Homenaje a José Martí
En el 162º aniversario de su nacimiento
Redacción LQSomos*. Enero 2015
Al combate corred bayameses,
que la Patria os contempla orgullosa;
no temáis una muerte gloriosa,
que morir por la patria, es vivir…
…En cadenas vivir, es vivir,
en afrenta y oprobio sumidos.
Del clarín escuchad el sonido,
¡A las armas valientes corred!
Acaba de finalizar “La Bayamesa”, el himno nacional de Cuba, coreado por los cientos de asistentes que abarrotan la Embajada de Cuba en Madrid. Son las ocho de la tarde de ayer, día 28 de enero, el 162º aniversario del nacimiento de José Martí, “el apóstol de Cuba”, político, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano de origen español, creador del Partido Revolucionario Cubano y máximo dirigente de la lucha por la independencia de su país.
A esta efemérides fueron invitados miembros del Cuerpo Diplomático y amigos de Cuba y su Revolución. Dos redactores de LQSomos tuvimos el honor de formar parte de los invitados al entrañable acto. Podríamos haber hecho una crónica de urgencia desde nuestro cariño hacia Cuba y su Revolución, pero estimamos que debería ser un cubano, en este caso Eugenio Martínez, el Embajador de Cuba, quien fuera el protagonista de la crónica del acto. Apuntamos extractos de su intervención:
…”Hoy no nos reúne aquí el automático y periódico respeto a la memoria de José Martí. Nos reúne la certeza de que hemos cumplido con Martí y que honramos su prédica. Hoy y siempre, con orgullo, reverencia y con compromiso, hablamos del Héroe Nacional de Cuba.
Ahora como nunca nos toca aferrarnos a Martí, porque podría decirse que su tiempo verdadero es éste, el de la unidad de pueblos y naciones, el de la ética para enfrentar toda suerte de crisis, el de la entrega a las causas sagradas de la Humanidad para salvarla cuando ya no se puede negar el peligro de su existencia.
Martí fue un incansable hombre que luchó por la unidad y, al hacerlo, transformó la historia de mi patria que al continuar y recuperar su prédica el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro consiguió la verdadera unidad de los cubanos.
Merece Martí el homenaje permanente, el estudio de su pensamiento y la imitación creativa de su vida, no porque fue un grande, lo merece, porque necesitamos al hombre que consideramos único e irrepetible. Pero hacemos culto al hombre que agotó su vida para unir a los cubanos y empuñó un machete para demostrar que “morir por la patria es vivir”.
El hombre que amó a mujeres, familiares y todo género de seres humanos y quiso tanto que decidió escoger uno como su mayor amor: el amor a la patria, por lo que no en balde llevaba un anillo en su dedo en el que se leía “Cuba”, símbolo del compromiso eterno con su pueblo.
José Martí nació y abrazó un destino… fue el destino de los cubanos. De luchar muy duro para ser libres. Ese destino nos persigue siempre, también nos enorgullece. Es nuestra historia. Azarosa y vibrante. Audaz y quijotesca. Es la historia de los valientes, de los que luchan de los que no se rinden. Es la historia del placer del sacrificio, como José Martí evocaba.
Y ese pueblo recibe erguido, no de rodillas, al nuevo tiempo que nos llega con nuestro adversario. Y como Martí, en su 162 natalicio, los cubanos, todos, podemos decir, que aquí estamos, aquí está Cuba, esa estrella solitaria que brilla y resplandece y que no es, ni será de nadie más que de nosotros, los cubanos. ¡Viva José Martí!
Después, para completar el festejo, tuvo lugar un concierto, cuyos intérpretes fueron Orlis Pineda, Sara Veneros, “la Maremoto”, José María Alfaya, Emilio Campos, José Manuel Gallardo, Anais Martínez, Julio Hernández y Elíades Ochoa, conocido mundialmente por haber formado parte de “Buenavista Social Club”.
Concluyó el espectáculo con la reunión de todos los artistas para entonar juntos la clásica canción popular cubana Guantanamera (basada en las primeras estrofas de los “Versos sencillos” de José Martí). El público asistente, participó en la canción añadiendo entre medio de la canción y con el puño en alto Viva Fidel y Cuba socialista.
Esta es la crónica de un entrañable acto, que potencia la solidaridad y el internacionalismo con Cuba, nuestro país hermano, y su Revolución.