La (terrorífica) genómica del futuro

La (terrorífica) genómica del futuro
Mujeres en la Alemania nazi recibiendo clases de política racial en 1933. Fotografía: Sueddeutsche Zeitung

Por Nònimo Lustre

“Si lo que quieres es vivir cien años / No pruebes los licores del placer
Funda un hogar en el que nunca reine/ Más rey que la seguridad…
Vacúnate contra el azar”
(Pastillas para no soñar, Joaquín Sabina 1992)

El regreso de la eugenesia: una empresa ofrece seleccionar embriones por su inteligencia.Usted paga 46.000 euros y nosotros analizamos el genoma de 100 embriones para que pueda seleccionar al más inteligente” (18.oct; The Guardian y 23.oct.2024, España) Los directivos de la empresa Heliospect Genomics (HG) presumen de que, con solo 10 pruebas, pueden mejorar “más de seis puntos en el IQ” (CI, cociente intelectual, en español; cf. infra) Entiendo que HG ofrezca que sus clientes seleccionen ‘al feto más inteligente’ pero, siendo el CI un dato fijo, diría que no hay nada que escoger porque todos seleccionarán al IQ más alto. No obstante, HG resuelve mis dudas puesto que, además, HG informa a sus clientes de una amplia panoplia para escoger que incluye otros datos ‘no-inteligentes’ como sexo, altura y hasta riesgos de obesidad o de enfermedad mental. Ah!, ahora lo entiendo: los fetos dan una información que va mucho más allá del CI… O sea, que HG profundiza en la creencia de que “la desigualdad surge de la biología antes de las causas sociales” (Hasson)

La propaganda del CEO de HG es infinita: “Cualquiera puede tener hijos que crezcan libres de enfermedad, saludables e inteligentes; ¡esto va a ser muy grande!”  para añadir que, en el futuro inmediato, HG también controlará el Dark Trial -maquiavelismo, narcisismo y psicopatía, depresión y creatividad (ozú!, seguro que olvida alguna otra de las antiguas potencias del alma) No sé si el proyecto HG terminará siendo grande o liliputiense pero no cabe duda de que semejante CEO, promotor de una liberal eugenics, fantasea con una sociedad superior a la de “1984” -¿eutópica como el Paraíso o distópica como la descrita por Orwell?

En contra del titular de la noticia española, hemos de constatar que la Eugenesia no ha vuelto porque nunca se ha ido. Pero, antes de abordarla, observamos que, paradójicamente, la Inteligencia (IN) es un gran obstáculo para llegar a la “óptima fecundación” -lástima que, en tan gloriosa ocasión, suele olvidarse la Ciencia. Por ejemplo, a los eugenésicos clientes de HD podríamos preguntarles: ¿qué clase de IN quieren? Es una cuestión sencilla de responder porque, una ojeada a Wikipedia (fuente suficiente pero mejor si del texto sólo nos quedamos con los nombres propios y con las fechas) y otras fuentes complementarias podemos saber que esos prontuarios enumeran no menos de una docena de clases de IN, desde la famosa IN emocional hasta la menos conocida IN colaborativa, pasando por la IN intrapersonal, la más complicada de explicar.

De la Craneometría a los tests de CI

Que el pensamiento se aloje en el cerebro no es una creencia universal -otras culturas lo ubican en el corazón, en el hígado y etc.- pero resulta que los huesos son sencillos de medir, mucho más que las partes blandas del cuerpo. De ahí que, en Occidente, la craneometría sea considerada como un primer paso en la medición de la IN.  Esta rama (bastarda) de la Anatomía dícese que fue inaugurada por un tal P. Camper en 1770 cuando cogitó sesudamente que el ángulo facial podía medir la IN y hasta podía jerarquizarse partiendo de su ideal que, huelga decirlo, era el de la Antigüedad clásica. Las estatuas antiguas grecorromanas tenían un ángulo facial de 90 grados, los europeos lo tenían de 80 grados, los Negros de 70 grados y un orangután de 58 grados -i.e., entre los Negros y los Grandes Simios sólo había una distancia de 12 grados.

Regurgitando a Camper, pocas décadas después, un tal A. Ploetz (1860–1940) propaló la Rassenhygiene -higiene racial- y, en 1905, fundó una Sociedad Alemana para la Higiene Racial que exigía crianza selectiva, esterilización obligatoria y sistemas eugenésicos de salud pública. Poco tiempo después, sabemos muy bien hasta dónde llegaron estos racismos ‘científicos’.

Ota Benga, pigmeo que fue exhibido en numerosas exposiciones

Gall, gran registrador de cabezas. Franz Joseph Gall (1758-1828), gozó de un gran éxito popular. Fue fundador de la Frenología -otra pseudociencia- y sostenía que la superficie del cráneo refleja el desarrollo mental.  Ignoro si los lobanillos que tenía Luis XIV, el rey Sol, aparte de implantar la moda de las enormes pelucas, demostraban su regia malignidad.

El Cociente Intelectual, CI (cf. las voces de Wikipedia cociente intelectual. Y, para quienes tengan curiosidad por saber qué CI les conviene más entre las docenas que hay, consulten la wikipédica clasificación del IQ –aviso, ambas voces son larguísimas) ¿Para qué carajo sirve?: es inútil recordar que los cerebros -tanto humanos como de los seres vivos que tengan un órgano equivalente-, son tan complejos como para que sea imposible medirlos con una única herramienta… pero ahí le tenemos, el más que centenario CI es único y, para la desgracia del común, lo padecemos universalmente vigilando el desarrollo social, en especial, en el ámbito laboral.

Antes de entrar en la confusa narrativa de su Historia, veamos algunos ejemplos: Marilyn Monroe no sé, pero Norma Jean Baker poseía un CI de 165, cinco puntos superior al de Albert Einstein. Stephen Hawking, tenía CI 152. Y Marilyn vos Savant, con 228 alcanzó el récord Guinnes (Savant es socia del Committee for Skeptical Inquiry -los amigos escépticos– y de la Sociedad Mega, organización para personas superdotadas. Mil veces ha declarado que “ni siquiera los exámenes de inteligencia más profesionales son aptos para medir la inteligencia humana”) Y, por si estos ejemplos no nos inducen al siempre sano escepticismo, añadamos al paleontólogo e historiador Stephen Jay Gould cuyas tesis -discutibles como todas- al respecto materializó en 1981en  su libro La falsa medida del Hombre donde, contra el imperialismo del CI señaló que la estandarización de las pruebas del CI conlleva dos graves falacias: la cosificación y la tendencia a ordenar en escalas ascendentes variables muy complejas. Recordando el origen histórico del CI, (cf. supra, Craneometría) resume Jay Gould que “Los principales craneómetras no fueron ideólogos conscientes [¿]. Se consideraban a sí mismos esclavos de los números, apóstoles de la objetividad. Y confirmaron todos los prejuicios habituales de los hombres blancos pudientes: que los negros, las mujeres y las clases pobres ocupan puestos subordinados debido a los rigurosos dictados de la naturaleza” -más radical es Nassim Taleb quien, rotundamente, califica al CI como pseudociencia.

En 1905, A. Binet y T. Simon publicaron la prueba llamada Edad Mental. Todavía no se utilizaba el término cociente (ni coeficiente) pero, siete años después, el psicólogo W. Stern inventó el término CI para describir al nuevo método que cuantificaba en una escala numérica las pruebas de IN que se comenzaban a ensayar con los niños -o contra ellos.  Desde principios del siglo XX y hasta la fecha, el famosísimo test de Binet-Simon, ha experimentado incontables modificaciones -pero todavía subsiste una escandalosa fijación en el eurocentrismo y la consiguiente referencia exclusiva a la cultura europea -con un no menos escandaloso olvido de todas las demás culturas.

Tan pronto como en 1912, la política gringa expuso crudamente las derivaciones eurocéntricas del CI: un tal Goddard aplicó el CI de Binet-Simon a los inmigrantes que llegaban a Ellis Island con unos resultados que hoy suscribirá la Unión Europea: el 87 % de los rusos, 83 % de los judíos, 80 % de los húngaros y 79 % de los italianos eran débiles mentales y puesto que tenían una edad mental menor de 12 años.  Pese a que algunas gentes con sentido común dijeron a Goddard que su encuesta no contemplaba el nivel de inglés de los inmigrantes, los legisladores gringos se escudaron en ella para promulgar leyes abusivas -y su Ejecutivo las siguen utilizando.

En honor a la verdad y a la honestidad de Binet, termino este parágrafo subrayando que “Binet jamás habría aceptado que tras su muerte en 1911 el test que diseñó como una guía práctica para identificar a niños con aprendizaje lento que necesitaban ayuda especial pronto sería utilizado como una medición numérica de la inteligencia heredada y condenó duramente en vida a aquellos que con su “pesimismo brutal” y “deplorables juiciospromovían el concepto de IN como un constructo unitario, una característica singular cuantificable como la altura o el peso en lugar de una capacidad abstracta y múltiple” (cf. Wikipedia; mi cursiva)

La ciencia española en 1944

Niños prodigiosos

Suponemos que los clientes de HD quieren que sus hijos sean niños prodigios. Por ello, les recordaríamos que la voz “niños prodigio” de Wikipedia enumera una infinidad de casos propios de la cultura gringa -léase, universal a la fuerza- pero olvida un ejemplo español: Durante la II república española, estalló el caso de Hildegart (Leocadia Georgina Hermenegilda María del Pilar) Rodríguez Carballeira (1914-1933), la prodigiosa niña perfecta que construyó Aurora Rodríguez Carballeira, su racionalista y activista de la eugenesia madre soltera -es fama que la concibió con Pallás, un cura castrense. En su corta vida, la muy prolífica Hildegart fue famosísima pero, al terminar una adolescencia que nunca existió, comenzó a independizarse -léase, dejar a su madre- y, al parecer, a sus 18 años se interesó excesivamente en el escritor Abel Villela. Sea cierto o no este dato sentimental, su alejamiento de su madre fue in crescendo. Entonces, Aurora la asesinó mientras dormía con tres disparos a la cabeza y uno al corazón, fijémonos en este detalle. A la postre, fue internada en un siquiátrico donde murió en 1955.  En resumen: Aurora confundió la eugenesia con la eutanasia. Posiblemente, el gran Goya hubiera escrito “los sueños de la Razón producen prodigios”.

Portada de uno de los 16 libros publicados por Hildegart desde que tenía 15 años -además de 150 artículos.

Hildegart y Aurora

Otras notas del autor

Comparte este artículo, tus amig@s lo agradecerán…
Mastodon: @LQSomos@nobigtech.es; Bluesky: LQSomos;
Telegram: LoQueSomosWeb; Twitter (X): @LQSomos;
Facebook: LoQueSomos; Instagram: LoQueSomos;

LQSomos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar