Ira, suave lluvia para heraldos negros

Sobre la obra, de que va
 
IRA, Suave lluvia para heraldos negroses un claroscuro sobre el odio y el perdón contado a través de dos historias que recorren caminos inversos: en la primera, dos desconocidos con razones para enfrentarse eligen la vía de la reconciliación, mientras que en la segunda, la intransigencia separa las vidas de personas destinadas a amarse.
Una mujer decide reunirse con el asesino de su padre, víctima de un atentado del IRA, en un intento por comprender las razones que lo llevaron a detonar la bomba. En su encuentro, tenso en un principio, terminarán por establecer entre ambos una actitud dialogante.
En otra parte del mundo, un matrimonio sufre la desaparición de su hijo único, producida a raíz de una disputa familiar marcada por la intolerancia.
Iraestá inspirada en dos hechos reales: la historia de Jo Berry y Patrick Magee, y el caso de la desaparición de Michelle Whitacker. Más allá de lo biográfico o lo testimonial, la obra de Javier Malpica propone unareflexión en torno al odio y la posibilidad del perdón a través del diálogo y el mutuo entendimiento.
La compañía
 
Desde su fundación en 1993, “ARTISTAS Y.” ha desarrollado actividades relacionadas con la escena, las artes plásticas y el vídeo. El eje de su trabajo lo constituye la creación artística contemporánea. En teatro ha presentado obras de autores vivos españoles como José Sanchis Sinisterra y Rodolf Sirera en México, República Dominicana, Ecuador y Colombia. De igual forma, se ha interesado por dar a conocer en Madrid la Nueva dramaturgia mexicana: desde la producción de Belize, en 2006, la Compañía acumula diez estrenos de autores mexicanos. Como complemento a estos espectáculos en marzo de ese mismo año realiza –junto a Lagrada y Casa de América-, el primer Ciclo “México a Escena”, con la participación de varios creadores del país azteca. En 2008 estrena La huida, del premio Nobel Gao Xingjian, presentada en el marco de las Fiestas de San Isidro, en Madrid; y en 2009, en el XIX Festival Actual de La Rioja. En 2010 coordina la segunda edición de “México a Escena”, en colaboración con el Instituto y la Embajada de México, estrenando Siberia, de David Olguín y Forjados al frío, de Gibrán Portela. Entre sus trabajos recientes se encuentran las obras infantiles La fórmula del doctor Funes, de Francisco Hinojosa, y Morritz y el pequeño Mons, de Maribel Carrasco. 
 
Equipo artístico y técnico:
 
  • Autor:  Javier Malpica, a partir de una idea de Gerardo Tagle y David Psalmon
  • Reparto (por orden alfabético): Josep Albert Ruiz, Eduardo Gutiérrez, Marta Malone, Carlos Olalla, Marc Parejo, Daniela Saludes
  • Diseño plástico: María Marcos Patiño
  • Música y espacio sonoro: Desorden y Experiencia
  • Ayudante de dirección: Marynez Lino
  • Difusión y prensa: Patricia Marcos
  • Producción: ARTISTAS Y.
  • Colabora: Manuel de la Fuente
  • Dirección: Lidio Sánchez Caro
 
¿Cómo y dónde?
 
Teatro Lagrada, c/Ercilla, 20, Madrid                                                 
Del 5 al 21 de abril
De martes a sábado a las 21:00 horas, Domingo a las 20:00h.

 

La ira y el perdón. Claroscuro humano. Por Javier Malpica
Una bomba estalla y un ser querido muere…
Un hijo desaparece sin dejar rastro…
Dos casos separados por el espacio y por el tiempo. Pero ambos, golpes devastadores, mazos de un dios implacable.
Y nadie que sufre algo semejante, puede volver a ser el mismo.
Son fuerzas que llevan a la angustia y a la impotencia. Y cuando el origen de estos terribles sucesos es el odio, los afectados pueden cometer actos de venganza, acoso o destrucción.
 
Por eso el caso de Jo Berry y Pat Magee es tan inquietante:
 
El 12 de octubre de 1984, un atentado del Ejercito Republicano Irlandés (IRA) que pretendía acabar con la vida de Margaret Thatcher, asesinó a cinco personas. Una de ellas era Anthony Berry, el padre de Jo Berry. Uno de los responsables del atentado fue Patrick Magee, arrestado nueve meses después y condenando a ocho cadenas perpetuas. En 1999, los Acuerdos de Paz del Viernes Santo liberaron a varios presos políticos involucrados en el conflicto de Irlanda del Norte, entre quienes se encontraba Magee. Jo Berry, lejos de dejarse dominar por sentimientos destructivos, decidió hacer algo impensable: acercarse al asesino de su padre y encontrar un sentido positivo a toda esa situación… Y encontró mucho más que la reconciliación…
 
El tema es ciertamente inspirador para una obra dramática, pero cuando me dispuse a realizarla sentí que me faltaba algo… Algo que destacara y diera más fortaleza a la ficción teatral.
 
Fue entonces cuando recordé el caso de Michelle Whitacker, una joven con problemas personales que desapareció en extrañas circunstancias en Carolina del Sur, Estados Unidos, en agosto de 2002. Alguien la vio haciendo dedo en la carretera. Después, nadie supo más de ella. Esto desencadenó una búsqueda frenética por parte de sus familiares. Se hicieron toda suerte de especulaciones, desde el secuestro hasta el asesinato. Las investigaciones durante los siguientes meses fueron inútiles. La esperanza de encontrarla, viva o muerta, se había desvanecido. Hasta que años más tarde, por una casualidad, el paradero de la joven salió a la luz… y con él, un destino marcado por la incomprensión y el rencor.
Al comparar los dos casos sentí que tenía lo que necesitaba.
 
Decidí construir un texto dramático, pero a partir de personajes y situaciones imaginadas. Los personajes originales y los sucesos serían meramente inspiradores, especialmente en el caso de Michelle Whitaker. Por un lado, para evitar lo testimonial y lo biográfico, y por otro, para poder indagar con libertad sobre las razones que pueden llevar a que una mujer perdone al asesino de su padre, y a que una madre y su hijo no soporten verse.
 
El resultado fue Ira, Suave lluvia para heraldos negros, una obra que me gustaría considerar un claroscuro sobre la naturaleza humana.
Dos enemigos encuentran un camino de comprensión, mientras que dos seres destinados a amarse se ven transitando por el camino opuesto.
Dos líneas paralelas. Una paradoja en la que no es difícil verse reflejado. Sobre todo cuando, a partir de los sucesos bélicos que han marcado estos últimos años, cabe preguntarse si es posible bañar al heraldo negro de la ira con la suave lluvia del perdón; si existe algún límite para el odio y un espacio más amplio para la comprensión.

 

LQSRemix

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