El PCE de José Díaz y el Frente Popular

El PCE de José Díaz y el Frente Popular

Por Antoni Puig Solé*. LQSomos.

A pesar de que el FRENTE POPULAR logró una victoria electoral que acabó con el bienio negro y apartó del gobierno a un partido fascista, como era la CEDA.

A pesar de que tras la victoria electoral se arrancó la amnistía de los treinta mil revolucionarios encarcelados y la readmisión de obreros y campesinos que habían sido despedidos y represaliados por su participación en el movimiento insurreccional de octubre de 1934.

A pesar de que abrió la posibilidad de hacer efectivo un programa democrático que podía ser seguido por una revolución socialista.

A pesar de que ayudó a construir desde prácticamente la nada un Ejército que combatió a los fascistas españoles y extranjeros.

A pesar de todo esto, hay quienes se empeñan en ver al FRENTE POPULAR cómo nocivo y la antesala de las posiciones reformistas que ahora imperan en las izquierdas mayoritarias.

Está desvirtuación no sólo ha sido alimentada por aquellos que siempre se han presentado como contrarios al FRENTE POPULAR, entre los que ocupa un papel destacado la corriente trotskista, lo cual, hay que reconocerles que es coherente.

También la alimentaron personas que en su día protagonizaron el FRENTE POPULAR, como Fernando Claúdin e incluso algunos de los que lo reivindicaron siempre.

La carta de Stalin

Resulta curioso, por ejemplo, que en el prologo a la versión española de los escritos de Togliatti sobre la guerra de España se llegue a decir -leo textualmente- que:

La vía parlamentaria abordado por Jruschov en el XX Congreso del PCUS de 1956, fue formulada por Stalin, ¡veinte años antes, a finales de 1936!

Esta supuesta formulación de la vía parlamentaria al socialismo se busca en una carta de Stalin a Largo Caballero. La carta decía lo siguiente:

La revolución española se abre caminos que, en muchos casos, difieren del camino recorrido por Rusia. Lo determina así la diferencia de premisas de orden social, histórico y geográfico, las exigencias de la situación internacional, distintas de las que tuvo ante si la situación rusa. Es muy posible que la vía parlamentaria resulte un procedimiento de desarrollo más eficiente en España de lo que fue en Rusia.

A partir de estas palabras se quiere asociar a Stalin y a la política de FRENTE POPULAR, al reformismo y al electoralismo que se impuso tras el XX Congreso del PCUS y que tanta fuerza han logrado.

Lo que expuso Stalin, era obvio cuando se había conseguido una victoria electoral contra la cual los fascistas se levantaron en armas, En aquellas condiciones, es cierto que la cuestión parlamentaria asumió una relevancia mayor de la que tuvo en Rusia. En Rusia, acabar la guerra era una tarea principal. En España, en cambio, lo principal era organizar la guerra contra los golpistas que se alzaron contra un Parlamento democrático, salido de las urnas.

José Díaz se anticipó a lo que Stalin comunico a Caballero

Por otra parte, lo que hace Stalin es, únicamente, repetir lo que JOSÉ DÍAZ señaló en el discurso pronunciado en el Salón Guerrero, de Madrid, el 9 de febrero de 1936. Allí, dirigiéndose a los anarquistas, decía:

Es tal la situación en que nos encontramos hoy, que la papeleta llevada a las urnas, en este momento, tiene casi el mismo valor que tenían los fusiles en Asturias, en el movimiento de Octubre. Una cosa no excluye la otra, cada cosa a su tiempo.

En un discurso anterior, explicativo del VII COGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA, al que me referiré más adelante, José Díaz señalaba que

como marxistas-leninistas, sabemos dar a nuestras teorías la aplicación certera en cada instante preciso. Si fuéramos un partido de pedantes que contempláramos el mundo desde la atalaya de la suficiencia y de la infalibilidad, empleando siempre los mismos procedimientos de lucha y la misma táctica, sin preocuparnos de los cambios de situación, entonces no seríamos el partido del proletariado. Afortunadamente, no es así́ y sabemos apreciar en cada momento qué táctica y qué procedimientos conviene utilizar para servir mejor la causa de los trabajadores.

¿Tendremos que repetir una vez más que es a toda costa necesario saber aprovechar las contradicciones en el campo de la burguesía y saber utilizar a los aliados que temporalmente nos brinde una situación determinada? Creo que todos vosotros sabéis que eso es precisamente la esencia del marxismo-leninismo.

Todo esto nos permite entender el contenido de la carta de Stalin, de la que algunos han querido sacar conclusiones que no concuerdan con su verdadero contenido.

El Frente Único Proletario

No se puede desvincular, como sus críticos suelen hacer, la política de FRENTE POPULAR del VII CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA, de la política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO, formulada en los congresos anteriores.

La propuesta de FRENTE ÚNICO PROLETARIO apareció, bajo este nombre, en 1920, pero, como intentaré explicar, hundía sus raíces en la táctica leninista durante la revolución rusa de octubre de 1917.

Lo que los comunistas perseguían con el FRENTE ÚNICO PROLETARIO era ganarse a la mayoría de la clase obrera para la acción revolucionaria, partiendo de una realidad donde la mayoría de los obreros y campesinos se encontraban fuera del PARTIDO COMUNISTA y, en la mayoría de los países, organizados por otras corrientes políticas.

Esto, en el caso español, era aún mucho más evidente, pues la aparición del PARTIDO COMUNISTA, se produjo cuando los trabajadores sindicados se encontraban, o bien en las filas de una CNT anarquista o en las de la UGT, hegemonizada por el PSOE, y esto durante la república y en la guerra, no se pudo superar.

La política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO, que el PARTIDO COMUNISTA fue formulada por la INTERNACIONAL COMUNISTA en 1920. Proponía la unidad de los partidos obreros y de sus sindicatos, alrededor de un programa mínimo, centrado en reivindicaciones básicas. Una vez acordado, se pretendía poner a las socialdemócratas en la disyuntiva de luchar coherentemente para conseguirlo y los comunistas debían comportarse como el sector más firme en esa lucha,

Esta política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO, se ha querido asociar al abandono del llamamiento a constituir soviets, llamamiento que, si se hacía con los mismos términos que en la Rusia de 1917, tenía poco sentido en España dónde los obreros más consciente estaban organizados en dos grandes sindicatos: CNT y UGT y dónde aún no se habían dado las condiciones para la toma de poder.

El precedente de los Soviets

Sin embargo, la política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO comportaba la aplicación de la táctica que empleo Lenin, con su llamamiento a dar todo el poder a los soviets.

Para Lenin, el sujeto de la revolución no era el PARTIDO BOLCHEVIQUE, que se limitaba a ser su vanguardia. Eran las grandes masas populares, y dentro de ellas, las clases trabajadores se habían dotado de sus propios mecanismos de unidad a través de los soviets.

En los soviets de obreros, los bolcheviques no eran mayoritarios y allí confluían otras corrientes políticas como los mencheviques y los socialrevolucinarios. Lenin consideró que esta experiencia soviética se debía extender a otros sectores populares, como los campesinos y soldados, entre los cuales los bolcheviques aún eran más minoritarios. Para que todos confluyeran, se lanzaron tres reivindicaciones: PAN, o sea, mejoras económicas para los proletarios. TIERRA para los campesinos, PAZ, para que los soldados dejaran de perder su vida en la guerra.

Se trató, pues, de un precedente de la política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO y de FRENTE UNIDO. Los soviets permitieron que estas políticas prosperaran. La diferencia estaba, en todo caso, en que el llamamiento de todo el poder a los soviets, respondía a una coyuntura en la que la toma de poder estaba al alcance de la mano, mientras que la propuesta de FRENTE ÚNICO PROLETARIO de 1920 se formula en una coyuntura de reflujo revolucionario y cuando la contrarrevolución se había impuesto en algunos países, con ayuda de los socialdemócratas.

No fue casual que la política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO se lanzara alrededor de 1920 año en el que Lenin publicó EL IZQUIERDISMO, ENFERMEDAD INFANTIL DEL COMUNISMO.

Ejemplos recientes

Para entender mejor está política, pondré dos ejemplos más recientes en los que, a pesar de no haber utilizado este nombre y sin que, en algunos casos, sus promotores ni tan sólo se percataran de ello, se aplicaron políticas de FRENTE UNICO PROLETARIO.

Un primer ejemplo sería la aparición de COMISIONES OBRERAS en la década de los sesenta. Las COMISIONES OBRERAS no fueron una creación de los comunistas; las crearon los obreros en su lucha, dentro de un marco dictatorial en el que se había destruido las organizaciones sindicales históricas y donde los obreros habían sido obligados a afiliarse a un sindicato fascista, junto con la patronal. Las COMISIONES OBRERAS agrupaban a trabajadores de manera unitaria, independientemente de sus militancia política y se convirtieron en el FRENTE ÚNICO PROLETARIO, en los años previos a la transición.

Un segundo ejemplo lo tuvimos con la división sindical consolidada, por lo cual, encauzar el FRENTE ÚNICO PROLETARIO a través de CCOO no era viable. La transición impuso la división sindical, con CCOO y UGT, principalmente, pero esto no evitó que prosperaran políticas de FRENTE ÚNICO PROLETARIO, precisamente cuando la socialdemocracia estaba en el gobierno. El 20 de Junio de 1985 se produjo una Huelga General contra el recorte de las pensiones. Fue promovida por CC.OO y otros sindicatos menores, pero pese a que UGT no convocó, asumió las reivindicaciones de la misma y sus dirigentes no se comportaron como esquiroles, como habían hecho en huelgas anteriores.

La sombra de aquella huelga ha sido impresionante. Sin ella no se puede entender la relevancia reciente de la MAREA DE PENSIONISTAS.

Tres años después de aquella huelga, se convocó una nueva huelga general, en aquel caso con la participación de la UGT, un 14 de diciembre de 1988, cuando Felipe González seguía en el gobierno y aquella huelga logró una participación antes nunca vista.

Hoy, en cambio, la socialdemocracia ha doblegado la política de FRENTE UNICO PROLETARIO y los sindicatos mayoritarios se inclinan por la política de negociación institucional, pero este no es el tema que ahora nos ocupa. Lo que me interesaba era rememorar aquellos ejemplos para clarificar en qué consiste la política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO.

Frente Único Proletario y Frente Popular

Volviendo a la época del PCE de JOSÉ DÍAZ, se hace necesario señalar que la política de FRENTE UNICO PROLETARIO, no sólo no fue abandonada por el VII congreso de la internacional comunista, cuando formuló la propuesta de FRENTE POPULAR, sino que se encuentra en su base. Basta recordar que el título del informe de DIMITROF fue: LA UNIDAD DE LA CLASE OBRERA Y LA LUCHA CONTRA EL FASCISMO.

Si ustedes leen aquel informe verán que prácticamente la mitad trata del FRENTE UNICO PROLETARIO, con voluntad de corregir los errores cometidos antes con la aplicación de la llamada política de clase contra clases y con la utilización del concepto social fascismo. Se adecuó la política de FRENTE UNICO PROLETARIO a una coyuntura donde la expansión del fascismo y el peligro de una nueva guerra mundial, eran el primer problema.

La parida del social-fascismo 

Quiero aprovechar, de pasada, la referencia a aquella corrección, para hacer una breve mención al concepto social fascismo, que a veces se ha tratado de una manera simple para estigmatizar a los comunistas. Este concepto sólo fue utilizado puntualmente en algunos casos y en algunos países.

El argumento de fondo era que el capitalismo había llegado a un estadio dónde, en función de la coyuntura, la burguesía, para frenar la revolución. recurría unas veces al fascismo y otras a la socialdemocracia. Por otra parte, había determinados planteamientos, supuestamente radicales e incluso supuestamente revolucionarios, detrás de los cuales se encontraba un verdadero planteamiento fascista.

Esta concepción prosperó durante unos años en los que la socialdemocracia se incrustó en las instituciones burguesas, con la finalidad de gestionar el sistema.

Se trataba, a fin de cuentas, de una idea parecida al concepto PPSOE, que tanto se coreo hace unos años en las plazas y que fue una de las “aportaciones teóricas” del primer PODEMOS. Algo parecido ocurre actualmente, con una parte del independentismo, que pone a PP y PSOE al mismo nivel o en parte del españolismo que considera burgueses a todos los independentistas y a veces incluso los trata de fascistas.

Las alianzas obreras como Frente Único Proletario disminuido

Tras el IV CONGRESO del PCE celebrado en Sevilla en marzo de 1932, ya se empezó a aplicar la política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO, con unos criterios muy parecidos a los que el VII congreso de la internacional comunista formuló después.

Por aquellas fechas, prosperó una política enana de FRENTE ÚNICO PROLETARIO, patrocinada por Largo Caballero, que consistía en una alianza entre la UGT y los trotskistas, bajo el nombre de Alianzas Obreras. El PCE, advirtió que en un país como España, donde la mayoría de la población trabajadora vivía en el campo, no se podía dejar a parte a los campesinos y, además, era necesario contar con la CNT. Pese a ello, consideró que un punto de partida podía ser su adhesión a las alianzas obreras y así lo hizo.

Dentro de las alianzas obreras los comunistas participaron en la Revolución de Asturias, y, pese a que ahora algunos lo quieres esconder, también participaron en el movimiento insurreccional de Cataluña, en defensa de la republica catalana, donde varios comunistas perdieron la vida al lado de militantes del BLOC OBRER I CAMPEROL, del PARTIT CATALÁ PROLETARI y de los ESCAMOTS D’ESTAT CATALÁ. Juntos cayeron en el mismo tejado de las ramblas de Barcelona. Luego, Joan Comorera, quien fue Secretario General del PSUC, fue encarcelado junto al President Companys.

Cuando la represión se cegó sobre el movimiento revolucionario, el PCE no escondió su participación en el mismo, sino quela reivindicó y puso en marcha un movimiento de solidaridad, a través de diferentes organizaciones de masas, como el SOCORRO ROJO y los grupos de intelectuales e incluso envió a los hijos de los represaliados a las escuelas de Moscú. Todo ello contribuyó a dar un nuevo empuje a la política de FRENTE UNICO PROLETARIO.

El VII Congreso

El VII congreso de la internacional comunista corrigió, como ya hemos dicho la política de FRENTE ÚNICO PROLETARIO y, a su vez, dio un paso adelante al sugerir la unificación de socialistas y comunistas, en un único partido proletario, adherido, ¡esto sí!, a la internacional comunista, basado en el marxismo-leninismo y en el centralismo democrático.

No explicaré ahora cuál fue el contenido del VII Congreso de la internacional comunista. Tenemos una explicación excepcional del mismo, en el discurso que JOSÉ DIAZ pronunció en el Coliseo Pardiñas, de Madrid, el 3 de noviembre de 1935, titulado precisamente: EL VII CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA SEÑALA EL CAMINO

Pensemos que JOSÉ DÍAZ participó activamente en el VII Congreso e incluso fue elegido para sus organismos dirigentes. Se trata, pues, de un testigo del que nunca se debería prescindir al analizar el significado de aquel VII Congreso.

En el discurso del 2 de junio del 35, celebrado justo antes del VII CONGRESO DE LA INTERNACIONAL COMUNISTA, JOSÉ DÍAZ ya hace un llamamiento claro al FRENTE ÚNICO PROLETARIO. Su discurso empieza diciendo:

Obreros socialistas y anarquistas, antifascistas todos: os saludo cordial y fervorosamente, en nombre del Partido Comunista.

Está claro pues, a quien se dirigía y con que intención lo hacía.

Pero a continuación sitúa que el problema principal es el peligro fascista. Lo localiza en el gobierno de la CEDA, un partido que, dicho sea de paso, yo consideró acertado etiquetar de fascista, como hacía JOSÉ DÍAZ. Por consiguiente, se trataba de derrotar a este gobierno. Pero el problema no era sólo el gobierno de fascistas y reaccionarios. Estaban también las bandas armadas de señoritos falangistas, que actuaban como escuadrones fascistas y también estaba el bloque oligárquico que alimentaba al fascismo. Se trata, pues, como señalaba JOSE DÍAZ:

de un enemigo organizado, hábil y con un feroz aparato de represión

Y a partir de aquí , JOSÉ DÍAZ lanzÓ una propuesta audaz, que pese a utilizar el nombre de BLOQUE POPULAR, es un anticipo de la política de FRENTE POPULAR. Estas fueron sus palabras

Hoy, desde esta tribuna, como ayer con todos los medios a nuestro alcance, renovamos nuestro llamamiento a los obreros, a los campesinos, a los hombres libres, a los antifascistas, a los republicanos de izquierda, para que todos (…) nos unamos en un Bloque Popular Antifascista que rompa los propósitos de este Gobierno de fascistas y reaccionarios.

Pero, ¿qué fue el Frente Popular?

José Díaz, lo resumió así:

”El Frente Popular, en España, se ha constituido, y sigue siendo hasta hoy, una especie de coalición electoral de las fuerzas obreras y republicanas de izquierdas. Con excepción del Partido Comunista, y en parte –aunque no con toda la claridad que se precisa- del ala izquierda del Partido Socialista, los dirigentes de todos los otros partidos que participan en el Frente Popular (no las masas, pues éstas ven en el Frente Popular, no solo un frente electoral, sino también extra electoral), lo consideran como una coalición electoral y no aspiran a otra cosa. (…)”.

“Sólo el Partido Comunista ha mantenido una posición justa y firme en esta cuestión, propugnando por que el Frente Popular sea un frente de lucha no sólo en las elecciones y en el Parlamento, sino principalmente en la calle, un frente que organice y agrupe a todas las masas trabajadoras y que sirva como garantía para el cumplimiento por parte del Gobierno del pacto electoral y para llevar adelante el cumplimiento y las solución de todos los problemas vitales de los obreros, campesinos y masas trabajadoras en España. El Partido Comunista ha luchado por dar al Frente Popular este carácter y lo ha conseguido en parte (…). El Partido Comunista ha luchado y sigue luchando por organizar al frente único proletario y poner a éste como base, como garantía del Frente Popular Antifascista”.

“No hay que disolver el Frente Popular, sino todo lo contrario: reforzarlo y convertirlo en un verdadero frente de lucha antifascista; extender y vivificar las Alianzas Obreras y Campesinas en todo el país; conseguir la unidad sindical y la unidad orgánica y política del proletariado: he aquí las condiciones que pueden asegurar el logro de las aspiraciones de las masas trabajadoras (…).

Superar la concepción del Frente Popular como un simple frente electoral, como sugería JOSÉ DÍAZ, fue trascendental para luego pasar a una forma de lucha superior, como fue la lucha armada, lo que exigía la creación, ya no de un frente electoral popular, sino la creación de un ejercito popular. Esto es lo que olvidan aquellos que han querido presentar la carta de Stalin a Largo Caballero, como el anticipo de las políticas reformistas.

El paso desde un frente electoral popular, a un ejercito popular, de hecho ya enunciaba que al fascismo sólo sería derrotando por la vía militar. Pese a los esfuerzos de los comunistas, no se pudo derrotarlo militarmente en España, pero unos años después si que se logró derrotarlo militarmente a nivel mundial y a esta derrota contribuyo la política de frente popular, entendida como la explicó JOSE DÍAZ.


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