En Estados Unidos ha comenzado una crisis sistémica

En Estados Unidos ha comenzado una crisis sistémica

Por Guiseppe Masala*. LQSomos.

“Yo estaba en bancarrota,
el gobierno estaba en bancarrota,
el mundo estaba en bancarrota.
¿Pero quién coño tenía el puto dinero?”
Charles Bukowski

No es sólo la banca…

Como prueba que la actual crisis bancaria en EEUU es de naturaleza sistémica, creo que basta señalar que justo después del «rescate/cierre» de Silicon Valley Bank, el First Republic Bank y Signature Bank (que juntos poseían nada menos que 650.000 millones de dólares en activos), más otros bancos como PacWest Bancorp, Western Alliance Bank y Metropolitan Bank se dirigen por el mismo triste camino de quiebra/nacionalización/cierre y, cuando es posible, venta «en tajadas» al mejor postor.

PacWest, por ejemplo, tenía sus acciones a principios de marzo a unos 28 dólares, y en sólo dos meses se han desplomado a 3,17 dólares. Además, no se trata de un banco pequeño que sólo opera en un condado, sino de un banco de tamaño más que respetable, con 44.000 millones de dólares en activos.

El quid de la cuestión es el dólar: una crisis bancaria así sólo puede explicarse por una salida colosal de recursos financieros de Estados Unidos hacia otros países

Lo mismo puede decirse de Western Alliance Bank, cuyas acciones pasaron de unos 76 $ a principios de marzo a 18,20 $ ayer. De nuevo, se trata de un banco de tamaño significativo, con sus 65.000 millones de dólares en activos. Y por último, en este recuento de muertos, comatosos y heridos, Metropolitan Bank tampoco sale bien parado, ya que sus acciones han caído desde unos 56 dólares a principios de marzo hasta el precio actual de 19,86 dólares. En este caso, el tamaño del banco es menor que el de los dos primeros, con unos 6.000 millones de dólares en activos bajo gestión. Pero lo importante es darse cuenta de que se trata de un grupo, un grupo cada vez mayor de bancos que están quebrando.

¿Crisis sistémica?

En primer lugar, esto significa que estamos ante un hecho sistémico y que la historia de los banqueros que asumen demasiados riesgos con el dinero de los ahorradores no se sostiene: pero, una crisis sistémica significa algo más que eso.

Suenan grotescas – o, si se prefiere, casi adoptan la forma de un rito propiciatorio colectivo cada vez más aburrido- las palabras de todas las autoridades que hablan de un sistema sano y resistente. En efecto, resiliente, ésa es la palabra utilizada en este mantra propiciatorio. Por supuesto, lo que todavía falta es el Big Bang – el que supuso la quiebra de Lehman Bros. en 2008 – un desastre que obligue a la casta sacerdotal de la tecnocracia y la política financiera a decir la verdad. Mejor aún, el Big Bang ya ha ocurrido, pero no en Estados Unidos ni siquiera en Eurolandia. Estamos hablando de la quiebra de Credit Suisse, que, sin embargo, tiene su sede en uno de los Estados más ricos del mundo y con un Estado que tiene suficiente peso financiero para intervenir seriamente. Hasta ahora hemos tenido suerte, pero ¿cuánto puede durar?

En primer lugar, creo que es justo explicar brevemente lo que entiendo por «crisis sistémica». Precisamente, me refiero a una crisis que afecta a los tres componentes fundamentales de un sistema económico nacional: los hogares, las empresas y las administraciones públicas. Un sistema donde los hogares son los actores que «ahorran» mientras que las administraciones públicas y las empresas invierten y, en consecuencia, se endeudan. Cuando el ahorro de los hogares puede satisfacer plenamente las necesidades de financiación de las empresas y de las administraciones públicas, el sistema se encuentra en perfecto equilibrio; si el ahorro interno es insuficiente, entonces recurre a los inversores extranjeros y el sistema es deudor neto frente al resto del mundo. Si, por el contrario, las empresas y las administraciones públicas necesitan menos financiación de la que han ahorrado los hogares, se invertirá en el extranjero y el sistema nacional será acreedor neto frente al resto del mundo; para entendernos.

Qué es exactamente lo que se quiere decir con el término «desdolarización». El capital extranjero que siempre ha invertido en EEUU se está moviendo en beneficio de otras divisas y otros sistemas financiero

Ahora bien, la situación de Estados Unidos es muy grave, en el sentido que el sistema del país (hogares, empresas y administración pública) está endeudado con el resto del mundo en más de 16 billones de dólares. Por supuesto, existe un supuesto «atenuante» para esta crisis: EEUU ha inundado al mundo en dólares para satisfacer la demanda y hacer fluido el comercio mundial, ya que el dólar ha sido la moneda estándar para los intercambios y esto lo han hecho siempre importando «todo de todo el mundo». Sin embargo, también es cierto que el sistema estadounidense adolece de graves distorsiones, a menudo fruto de decisiones ideológicas insensatas, como la ausencia de un bienestar estatal digno de tal nombre, dejando la salud, la educación y las pensiones en manos de empresas privadas. Esto, entro otros factores, ha hecho imposible la competitividad dentro de EEUU y su sistema productivo estadounidense se ha deslocalizado por los cuatro puntos cardinales en busca de costes laborales asequibles. Subrayo esto porque incluso en Italia se oye a algunos lunáticos ideologizados que hablan del «bienestar corporativo» en lugar de bienestar estatal: el tejido productivo italiano agobiado por semejante carga duraría lo que un gato en la autopista.

¿Que tiene que ver el dólar con la crisis?

Sin embargo, como se puede entender (espero) por lo que he escrito, el quid de la cuestión es el dólar: una crisis bancaria así sólo puede explicarse por una salida colosal de recursos financieros de Estados Unidos hacia otros países. Que, si se piensa en ello, es exactamente lo que se quiere decir con el término «desdolarización». El capital extranjero que siempre ha invertido en EEUU se está moviendo en beneficio de otras divisas y otros sistemas financieros.

Y en esta situación, la Reserva Federal de Estados Unidos no puede hacer otra cosa que subir los tipos de interés con la esperanza de atraer nuevos capitales, y cuando Europa corre el riesgo de ser vaciada, no puede hacer otra cosa que subir los tipos a su vez.

Esta situación es admitida entre dientes incluso por Yellen, quien declaró que el papel del dólar estaba ahora en peligro por las sanciones. Ciertamente Yellen tiene razón, las sanciones fueron la manzana envenenada que hizo estallar el fenómeno (una crisis que está bajo la mesa desde hace tiempo). (1)

Es realmente difícil ver cómo podemos salir de ella sin arriesgarnos a una nueva guerra a tan gran escala como la que puso fin a la Belle Époque y fue conocida por todos como la Primera Guerra Mundial. Una guerra que fue sobre todo un enfrentamiento por la hegemonía entre la libra esterlina y el marco alemán, pero casi nadie nos lo cuenta.

Notas:
*.- Economista, en Observatorio de la crisis
1.- Barron’s, Yellen dice que las sanciones pueden poner en riesgo la hegemonía del dólar, 16 Aprile 2023

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