La neurosis del empleo

La neurosis del empleo

La Renta Básica ha comenzado a rodar en determinados colectivos como única respuesta a la crisis económica que padecemos. Al mismo tiempo hay una reacción masiva por parte de quienes ofrecen resistencias que nada tiene que ver con la argumentación, sino con la neurosis del empleo.

Eric Fromm estudia la personalidad neurótica de la sociedad del siglo XX en su obra ”Psiconálisis de la sociedad contemporánea”. Hacia el año 1952 edita la obra “La sociedad sana”, en la que dedica un capítulo al equivalente a la Renta Básica: el salario asegurado. Lo propone exclusivamente por aplicar el sentido común en la economía al tener en cuenta los avances tecnológicos, que ya por entonces despuntaron, pero sobre todo por un desarrollo sano de la personalidad de los ciudadanos.

Que un persona tenga miedo de las serpientes en una selva y tome medidas de precaución es lógico y psicológicamente saludable. Que ese mismo miedo se tenga en un hotel de una gran ciudad, por más que pudiera suceder casualmente porque se escapase de un circo, es un miedo patológico, fruto de una neurosis que da lugar a conductas y temores compulsivos.

De la misma manera es lógico que cuando hay necesidades perentorias en la sociedad, por falta de recursos y de bienes para la supervivencia, se exija emplear a todas las personas como una condición irrenunciable. También que en dicha sociedad se plantee como modelo utópico que “a cada cual según sus necesidades, cada cual según su capacidad”. Es el caso de la selva. Hay una imagen en la película “La balada de Narayama” tremendamente cruel, pero al mismo tiempo da sentido a una época de hambre. Una pareja joven roba treinta patatas. Su propia familia les mata a pedradas. Las patatas que faltaban a otras personas suponía su muerte por hambre durante el invierno.¿Quién mataría hoy a su hija por robar unas pocas patatas?. Sin embargo en el contexto de la película es una respuesta necesaria. En la actualidad sería un anacronismo, una patología.

En relación al empleo sucede hoy de manera generalizada una actitud neuróticaque pone en peligro al conjunto de la sociedad. Porque no sólo afecta a una parte de los ciudadanos, sino también a sectores críticos en otros temas que al final de sus análisis desembocan en querer repartir el empleo, lo cual es lo mismo que poner en el hotel del ejemplo un servicio de vigilancia  para evitar ser atacado por una serpiente. Carece de sentido, pero para el neurótico es una “necesidad” que sólo sirve para satisfacer a su neurosis. Lo mismo que plantear empleos verdes. ¿Qué sucede?, que este pensamiento en pro del empleo se refuerza con la realidad cumplida. Ejemplo: en un aeropuerto de Nueva York hay un grupo de gente que da volteretas en la sala de espera. Una señora pregunta a uno de ellos que por qué las hacen. Respuesta: para que no nos ataquen leones. La señora dice “pero si no hay ninguno”. ¡Es que dar volteretas funciona!… grita entusiasmado uno de los que las hace.

Tanto el pensamiento como la conducta neurótica se camuflan y buscan coartadas en las políticas de empleo y de crecimiento económico, creyendo que si se establece la Renta Básica nadie trabajaría, sin ningún estudio ni contraste con la realidad que lo acredite, cuando los análisis hechos indican lo contrario. No importa, porque el pensamiento neurótico funciona automáticamente. Tal y como estudió Freud la neurosis no puede ser tratada sino malamente en sus síntomas perviviendo siempre. Para acabar con ella es preciso saber que sucede como tal, ser consciente de esa conducta, admitirlo y automáticamente la neurosis pasa del inconsciente a la conciencia y se desactiva.

Socialmente hay además un problema: la normalidad viene definida por criterios de mayoría, de manera que enuna sociedad enferma se margina y se ataca al pensamiento sano. Si fuesen mayoría los que dan volteretas obligarían a hacerlas a todo el mundo, incluso a quien vea que es una chorrada dar volteretas en el aeropuerto para que no haya leones. Y quien no las haga habría de pagar una multa o ir a la cárcel. Puede parecer ridículo, porque lo vemos desde fuera, sin embargo es lo mismo que seguir pidiendo puestos de trabajo

Es lo que está pasando. Cuando un partido pequeño quiere introducir ideas nuevas presenta la Renta Básica, pero a la vez dar volteretas, es decir junto al reparto del empleo y ecoempleos,incapaces de salir de la neurosis del empelo, sino que la refuerzan.

Permitid que me ría de la obsesión compulsiva por el empleo, como de los que dan volteretas en el aeropuerto, cantando una canción: “Sí, sí, sí, la Renta Básica sí. Aquí, aquí, aquí, la Renta Básica aquí…”, etc.

* Ramiro Pinto

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