La DANA desvela la fragilidad estructural de nuestros pueblos

Por Vicent Maurí*
«La respuesta colectiva, basada en la unidad y la organización, es clave para construir un futuro que no se hunda de nuevo en el fango»
¡Salimos del barro con dignidad!
La tragedia provocada por la DANA, que ha devastado a nuestros pueblos, no es sólo una crisis meteorológica, sino también el reflejo de una fragilidad estructural que ha dejado comunidades enteras literal y socialmente atrapadas en el barro. Las imágenes de destrucción son impresionantes, pero detrás de ellas se esconden vidas que claman por dignidad, participación y una reconstrucción real, alejada de la incompetencia de aquellos que no han sabido o querido liderar con responsabilidad.
El presidente Mazón ha demostrado su incapacidad moral para encabezar ese proceso. Su gestión pone de manifiesto una profunda desconexión con las necesidades de las personas afectadas y la falta de visión para una reconstrucción desde la base. Es imposible restaurar la confianza cuando quien debería liderar se enquista en la inacción y la falta de empatía.
En este contexto, las comunidades de base han tomado la iniciativa. Desde el Parc Alcosa y otras localidades afectadas, se impulsa la creación de comités locales para la reconstrucción, que nacen como respuesta de desobediencia ante la ineficacia institucional y la indiferencia gubernamental. No se trata de volver a una “normalidad” que perpetúa la precariedad, desigualdad y destrucción del territorio. Lo que se reclama es una reconstrucción participativa, en la que la ciudadanía tenga voz y voto en las decisiones. El pasado 29 de enero, la presentación de estos comités en la Nave de la Universidad de Valencia contó con una asistencia masiva de personas y entidades comprometidas con las personas afectadas, con el territorio y con una necesaria transformación social.
Sus portavoces reiteraron que este movimiento no es sólo de resistencia, sino también de esperanza y dignidad colectiva. Se pretende construir desde abajo con un protagonismo real de la ciudadanía. Uno de los temas más urgentes que destacaron es la crisis de la vivienda, una emergencia estructural agravada por la riada, que ha destruido y afectado a miles de viviendas, impactando especialmente a la clase trabajadora, a las personas migrantes ya los sectores más vulnerables. Estos colectivos, invisibilizados durante demasiado tiempo, deben situarse ahora en el centro de cualquier proceso de reconstrucción. Ahora es el momento de levantar la voz y actuar colectivamente para avanzar en la respuesta a sus necesidades y reivindicaciones.
Una representante de los comités locales citó a Galeano: «No somos lo que somos, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos». Esta idea resume la esencia de los comités locales: el cambio sólo se producirá mediante la organización, la unidad y el empoderamiento popular. No se puede dejar el futuro en manos de decisiones tomadas en los despachos de la Generalitat o de la Moncloa. La verdadera reconstrucción —o una necesaria deconstrucción— debe nacer de las calles y plazas, basada en la autogestión, la autoorganización, la transparencia y la participación efectiva de toda la sociedad.
La fuerza de este movimiento radica en la solidaridad, el apoyo mutuo y la movilización. Más allá de la creación de comités locales en las zonas directamente afectadas, es imprescindible impulsar comités de apoyo a la reconstrucción en todo el País Valenciano. Los efectos de la DANA, sumados a la respuesta negligente del Consell, han tenido repercusiones que afectan a todo el territorio y al conjunto de la ciudadanía. La respuesta colectiva, basada en la unidad y la organización, es clave para construir un futuro que no se hunda de nuevo en el barro, sino que se levante sobre los pilares de una sociedad más justa e igualitaria.
Ahora, más que nunca, es el momento de hablar, actuar y salir del barro con dignidad. La reconstrucción no puede ser sólo material; debe ser también social. Sólo con la unidad del pueblo, las entidades y las personas comprometidas avanzaremos hacia una sociedad que ponga la justicia social y la dignidad en el centro.
* Activista social, pensionista, sindicalista, País Valenciá.
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