Condenamos la política fascista anti-inmigrante de EEUU

Por Agencia LQS*
“Llamamos a repudiar la militarización de fronteras por sus nefastas consecuencias, pues donde quiera que ha sido impuesta en el pasado, solo contribuye a agravar la situación que supuestamente se pretendería enfrentar…”
Cuando las economías colapsaron después de la crisis de la pandemia creció la migración hacia el norte. Entre 2019 y 2021, cayó el producto interno bruto de Colombia, Perú, Ecuador, Brasil y el de Venezuela, mientras que la economía de Estados Unidos y Canadá crecia. Reproducimos el comunicado conjunto que nos envían las compañeras del MCP de Colombia respecto a la nueva política del Donald Trump.

Comunicado:
El avance de ideas e instalación de gobiernos fascistas en diversas latitudes del mundo, exalta hoy en EEUU, un discurso de odio que pretende responsabilizar a los trabajadores inmigrantes de la delincuencia, el desempleo, los grandes problemas económicos y sociales, en general de grave crisis que afecta al sistema capitalista en diversos países.
La ofensiva ideológica de las oligarquías y ultraderechas se traduce en la militarización de fronteras y criminalización de la migración indocumentada, como estrategia para supuestamente estabilizar y salvar de la crisis económica y la delincuencia las sociedades en crisis.
Esas políticas reaccionarias desplegadas actualmente en EEUU por el gobierno Donal Trump afectan a millones de trabajadores inmigrantes procedentes de los países de América Latina y el Caribe.
Nuestros partidos y organizaciones políticas como integrantes del amplio espectro democrático y antimperialista del cual hacemos parte, recordamos que la salida de fuerza laboral desde los países en nuestra región hacia los países capitalistas desarrollados, además de poner de manifiesto las profundas desigualdades y la restricción de derechos que predomina en nuestros países, comprende una política
ampliamente promovida por EEUU, con la colaboración de los demás gobiernos de la región, que fortalece los modelos de explotación y acumulación impuestos por los imperialistas del norte para la maximización de sus ganancias.
La dependencia respecto de EEUU precisa que la formación y movilidad de la mano de obra de nuestros países se ajusta, antes que a nuestras necesidades, a una división internacional del trabajo en la que predominan los intereses, demandas y pujas de los imperialistas.
Ciertamente, la imposición por el imperialismo de gobiernos neocoloniales y entreguistas para asegurar el saqueo de las riquezas de nuestros países, convierte a los pueblos latinoamericanos en tributarios netos del desarrollo del capitalismo en Estados Unidos y otras potencias imperialistas.
Dichas circunstancias junto al hecho cierto de la presión que ejerce en el imaginario colectivo el espejismo de un supuesto “paraíso del capitalismo” en los países imperialistas, actúa como estimulante para una población desesperada a la que le niegan alternativas de trabajo digno y toda realización de sueños colectivos en su tierra.
Es una verdad incontrovertible que esa expulsión de mano de obra es provocada por la propia lógica de funcionamiento del sistema capitalista en la época del imperialismo, agravado en las últimas décadas por las características de los cambios demográficos operados en la estructura de población en esas sociedades en la que destaca su envejecimiento.
Advertimos que en el caso de Estados Unidos esa política discriminatoria forma parte de su estrategia para enfrentar la inocultable decadencia geopolítica en que le ha colocado la evolución de las contradicciones inter-imperialistas en las últimas décadas. De ahí su interés en recolonizar América Latina, para lo cual aranceles e inmigración se revelan como armas de una “política de chantaje y dominación.
Es en ese contexto, que el vocero de la oligarquía en el poder en EEUU apela a una jerga populista de chantaje hacia los países de América Latina, procurando con ello lograr nuevas concesiones a favor de las empresas multinacionales norteamericanas y su hegemonía.
Subsecuentemente la ofensiva anti-inmigrante, se traduce en un símbolo que permite al presidente de EEUU, igual que a los gobiernos de corte fascista en otros países, legitimarse ante su electorado.
Visto que la aplicación de dicha política, además de su carácter injusto, de dominación y control sobre territorio y riquezas de América Latina y el Caribe, se realiza en violación flagrante de la propia legalidad burguesa en materia de inmigración y derechos humanos (Convención sobre el Estatuto del Refugiado de 1951, los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales, la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares de 1990, entre otros). Corresponde incentivar la organización y la lucha de los trabajadores inmigrantes y nacionales del país receptor, contra la criminalización de la migración y la defensa de los derechos de todos los migrantes.
Así mismo llamamos a repudiar la militarización de fronteras por sus nefastas consecuencias, pues donde quiera que ha sido impuesta en el pasado, solo contribuye a agravar la situación que supuestamente se pretendería enfrentar.
¡Llamamos a los trabajadores y los pueblos a responder unificadamente con fuerza y decisión contra la embestida del capital!
¡Abajo el imperialismo!
¡Viva la lucha de liberación nacional y social de los pueblos!
Latinoamérica y el Caribe, febrero 10 de 2025
*Frente Amplio (República Dominicana)
*Frente Antifascista de Venezuela
*Frente Popular Revolucionario -FPR- (México)
*Movimiento por la Constituyente Popular -MCP- (Colombia)
*Unidad Popular Revolucionaria Antiimperialista -UPRA- (Venezuela)
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