Colón, ahorcador compulsivo de españoles

Colón, ahorcador compulsivo de españoles

Por Nònimo Lustre. LQSomos.

En los ocho años que discurrieron entre 1492 y 1500, Colón y su familia ahorcaron o degollaron sin formalidades legales a quince españoles –amén de mutilar a dos señoras. Durante esos años, por la isla fortín de La Española pasaron y/o residieron un millar de españoles. Quince asesinados – entre ellos tres acusados de sodomía- sobre una población fija o itinerante de mil súbditos, es una cifra mínima porque los Colombo no siempre levantaron un proceso escrito contra sus adversarios. Además, no incluye a los mutilados y torturados. Cabe preguntarse, si así se comportó con sus compatriotas, qué no haría contra los indígenas…

Misterios de la Historiografía hispana: el documento clave para para conocer esta negrísima cara de la andadura de Colón en su primer asentamiento en el Caribe, no fue ‘descubierto’ y publicado hasta el año 2.006. Es el expediente jurídico que el comendador Francisco de Bobadilla le incoó en el año 1.500 a resultas del cual fue destituido de su virreinato y enviado preso a Castilla (ver Consuelo Varela e Isabel Aguirre.2006. La caída de Cristóbal Colón. El juicio de Bobadilla. Marcial Pons ed., Madrid; ISBN 978-84-15817-33-8)

 

No he encontrado grabados de las víctimas ni de sus ejecuciones perpetradas por don Christóforo y famiglia. Horca con la actual bandera española en una exposición de 2017 en La Casa Invisible, Málaga.

‘Relación de ajusticiados’ (apud Varela y Aguirre)

Pedro de Alarcón. Rebelde, compañero de Adrián de Múxica (ver infra) Antes de ser ahorcado, recibió tormento. Su sentencia pasó ante el escribano sin proceso previo. Alarcón “no se avía ydo con intención de ser contra el Almirante ni de matar a ninguno, salvo porque el Almirante le avía vendido un cavallo en mucha quantya de maravedís e otras cosas de ropa al sueldo e que se lo azía pagar en oro, e que pensando remediarse de esta deuda se avía ydo de allí”.

Luis de Comillas. Sufrió proceso –léase, tortura. Según declararon varios testigos, porque gritó ¡Viva el rey! Por pendenciero, antes había sido desterrado al Cibao. Probablemente fue ahorcado porque “avía dicho que, quando se quiso yr a Castilla, el Almirante estuvo ençerrado mes e medio enmendando las sentençias falsas que avía dado para yr a dar cuenta al rey”. Las vivas al rey se entendían como rebeldía contra la política del Almirante. Surgen en muchos procesos, casi siempre especificando denuncias concretas. Por ejemplo, dícese que estando Bernal de Pisa en la Ysabela, “salió en la calle [¿quién o quiénes?] con una lança en la mano diziendo: ‘Viva el Rey, Viva el Rey’, volviendo por la comunidad çerca de los mantenimientos que el Rey mandava dar a la gente, e no ge lo dava el Almirante, e porque no enviava las caravelas que avían de yr a Castilla e las que avían de yr a descobrir e rescatar como complía a serviçio de su alteza; [el Adelantado] mandólo prender dentro en la iglesia”.

Gaspar Ferriz. Ahorcado por sodomita; aragonés. Su caso, ha hecho “correr ríos de tinta” porque “Las Casas, siempre benévolo con Colón, afirmó categóricamente que el almirante no mandó entonces ahorcar a nadie y que ese Gaspar no figuraba en la nómina de condenados que él había visto años más tarde” (Varela, 25-26)

Pedro Gallego. Despensero del almirante. Ahorcado, junto con el mayordomo Vanegas (ver infra), por vender pan de la alhóndiga a algunos cristianos. No hubo ni pesquisa ni proceso pero sí tortura.

Martín de Lucena. Ahorcado porque “havía ydo a buscar de comer”. En el pregón patibulario constaba “porque se avía ydo entre los yndios e avía llevado armas”. En su condena a muerte pudo ser decisivo que, en el tormento, “confesó que avía dormido con yndia”.

Juan de Luján. Alcaide. Ahorcado –o degollado- por traidor y homosexual, según constaba en el pregón, refiriendo que, “quando dezía ‘sodomético’, callava Luxán, e quando dezía ‘traydor alevoso’ dezía que mentía”. Según otro testigo, fue degollado porque, junto a Bernal de Pisa, había hecho una pesquisa contra Colón.

Cristóbal de Madrigal. Había acudido a las Indias en el segundo viaje enrolado como ballestero. Rebelde del bando de Múxica. Ahorcado en Santo Domingo poco antes de llegar Bobadilla, al parecer porque junto con Bolaños, “tenían ordenado de matar al alcalde Françisco [Velázquez] e juntarse con don Fernando e alçarse con la ysla”.

Cristóbal Moyano. Rebelde, compañero de Múxica. Sometido a tormento. Fue ahorcado en la Concepción. Confesó que se había apartado, “por las sinrazones quel Almirante le fazya”. No hubo proceso pero fue ejecutado porque “avía sacado en los prometidos de las rentas de los diezmos un cavallo, e que después gelo cargó el Almirante en su sueldo e que, como se vio perdido en aquella deuda, que no supo qué azer, que determinó de yrse a Xaraguá”.

Miguel Muliart. Contador, francés. Concuñado de Colón. Murió a consecuencia de las torturas que padeció por haber traducido al castellano una carta de fray Juan, escrita en francés, a los reyes.

Adrián de Múxica. Alzado contra Colón. Fue ahorcado en la Concepción. Sin proceso. Varios testigos narraron que, cuando le ahorcaron, “dezía que dexaba condenados a muchos que no tenían culpa“. Se dijo que quería liberar a Fernando de Guevara, que estaba preso en la cárcel de Santo Domingo. Otro testigo dijo que “no demandava la vida porque sabía que tales cosas como aquellas avía visto pagar con una muerte”. Otros refirieron que “quería tomar el oro del almirante”. Se apartó de Colón, “por quanto estava muy aborrido de lo que el Almirante le mandava azer e de demandar muchas penas e calunyas a las gentes, e porque veía que todo aquello era contra justiçia e razón, que por eso se quería yr a Xaraguá por quitarse de los inconvenientes fasta que veniese otro mando”.

Pedro Riquelme. Atormentado en Santo Domingo. No quedan claros los motivos de su ajusticiamiento.

Gonzalo Rodríguez de Bolaños. Rebelde del bando de Múxica. Ahorcado en Santo Domingo poco antes de llegar Bobadilla. Según un testigo, fue ejecutado porque, junto con Madrigal, “tenían ordenado de matar al alcalde Françisco [Velázquez] e juntarse con don Fernando e alçarse con la isla”.

Gaspar de Salinas. Escribano de cámara. Era criado de Bernal de Pisa. Fue ahorcado porque Juan Ramírez le había acusado de homosexual. Según otro testigo, fue ajusticiado porque como escribano dio fe de la pesquisa que para los reyes hicieron Bernal de Pisa y Juan de Luján.

Juan Vanegas. Mayordomo de Colón. Llegó al Nuevo Mundo en el segundo viaje colombino. Fue ahorcado el 22.XI.1494 porque, junto con Pedro Gallego, había vendido “çiertos panes de bastimento a los cristianos”. Otros testigos, declararon que “porque se avía igualado de palabras con don Diego”, el menor de los Colón. No tuvo pesquisa ni proceso. El alcaide no quiso firmar “la sentençia porque dezía que no merecía muerte”.

Jorge de Zamora. Ajusticiado por los indios. El Almirante, ordenó al cacique Guayonex que lo matase “porque le yva a espiar” y para que “no se juntasen otros con él”. Había abandonado la Concepción harto de trabajar y medio muerto de hambre, “que no le davan cada día más de media torta de caçabe e syn otra cosa”.

 

Las mujeres. En el año 1.500, sólo ocho mujeres blancas residían en aquella isla maldita. Entre ellas, dos gitanas (egipcianas) homicidas: Catalina de Egipto y María de Egipto. En La Española había por lo menos una casa de citas, que era regentada por Teresa de Baeza y por su marido Pedro Daza. En aquel burdel debía trabajar una mujer casada que había tenido quehaceres con el Adelantado. Enterado don Bartolomé Colón, ordenó castigar a la alcahueta cortándole la lengua. Pero no fue el único caso de deslenguamiento y azotamiento contra las féminas; de hecho, en el expediente de Martín de Lucena consta que “Yten, dize que el Adelantado, andando de noche azechando por las casas, [e] que oyó dezir a dos mugeres, que la una se dezía Teresa de Baeça e la otra Ynés de Malaver, que el Almirante e el Adelantado heran de baxa suerte e que don Diego, su hermano, aprendyó texedor de seda, e que por ésto les mandó cortar las lenguas e açotallas, e que lo sabe porque lo vió”.

[Bajo el título La idolatría colombina”, esta nota fue publicada el 27.IV.2021 en una versión ampliada]

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