La RAH, sostenella y no enmendalla

Por Nònimo Lustre. LQSomos.

“El franquismo no murió en 1975 y ésta hagiografía franquista de Fusi es la prueba definitiva…”

Si creemos a sus pregoneros mediáticos, la Real Academia de la Historia (RAH) ha modificado en su diccionarios biográfico la voz “Franco” y la ha ¿modernizado-afinado-desacralizado? Servidor no podía creer que una institución ‘Real’ presidida por la condesa de Gisbert hubiera llegado al atrevimiento de corregir las escandalosas notas fascistas que ornamentaban la anterior biografía (firmada por L. Suárez Fernández) según las cuales, el general Franco era un santo varón que salvó a España sin necesidad de golpe militar-eclesiástico ni, menos aún, de un genocidio que duró 40 años y que, a su manera, continúa en la actualidad. Por ello, me fui al portal de la RAH y consulté la ‘nueva’ biografía del Generalísimo. Velay lo que encontré:

Como muchos tenemos por costumbre, empecé la lectura por el final. El ¿nuevo? curriculum vitae del Monstruo está firmado por Juan P. Fusi Aizpurúa (JPFA, Fusi) Mal empezamos, me dije, y pasé a la bibliografía. Aquí se confirmaron mis recelos. De entrada, me sorprendió –pero menos- que el autor más citado (3 veces) fuera Stanley G. Payne, un dizque historiador con unas ínfulas psicoanalíticas que enmarañan esos hechos que, supuestamente, son la materia historiográfica. ¿Qué cabe esperar de un admirador de José Antonio Primo de Rivera que disculpa el terrorismo de su Falange durante la II República añadiendo siempre que el hijo del militarote dictador enviaba a sus sayones a matar proletarios pero con gran dolor interno de su corazón? Ni de José Antonio ni de ningún personaje público nos deben interesar sus intimidades –no quietemos trabajo a los psicólogos. La Historiografía necesita ser pluridisciplinar pero su límite está en no invadir otras ciencias humanas. Un historiador no tiene porqué desviarnos con ensueños subjetivos, cardíacos y/o venéreos, imposibles de probar. Y, peor aún: en el imposible caso de que éstos se evidenciaran, nada ni nadie podría establecer una relación causal o paracausal con los hechos protagonizados por el biografiado. En este aspecto, es evidente que Payne cae en la otrora moda de las biografías ‘internas’ que forjaron la fama y la riqueza crematística del doctor Marañón.

Una vez escogido como mentor a Payne y, consecuentemente, como mentora a la historia ad hominem, todos los dislates son posibles. De ahí que Fusi nos atiborre con pinceladas íntimas de la personalidad del Monstruoso Satán. Franco era “frío, distante, reservado, desconfiado, cauteloso. Escasamente carismático… una personalidad anodina… carente de preocupaciones intelectuales” pero con “una gran capacidad de autodominio.” Y, la guinda del pastel intimista: “progresivamente religioso (algo que no había sido en su juventud)” Caray, no sabíamos que el psicoanálisis pudiera ser retroactivo.

Además, en lo militar era “un estratega prudente y conservador” que ganó la guerra del 1936-1939 “por la fuerte unidad militar y política de la España nacional, por la alta moral de sus tropas, por la calidad y oportunidad del apoyo alemán e italiano”. El orden de los factores descriptivos sí altera el producto; la ayuda nazi-fascista debe ir en primer lugar por razones cronológicas: porque el golpe católico-militar se fraguó contando de antemano con ese ‘apoyo’.

Además de Payne, Fusi cita otras fuentes bibliográficas no menos infames: Arrarás, Galinsoga y Franco-Salgado Araujo, Crozier, de la Cierva, el propio Fusi, el ya mencionado Suárez Fernández… lo mejor de cada cuévano maligno. Para disimular, también cita a Tusell e incluso a Viñas pero, ¿realmente les habrá estudiado? Lo pregunto así porque, si los ha leído, ha sido con las antiparras analfabéticas.

Las mentiras más gruesas

Son mentiras fácticas que podrían ser encausadas por delitos de odio. Dogmas de Fe para el neofranquismo. Canalladas tan absolutamente criminales y cantidades tan evidentemente falsas que no requieren comentarios: “Unas 40.000 personas fueron ejecutadas entre 1939 y 1945”… La guerrilla [el maquis] sufrió en torno a 4.500 bajas; la Guardia Civil, unas 500.”… “Los años 1939-1942 fueron años de hambre.”… “En julio de 1936 –cuando [Franco] se puso al frente del movimiento militar contra la República” (ver Mola, cf. infra)

Tópicos actuales del neofranquismo militante

Huelga añadir que suscritos y requete-propagandeados por Fusi: 1) Franco “creó un modesto sistema de seguros sociales… con la creación de la Seguridad Social en 1964”. Y tan modesto… Aquella SS del 64 no era segura pero sí anti-social pues privilegiada a los franquistas y castigaba a los republicanos. 2) “aprobó una amnistía parcial” No entiendo bien eso de ‘parcial’ pero más aún me pregunto: ¿cuándo Franco otorgó una amnistía? Según Fusi, desde 1945 o en 1947. Largo me lo fiáis, no lo recuerdan ni los más viejos del lugar. 3) “don Juan de Borbón que, exiliado, se posicionó desde aquel año contra Franco”… y, entonces, ¿por qué la semana siguiente, entregó a su primogénito a Franco. 5) “Controló precios y salarios”, justamente lo que repiten cual cacatúas los activistas neofranquistas más adinerados. 6) “en el palacio de El Pardo utilizaba unas pocas habitaciones decoradas con mesura”; nunca habíamos sospechado que Franco pudiera ser mesurado; a Fusi sólo le ha faltado añadir el mito barato de ‘la lucecita de El Pardo’ –seguramente la que utilizaba para firmar sentencias de muerte a troche y moche, tantas que utilizó a un pendolista. 7) por mor de una incordiante corrección política, Fusi cita los nombres de los asesinados Grimau y, ¡sorpresa!, de Puig Antich e incluso incluye –sin nombres- a los últimos cinco fusilados del 27.IX.1975. Es decir, circunscribe la represión a los años inmediatamente previos a su óbito con lo que, en definitiva, jibariza el genocidio.

Y la mentira más oronda que, en este año 2023, es también la de mayor incidencia mediático-operativa: “El franquismo murió con él: contra sus previsiones, su sucesor, el rey Juan Carlos I, puso en marcha el proceso de cambio que iba a generar la restauración de la democracia” –mis cursivas, última frase ¿obligada? de esta apología con forma de voz en diccionario. ¿De dónde ha sacado Fusi que Franco tenía unas previsiones sobre su royal heredero que se vieron traicionadas por el Emérito? ¿Ahora resulta que aquello de “atado y bien atado” fue una chocarrería hinchada por la propaganda neo-franquista? Permítasenos una especulación que, para avisar de su pecaminosa subjetividad, va entre corchetes:

[servidor fecharía el amor de Franco por Juan Carlos en unos antecedentes bien conocidos: no sólo el general Mola –pese a Fusi, el primer líder del golpe de Estado (cf. supra)- murió en ‘accidente’ aéreo de ‘extrañas circunstancias’ sino que, asimismo, murió en 1938 y también en el aire el hermano menor de Franco, ese Ramón que Fusi caracteriza como “aviador, personalidad alocada e imprevisible” dando pábulo con esta no-muy-indirecta frase a la inocencia de Franco. Aunque Fusi no lo menciona –sin duda porque en una hagiografía no proceden estas nimiedades-, es cierto que Juan Carlos mató también a su hermano Alfonsito en no menos ‘extrañas circunstancias’ –concretamente, por un disparo en la frente en Estoril durante el Jueves Santo de 1956. En mi opinión, cuando Franco se enteró del ‘accidente’ recordó a Mola, su hermano de armas y a Ramón, su atropellado hermano, y pensó en términos taurinos “Este chico apunta maneras, será mi heredero”]

La frase que más ha repetido la Brigada Mediática ha sido que Fusi define a Franco como “totalitario y filo-fascista”. La han elevado a los altares de la corrección y la han entendido como el epítome de la “modernización-afinación-desacralización” con la que comenzaba esta nota. Lastimosamente, sólo es una ambigua definición, paupérrima por ser contradictoria puesto que, si es totalitario es literalmente total, absoluto, no filo de nada –ni filofascista ni filatélico, si se me perdona. Y, sobre todo, el franquismo no murió en 1975 y ésta hagiografía franquista de Fusi es la prueba definitiva.

Viñeta de Bernardo Vergara @BeVergara