La “bananización” de América latina y el Caribe

La “bananización” de América latina y el Caribe
Créditos: tiempoar.

Por Daniel Alberto Chiarenza

El empresario estadounidense Minor Keith comenzó sus actividades comerciales instalando el ferrocarril en Costa Rica en 1871. Como el tráfico de pasajeros y mercancías no era para Keith lo suficientemente rentable, intuyó con su olfato rentístico que su inversión ferroviaria podría usarse con más provecho económico para transportar bananas para su exportación a Estados Unidos, reduciendo significativamente el flete. Así que en la década siguiente se dedicó a la siembra y exportación de plátanos, comprando a valores abusivos vastas extensiones agrícolas situadas a los costados de su vía férrea y fundando la empresa Tropical Trading and Transport Company que, en pocos años, controlaría casi monopólicamente la producción de plátanos en Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras. Pero, su avidez por el dinero rápido lo llevó a endeudarse con la banca neoyorquina, sufriendo el quebranto en 1899 obligándolo a buscar un socio con una importante masa de capital para sostener su empresa.

30 de mayo de 1899: nace en Centroamérica la tristemente célebre United Fruit Co., el imperio bananero

“En plena euforia imperial, los Estados Unidos celebran la conquista de las islas de Hawaii, Samoa y las Filipinas, Cuba, Puerto Rico y alguna islita que se llama, elocuente, de los Ladrones. Ya son lagos norteamericanos el Océano Pacífico y el Mar de las Antillas, y está naciendo la United Fruit Company; pero el novelista Mark Twain, viejo aguafiestas, propone cambiar la bandera nacional: que sean negras, dice, la barras blancas, y que unas calaveras con tibias cruzadas sustituyan a las estrellas”. Eduardo Galeano: Memoria del fuego. II: Las Caras y las Máscaras. Argentina, Siglo XXI, 1988.

Minor Keith

La United Fruit Company (UFC) nació en 1899, cuando Keith debió fusionar su empresa Tropical Trading and Transport Company con una importante compañía, hasta entonces competidora: la Boston Fruit Company de su connacional Andrew Preston. Keith y Preston se repartieron los cargos de presidente y vicepresidente, complementando sus empresas, pues Preston poseía una vasta flota de buques mercantes así como contactos de gran importancia en los mercados del norte de Estados Unidos, junto con plantaciones en islas del Caribe, que de esta manera también diversificaban sus cultivos de frutas. Por su parte, Keith aportaba extensiones de cultivo mucho más vastas que poseía desde hace años en América Central, una amplia red de ferrocarriles en dichas regiones y además su dominio de los mercados de frutas del Sur de Estados Unidos, lo cual hacía la fusión muy atractiva también para Preston.

La empresa resultante, la United Fruit Company, empezó a comprar acciones de otras empresas del mismo rubro por consejo de su asesor legal, el abogado Bradley Palmer, ofreciendo a sus competidores acceso al 80% del mercado de frutas tropicales de Estados Unidos (que las extintas Tropical Trading and Transport Company y Boston Fruit Company ya controlaban), logrando así dominar el directorio por acciones de catorce empresas rivales.

Inclusive, aprovechando su poderío financiero la UFC había establecido la primera gran red ferroviaria de Guatemala y El Salvador, administrando junto con ello el servicio postal guatemalteco desde 1908, aunque dicha vía férrea era destinada casi exclusivamente al transporte de frutas en sus inicios; posteriormente esta red ferroviaria fue transformada en un monopolio con autorización del gobierno guatemalteco.

“Eran no más que perdidas aldeas en la costa de Colombia, un callejón de polvo entre el río y el cementerio, un bostezo entre dos sueños, cuando el tren amarillo de la United Fruit Company llegó desde la mar. Tosiendo humo, el tren atravesó los pantanos y se abrió paso en la selva, y al emerger en la fulgurante claridad anunció, silbando, que la edad del banano había nacido”. Eduardo Galeano: Memoria del Fuego. 3 El Siglo del Viento. Buenos Aires, Catálogos, 2001.

Acciones ilegales y genocidios han marcado su historia de despojo, como en Colombia, en 1928, que ante las protestas de los trabajadores agrícolas (aproximadamente unos 25.000) demandando mejoras laborales en la ciudad de Ciénaga, la UFC logró que las autoridades locales reprimiesen la manifestación a tiros, asesinando a cerca de 3.000 peones colombianos. Es lo que se conoce como la “Masacre de las Bananeras”, denunciada en el Congreso colombiano por Jorge Eliécer Gaitán.

Hacia 1930 la UFC había logrado absorber a unas 30 empresas estadounidenses en América Central, creciendo aún más en su poderío económico y penetración financiera en la región, habiendo sido su última adquisición en 1930 la empresa Cuyamel Fruit Co. del estadounidense Sam Zemurray.

Tren bananero

“Contra los malos pensamientos, disciplina militar. Ubico [dictador de Guatemala] militariza a los empleados del correo, a los músicos de la orquesta sinfónica y a los niños de las escuelas. Como la barriga llena es madre de los malos pensamientos, manda reducir a la mitad los salarios en las plantaciones de la United Fruit. Castiga al ocio, padre de los malos pensamientos, obligando a los culpables a trabajar gratis las tierras de su propiedad. Para arrancar los malos pensamientos a los revolucionarios, inventa una corona de acero que les estruja la cabeza en los sótanos de la policía”. Eduardo Galeano: Memoria del Fuego. 3 El Siglo del Viento. Buenos Aires, Catálogos, 2001.

En 1948 el exembajador estadounidense en la Argentina, Spruille Braden -conocido por su infausta intervención durante las elecciones argentinas de 1946 (donde, además, de editar propaganda contraria -supuestamente “antinazi”-, requirió públicamente a los votantes argentinos que no votaran por Juan D. Perón), percibió un sueldo como lobbista de la compañía en América Central, siendo él dueño de la Braden Cupper chilena.

“El anticomunista Figueres no toca las tierras de la United Fruit Company, muy poderosa señora, pero nacionaliza los bancos y disuelve el ejército, para que el dinero no especule ni conspiren las armas. Costa Rica quiere ponerse a salvo de las feroces turbulencias de América Central”. Eduardo Galeano: Memoria del fuego. 3 El Siglo del Viento, Catálogos, 2001.

En 1953, imprecaba Fidel Castro en La Historia me absolverá: “Más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas, está en manos extranjeras. En Oriente, que es la provincia más ancha, las tierras de la United Fruit Company y de la West Indian unen la costa norte con la costa sur…”. Eduardo Galeano: Memoria del fuego. 3 El Siglo del Viento, Catálogos, 2001.

“Trono de bananas, corona de bananas, una banana empuñada a modo de cetro: Sam Zemurray, señor de tierras y mares del reino de la banana, no creía que sus vasallos de Guatemala pudieran darle dolores de cabeza:
“Los indios son demasiado ignorantes para el marxismo- solía decir, y era aplaudido por los burócratas de la corte de su palacio real de Boston, Massachusetts […]”. Eduardo Galeano: Memoria del fuego. 3 El Siglo del Viento, Catálogos, 2001.

En 1954 en Guatemala, cuando el presidente Jacobo Arbenz intentó aplicar una ley a favor de la expropiación de las grandes propiedades (afectando a las tierras sin cultivar para repartirlas en pequeñas propiedades), a las que indemnizaría con bonos a largo plazo, fue depuesto por el militar Carlos Castillo Armas, gracias a la colaboración del gobierno de Washington y a la CIA, tras una serie de protestas formuladas por la UFC ante el gobierno de Estados Unidos contra el nacionalista presidente guatemalteco, que ellos habían puesto el mote de “comunista”.

Por ello, la UFC acusaba a Arbenz de «pretender alinear a Guatemala con la Unión Soviética», para lo cual se ofrecía a apoyar financieramente su derrocamiento, invocando que un golpe de Estado era necesario «en beneficio de los intereses de los Estados Unidos». Para sustentar la acusación, el director de la CIA estadounidense, Allen Dulles, acusó –como se dijo- al régimen de Arbenz de «tentáculo del comunismo» y justificó así que los yanquis patrocinasen su derrocamiento en concordancia con la Doctrina Truman.

Se dio un conflicto de intereses evidente en este caso ya que el propio Allen Dulles, siendo director general de la CIA, era al mismo tiempo socio de la firma de abogados que patrocinaba a United Fruit Company en Estados Unidos, siendo acusado desde entonces que su verdadera motivación para acusar a Arbenz de «amenaza comunista» era simplemente proteger los beneficios de su cliente, aun causando un golpe de Estado y una gravísima crisis política en el extranjero para conseguir este fin.

Muchos de los empleados gubernamentales vinculados al Departamento de Estado de Estados Unidos, y con influencia en la política exterior estadounidense, tenían en esa época intereses personales en la UFC al ser simultáneamente sus abogados, lobbystas, o representantes de la empresa en el país central, lo cual hizo dudar prontamente de los reales motivos del gobierno estadounidense para derrocar a Arbenz.

En Cuba la UFC era una de las compañías que controlaban la producción de azúcar y fueron expulsados en 1959, tras la revolución cubana que un año más tarde, el 1 de enero de 1960, nacionalizaría todas sus posesiones sin derecho a compensación.

“Treinta años después de la reconquista de Guatemala [1984], el Banco del Ejército es el más importante del país, después del Bank of America. Los generales se van turnando en el poder, derribándose unos a otros, de dictadura en dictadura; pero todos aplican la misma política de tierra arrasada contra los indios, culpables de habitar comarcas ricas en petróleo, níquel o lo que sea.

“Ya no son estos los tiempos de la United Fruit, sino de la Getty Oil, la Texaco o la International Nickel Company. […]” Eduardo Galeano: Memoria del fuego. 3 El Siglo del Viento, Catálogos, 2001.

Más artículos del autor

Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram:

LQS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.