Cronología de un suicidio no anunciado
Mónica Oporto*. LQSomos. Enero 2014
El suicidio del fiscal Alberto Nisman está siendo manipulado con turbios fines políticos. La oposición es la derecha, los medios hegemónicos <como dijo un dirigente político (1) “te atacan como partido político y se defienden con la libertad de prensa”>, y crean un escenario que es consumido por muchos sin cuestionar.
Los analfabetos funcionales consumen sin crítica los titulares de los diarios o los zócalos de la pantalla del televisor en sus programas (canal TN, canal 13 etc.).
El grupo Clarín exporta sus mentiras. Envenenan las cabezas de las personas aquí y allá. La Presidenta Cristina Fernández se pregunta en una
extensa comunicación: “¿Quién puede creer que alguien que tenía tan grave denuncia institucional contra la Presidenta, su Canciller, que profesa la fe judía o contra el secretario general de una organización juvenil que cuando ocurrió el atentado estaba en 5º año del secundario, se fue de vacaciones y de repente las interrumpe y en plena feria judicial, sin avisarle al juez de la causa, presenta una denuncia de 350 hojas que evidentemente debía tener preparadas con anterioridad?
¿O será que alguien se las dio cuando volvió? Que por una de esas raras casualidades es al día siguiente de la marcha en Francia por los actos terroristas en París.
¿Es casualidad también que ese mismo día 12, que el fiscal regresa imprevistamente al país, el diario Clarín titula: “Más de 4 millones, de pie contra el terror en Francia”? (2)
Continúa la Presidenta analizando hechos y una secuencia de tres tapas de diario opositor… caramba! Qué casualidad… todo el mundo se acuerda que Magnetto decía que con tres tapas de su diario volteaba un gobierno. He aquí las tres tapas que se mencionan en la carta de la presidenta Cristina Fernández:
La cronología es más o menos esta:
El fiscal denunciante se había ido de vacaciones a Europa a mediados de diciembre. Regresó, cortando abruptamente sus vacaciones, el día 7 de enero -casualmente se producía en Francia la masacre-. Ni bien llegó comenzó con sus denuncias. Gravísimas denuncias contra la máxima autoridad de Argentina.
En el mes de enero se produce la feria judicial, descansan, no hay actividad judicial, se puede levantar si alguna situación lo amerita.
Nisman hizo la presentación, pero la jueza Servini de Cubría (la misma que lleva las denuncias de familiares de víctimas del franquismo) consideró que no había causa suficiente que sirviera para levantar la feria.
Mientras tanto, ¿qué hacía la oposición? Se alineó detrás del fiscal, más aún, se “colgaron” de las denuncias del fiscal. Una reconocida zigzagueante diputada que ha pasado, sucesivamente, por los Montoneros, pasando por todo el arco político, hasta ahora que milita en la derecha, el PRO, que es el partido que sería en España el PP o en Venezuela el MUD). Esta diputada, Patricia Bullrich, preside la comisión de diputados y citó al fiscal para que declarara.
Allí comenzó el debate: la sesión debe ser pública -dijo el oficialismo, los kirchneristas- (desde la lógica, si la denuncia del fiscal fue pública, ¿por qué las declaraciones deberían quedar en privado?) para que el público interesado pudiera conocer “de primera mano” el tema, evitándose así las versiones interesadas y/o distorsionadas. En tanto, la oposición, clamaba por una sesión secreta bajo el sonsonete de que “el oficialismo quiere hacer callar al fiscal”.
Pues justo el día previo a declarar, Nisman apareció muerto.
Nisman tenía diez policías para su custodia personal, policías que él conocía hacía ya varios años y a los que él les decía dónde quería que lo resguardaran. La misma procuradora Gils Carbó había puesto a su disposición incrementar la custodia.
Como durante el domingo 18 notaron que no respondía al teléfono, ni siquiera había recogido los diarios, fueron a su departamento en la zona de Puerto Madero (la zona más cara de Buenos Aires, en un edificio “inteligente” que posee cámaras que monitorean quién entra y quién sale, con ascensores con clave de clave de seguridad…). Concurrieron la madrugada del lunes con la madre del fiscal. No pudieron abrir pues el departamento estaba cerrado. Hubo que recurrir a un cerrajero para abrir la puerta. El fiscal estaba caído en el sanitario de modo que obstruía la puerta. Un arma y un casquillo de calibre 22 que luego se comprobó era de esa arma… y un disparo de bala en la sien.
Suposiciones varias de los medios de comunicación, acostumbrados a hacer de la verdad un show, embarrando la cancha hasta dejarla intransitable de especulaciones y dudas.
Lo cierto es que el fiscal tenía conexiones con los servicios de inteligencia de Israel y de EEUU, interesados ambos en que investigara la pista iraní, por una cuestión geopolítica (Santiago O’Donnell. Argenleaks. Páginas 31 a 39) en detrimento de la pista local y de la pista siria.
En tanto que el periodismo que tomó el caso con responsabilidad y seriedad señala que la denuncia del fiscal (300 hojas) adolece de inconsistencia. Esto quedó en evidencia a partir de que la Presidenta Cristina Fernández ordenó desclasificar y abrir los archivos de documentos del tema AMIA.
Cada vez más queda en claro que esta es una operación orquestada por un sector de la inteligencia y está destinada a erosionar al gobierno en clara actitud destituyente. Es que cuando se patea el hormiguero… Unas semanas antes de estos hechos desde el Poder Ejecutivo se procedió a reestructurar el Servicio de Inteligencia (3).
Del otro lado un pueblo. Están los que decodifican la realidad y los que degluten a pie juntillas la papilla mediática que los envenena.
Notas:
1.- César Jaroslavsky
2.- Otra vez: tragedia, confusión, mentira e interrogantes
3.– El despido del ex espía Stiusso, detrás de la denuncia de Nisman contra Cristina
– La lucha desesperada por ocultar a los verdaderos autores del atentado
– Archivos desclasificados
Más artículos de la autora
* Mónica Oporto es miembro de la Asamblea de redacción de LQSomos
VOS SOS NISMAN?
¿Asi que vos sos Nisman?
Yo soy Luciano Arruga (Muerto extrañamente luego de no querer “trabajar” para la Bonaerense)
Yo soy Maximiliano Kosteki y Darío Santillán (Muertos por la espalda por balas policiales. Cuyas vidas se fueron por “culpa de la crisis” a decir de Clarín)
Yo soy Marita Verón (Aunque desde que su madre Susana Trimarco reconociera los méritos de este gobierno en la lucha contra la trata, tenga mucha menos prensa)
Yo soy Jorge Julio López (Desaparecido por los protagonistas del pasado que Macri y Massa dicen que hay que enterrar)
Yo soy Lourdes Di Natale (Ex secretaria de Emir Yoma y testigo en la causa armas. Misteriosamente caída desde el balcón de su casa justo antes de declarar)
Yo soy Marcelo Cattaneo (Testigo del caso IBM-Banco Nación. Ahorcado. Con un recorte periodístico sobre el caso entre sus pertenencias)
Yo soy René Favaloro (Suicidado por las deudas de su fundación y que el PAMI se negaba a pagar. PAMI que en esos días era administrado por el actual Jefe de Gabinete del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Rodriguez Larreta y cuya área de liquidaciones estaba en manos del periodista y vaticinador apocalíptico Tomás Bulat)
¿Y vos sos SOLO Nisman?
Que lástima. Yo pensé que te interesaba la justicia