La Protesta y la Trampa
Me cuesta entender cómo algunas personas pueden aprobar la conducta violenta de pequeños grupos que pretenden acabar con la paz en el país.
Pienso en la camaradería de las venezolanas y venezolanos, en el país más feliz del mundo independientemente de la posición política, en lo dicharachero del venezolano, la apertura a turistas y extranjeros, la cordialidad del gocho, el llanero, el oriental.
Entonces, veo una frase rescatada por un tuit de la hija del Comandante Supremo Hugo Chávez, una de esas expresiones de amplitud, del genio pero con alto sentimiento patrio, como era Él pues: “No te pido que andes por ahí gritando Patria o muerte todos los días. No, Amor por Venezuela: ¡Eso basta!”
Y vaya que hace falta estos días.
La sinceridad de quienes creen que estos focos de acciones radicales, fascistas, puedan tumbar al Presidente debe prevalecer en el entendido que vivimos en un país democrático, en el que hace muy poco Nicolás Maduro ganó unas elecciones en las que no hubiese querido participar; pero además hace solo semanas la mayoría de las Alcaldías también fueron obtenidas con contundentes victorias por el Chavismo.
Quienes apoyan si quiera con la omisión o el silencio; la muerte, el terror y la inseguridad causada por desadaptados, no pueden reclamar seguridad, paz y progreso. Es contradictorio en sí mismo.
No podemos si no rechazar a quienes procuran la anarquía; el derecho a las marchas o protestas está consagrado en la Constitución y ha sido ejercido por diferentes sectores en los últimos días sin consecuencia alguna, en franca demostración de que se puede convivir aún con las diferencias.
Que el Gobierno Bolivariano ha cometido errores o tiene deficiencias es verdad, ¿Cual no? Pero si de algo debemos estar seguros, es que el Socialismo es la vía para alcanzar la mayor suma de felicidad posible, dar un vistazo a lo que ocurre en el mundo bastaría para la reflexión.
Hoy cuando el analfabetismo está prácticamente erradicado, la educación, la alimentación y la salud están al alcance de todos, solo por nombrar algunos avances importantes en Revolución; un Pueblo dignificado reclama con paciencia el cese de la violencia, la cordura en los seudo líderes de la oposición y la responsabilidad de quienes estén involucrados.
¡Ojo! La protesta se acepta, pero el Pueblo no caerá en la trampa.