Italia: ratifican el decreto que restringe la ciudadanía

Por Agencia Mp3
La ultraderecha italiana busca poner un freno a las solicitudes, en especial a las provenientes de Suramérica, donde en los siglos pasados hubo una mayor afluencia italiana. «La cultura y la identidad no son complementos o una llave maestra para beneficiarse de la sanidad, el empleo o las pensiones», criticaron los diputados
El Parlamento de Italia convalidó de forma definitiva una ley que limita la concesión de la nacionalidad a descendientes de italianos en el extranjero, para frenar la avalancha de solicitudes, especialmente notable en Suramérica. El proyecto de Ley propuesto por la primera ministra italiana Giorgia Meloni, resultó aprobada este martes en la Cámara de los Diputados, con 137 votos a favor, 83 en contra y 2 abstenciones, culminando así su tramitación parlamentaria tras el sí del Senado del 15 de mayo.
La nueva legislación había sido originalmente decretada en marzo por el Gobierno italiano, pero luego debía ser revalidada por las dos cámaras parlamentarias en el plazo de 60 días. Antonio Tajani, vicepresidente italiano y ministro de Relaciones Exteriores, había expresado por entonces: «El principio del derecho de sangre no será abolido y muchos descendientes de emigrantes podrán obtener la nacionalidad italiana. Pero se establecerán límites precisos, especialmente para evitar los abusos o la comercialización de los pasaportes italianos. La nacionalidad debe ser una cosa seria».
¿Qué pasaba antes?
Como Italia concede su nacionalidad siguiendo, entre otras vías, el principio de ‘Ius Sanguinis’ —es decir, por descendencia o filiación—, esto provocaba que muchas personas extranjeras pero descendientes de antiguos emigrantes italianos la reclamasen. Lo que ocurre a partir de ahora con esta nueva ley es que sólo se concederá durante dos generaciones, es decir, si el solicitante tiene un progenitor —biológico o adoptivo— o un abuelo nacido en Italia. También se otorgará si el padre o madre de un solicitante nacido en el extranjero residieron «al menos durante dos años consecutivos» en el país europeo antes de su nacimiento.
Cómo justifica el Gobierno italiano la nueva Ley
En el documento de la Ley se especifica que este fenómeno es «particularmente significativo» en Suramérica, debido a los grandes flujos migratorios de italianos a finales del siglo XIX y tras la II Guerra Mundial. Además, subraya que la concesión del pasaporte italiano «implica ventajas significativas» para una persona nacida en el extranjero, ya que le permite residir y trabajar libremente en cualquier país de la Unión Europea.
Tajani explicó que los italianos en el extranjero crecieron un 40 por ciento en la última década, pasando de los 4,6 millones a los 6,4 millones, especialmente en Sudamérica, donde en los últimos 20 años pasaron de ser 800.000 a superar los dos millones (sobre todo en Argentina, Brasil o Venezuela).
«Por ejemplo, en Argentina, los reconocimientos aumentaron de unos 20.000 en 2023 a 30.000 ya en el año siguiente. En Brasil, pasaron de más de 14.000 en 2022 a 20.000 el año pasado. En Venezuela, en 2023 se registraron casi 8.000 reconocimientos. El número de oriundos italianos en el mundo que podrían solicitar el reconocimiento de la ciudadanía con la ley vigente es potencialmente entre 60 y 80 millones», argumentó en su sitio web el Consulado General de Italia en Buenos Aires.
El organismo consular afirmó además que «la reforma» promete liberar «recursos para hacer más eficientes los servicios consulares, para que estos puedan dedicarse exclusivamente a quienes realmente lo necesiten, en virtud de su vínculo efectivo con Italia».
«El sistema actual afecta la eficiencia de las oficinas administrativas y judiciales italianas, que se ven presionadas por quienes viajan a Italia solo para intentar acelerar el proceso de reconocimiento de la ciudadanía, fomentando incluso fraudes o prácticas no correctas», determinó.
Durante una rueda de prensa en marzo, Tajani mostró algunos viejos anuncios en español que ofrecían cursos para obtener la nacionalidad italiana prometiendo «salida laboral inmediata».
«La cultura y la identidad no son complementos o una llave maestra para beneficiarse de la sanidad, el empleo o las pensiones», criticó durante el debate parlamentario el diputado de Hermanos de Italia (HdI), Andrea Di Giuseppe, del partido aliado a Meloni.
Por otro lado, el diputado opositor del Partido Demócrata, Toni Ricciardi, replicó esa postura al recordar que un rasgo de la «italianidad» es la emigración del pasado y que, por ello, puede hallarse «en la lengua y las tradiciones» de Brasil o Argentina.
El 8 y el 9 de junio, los italianos acudirán a las urnas para un referéndum que propone reducir de diez a cinco años el periodo de residencia necesario para que los extranjeros extracomunitarios puedan solicitar la ciudadanía italiana. Para que el referéndum sea válido, deberá votar al menos el 50% del electorado. La derecha ya tiene una consigna para impedirlo: “Que los italianos vayan a la playa y no a las urnas”.
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