missionalia

Por Nònimo Lustre. LQSomos.

Como acostumbran todas las mesnadas invasoras, las religiones presumen de sus Adelantados que, en este caso, son llamados ‘misioneros’. Vistas desde Occidente y calculadas en macrocifras globales, las Misiones son de dos tipos: las buenas y las malas. Las buenas son las cristianas y las malas, las mahométicas. Nos gustaría que sus respectivas fuerzas estuvieran equilibradas de manera que se entremataran y exterminaran entre ellas pero no es el caso: las ‘buenas’ son mayoría aunque nadie descarta que otras adoraciones como el budismo, el taoísmo, el jainismo, etc. alteren este estatus quo en el futuro. Hoy, vamos a comentar sólo a las cristianas.

Los misioneros cristianos son la vanguardia de un ejército imperialista dentro de una confesión casi tan militarizada como la sionista. Sus intrépidos batallones se autodenominan Compañía de Jesús o Legionarios de Cristo pero bien podrían llamarse Granaderos de la Virgen o Húsares del Niño Jesús, etc. Y tendrían razón porque –como veremos en la viñeta nº 8-, todas las misiones cristianas se han fundado a rebufo de la exhibición genocida de los ejércitos invasores. Obviamente, para evangelizar, la nuda fuerza de las armas es mucho más convincente que la incomprensible cháchara de las sotanas. Por ende, uno de los puntos en los que incidirá frecuentemente la propaganda misionera consistirá en censurar este hecho y en propalar que los misioneros han fundado, íngrimos y solos, sus respectivas misiones.

Hemos conocido a muchos misioneros cristianos, tanto católicos como protestantes. La mayoría eran demonios pero también hemos encontrado a algunos virtuosos –es decir, santos. Y les hemos visto levantar sus sedes misionales tras la pacificación de los territorios indígenas –excusamos decir qué entienden los ejércitos invasores por ‘pacificar’, vocablo ahora sustituido por ‘neutralizar’ o, peor aún, por ‘abatir’. Lo que hemos visto es que la Cruz NO es la primera en erigirse, ello pese a que, siendo un instrumento de tortura, sería entendido como sanguinario estigma aunque esta modalidad no formara parte de las culturas tradicionales. En realidad, hasta internet, lo primero que erigían los misioneros contemporáneos ha sido la antena de la radio.

Una vez bien comunicados con sus obispos -y con los cuarteles-, los misioneros han procedido al acaparamiento de los territorios indígenas con especial atención a los extremadamente duraderos activos inmobiliarios. Les encanta jugar a las casitas -quien tiene casita, tiene camita para los tiernos infantes. Pero no nos confundamos: no es que sean paidófilos de natural sino que poseer los cuerpos es el modo más placentero y evidente de demostrar su poder. En puridad, la bujarronería misionera es sólo un aspecto de la destrucción cultural para la que son entrenados desde los seminarios y los conventos. Pero, como las culturas invadidas les importan nada y menos, a veces cometen gruesos errores: por ejemplo, como creen que todos los pueblos tienen los mismos animales domésticos, crían gallinas u ovejas y luego se las comen –para horror de los indígenas que adoran a sus mascotas.

En el Tercer y el Cuarto Mundo, los misioneros católicos topan con sus (semi)colegas protestantes -entre los que abundan las sectas autónomas. Una misión hereje es un bastión opulento en dinero y vacío de buen gusto estético; y, en ambos supuestos, en esto se parecen a los católicos. Tanto unos como otros, plagian sus vetustas decoraciones y es mejor que no innoven porque, cuando se atreven a imitar la arquitectura en boga, el resultado es rematadamente feo aunque ellos sostengan que es moderno, pragmático, funcional, etc. Por lo demás, los herejes cultivan sus contradicciones librescas: aborrecen del tabaco porque no está en sus Sagradas Escrituras pero se atiborran de tomate y kétchup que tampoco está. Otrosí, huyen del alcohol que surge frecuentemente en la Biblia lo cual nos mete en un buen lío: el muy católico alcoholismo destruye los cuerpos y las sociedades invadidas mientras que la Ley Seca de los protestantes salva los hígados aborígenes pero trasforma a los invadidos en zombies. ¿Con quién nos quedamos o contra quién iremos?

NB. Menos el fondo de la viñeta nº 9, todas las ilustraciones provienen de revistas propagandísticas de misioneros católicos. Si nos obligaran a escoger un motivo icónico predominante en estas revistas, quizá escogiéramos aquellos que manifiestan su obsesión por ‘universalizar’ la más rancia iconografía mariana. Les fascina disfrazar a la Virgen María (Miriam, para los mahométicos) La cuelgan hopalandas y máscaras japonesas, turcas, etíopes, amerindias… ¿Por qué? Probablemente porque se ejercitan en el mezquino lema “Aparenta, aparenta, que algo queda”. Inocula a los invadidos que Miriam-María es igualita que sus señoras y, antes o después, tan grosero embuste acabará imponiéndose.

A continuación, una serie, las cuatro primeras de nueve (9) edificantes estampas en cuya confección sólo han intervenido las tijeras y el pegamento –cero photoshop.

1. HECHICERO EN BELÉN

Un brujo local se entromete en la representación de un Nacimiento-Pesebre-o-Belén africano. Los misioneros tradicionales, animistas o panteístas, son los primeros en ser caricaturizados por los misioneros ‘buenos’. Lógico, sobre el terreno, constituyen la primera competición por el monopolio de la Verdad -religiosa. En esta imagen, el indígena mágico ha escogido irrumpir en una ceremonia cristiana que da mucho juego teatral porque tiene animales, dioses magos regalones, hipotético drama puerperal, el drama del exilio e incluso un padre de la criatura de oscuro pasado y negro futuro. Y, por fortuna, el ‘artista’ misionero le ha diseñado con unos oros que contrastan con la grisura de los figurantes. Es como si un elefante irrumpiera en una cristalería de plexiglás.

Asimismo, recordemos que los Invasores acusan de supersticiosos a los sacerdotes indígenas –los brujos. Y, todavía peor, les niegan toda facultad terapéutica puesto que les niegan todo conocimiento de los remedios naturales. Sin embargo, es obvio que sabían sanar pues, de lo contrario, no hubieran existido cuando llegó la Invasión. ¿Lo hacían por sugestión?: pues podría haber sido en parte pero la sugestión cura. Y la palabra, también.

2. ESCLAVITUDES ÁRABE Y ROMANA

En África, la trata negrera se encasqueta automáticamente a los ‘traficantes árabes’ –léase, a un robusto competidor de los misioneros cristianos. Nada se dice sobre la mayor o menor tradición esclavista de los pueblos locales –común a todos los pueblos del mundo. Y, menos todavía, se menciona a los compradores blancos de las columnas de esclavizados. Se repite así la propaganda que sataniza a los narcotraficantes del Sur olvidando a los narcos del Norte que, a fin de cuentas, son los que venden –for a fee– los polvos prodigiosos a sus compatriotas.

Ahora, los satánicos misioneros mahométicos, crueles por antonomasia, han sido sustituidos por los píos misioneros cristianos. Si, como indica la viñeta superior, los moros tenían palacios recubiertos de oro y pedrería, sus herederos también los tienen pero, además, tienen Bancos y cajas fuertes donde resguardarlos con vistas a la especulación permanente. Si la prosperidad de los esclavistas musulmanes se apoyaba en la explotación inmisericorde de los negros, la exuberancia de los cristianos se fundamenta en los mismos factores sólo que ahora con modernas palas y carretillas.

3. ANSIAS DE UNIVERSALIDAD

Ni el más enloquecido de los emperadores occidentales imaginó siquiera que dominaría a todo el planeta. Pero, por el contrario, hasta el último sacerdote de cualquier religión está seguro de que su dios-diablo subyugará al mundo. Hasta los ínfimos monaguillos quieren ser emperadores katolikós –universales. Esta estampa mezcla proto-acólitos asiáticos y africanos con el añadido de un misionero católico aplicándose a domeñar el llanto de un minúsculo negrito –con sus oscuros tejemanejes, quizá lo esté causando.

La katolicidad –no necesariamente cristiana- gozó en el Medioevo con un concepto exclusivo: unos engendros a los que clasificaron como ‘los universales’. Pasaron los siglos y aquel artificio demostró su vacuidad… hasta que resucitó en el siglo XX. Su fundamento era tan simple como falso: la Humanidad vivía unas pulsiones comunes que, con la peor intención, identificaron con virtudes teologales sencillas de cuidar y cuidarlas: amor, odio, envidia, avaricia, etc. Cierto, pero se metieron en un jardín en el que lo que no es trivial, es burda mentira. Cierto también que existe una indiscutible unidad del género humano pero no es menos cierto que sus obras difieren radicalmente según los pueblos. Lo demuestra la antropología. Cada cultura elabora unas herramientas, físicas y/o simbólicas, para lidiar con variadas funciones pero su efectividad es variable llegando desde la utilidad máxima hasta su contrario –lo superfluo. Todo esto es suprimido por los misioneros. Para esta casta monoteísta, todos los humanos veneran a un mismo dios y da igual que unos lo ejerciten con sacrificios humanos y otros con benignos mantras.

4. ATAQUE CONTEMPORÁNEO DE OCCIDENTE CONTRA ORIENTE

Discurrieron los siglos, se popularizó el té (chá para los cultos), los narcotraficantes occidentales encabezados por el Imperio británico destruyeron China obligándola a consumir opio, los japoneses la invadieron masacrando a ciudades enteras y, ahora, es el Imperio del Centro el que vende cosas y, sobre todo, articula un pernicioso sistema de control social que vende a Occidente. Antes, un poeta español decía “voy a China a orientarme”. Hoy son los occidentales los que se orientan –mal, muy mal.

[Continuaremos con las restantes cinco estampas]

Y tenemos más … ‘Top collages’:
Missionalia
Collages en Navidad
Magnos eventos del futuro: 5 estampas
Magnos eventos del presente: 5 estampas
. Magnos eventos del pasado: 5 estampas
. Segunda parte: Diez estampas femíneas en sus collages
· Primera parte: Diez estampas femíneas en sus collages
· Otra serie de collages sobre la reproducción animal y humana

Más artículos del autor

Síguenos en redes sociales… Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es Diaspora*: lqsomos@wk3.org Telegram: LoQueSomosWeb Twitter: @LQSomos Facebook: LoQueSomos Instagram: LoQueSomos

LQSomos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar