Intolerancias
Cuando a menudo me topo con un transporte con la placa adherida de “Animales vivos”, me pregunto quién es más animal si el que conduce o los que son conducidos. O mejor, sí lo sé, pero me lo callo; por si acaso, en tiempos de intolerancia aguda a la crítica, me tildan de traidor a la especie, viene un animal cualquiera y me conducen a un matadero.