Las tetas de la Virgen (Lactante)

Las tetas de la Virgen (Lactante)

Por Nònimo Lustre.

Me han chismeado que una cofradía de picapleitos ultracatólicos, seguramente amparada en su connivencia y convivencia con algunos magistrados no menos píos, quiere encerrar a los artistas que parodiaron a la Virgen del Rocío en un corto entremés que se difundió en un programa humorístico de la televisión catalana. Desde Amnistía Internacional hasta algunas agencias de la ONU están horrorizadas de que, en esta España neofranquista que sigue aferrada a la Contrarreforma que surgió del concilio de Trento, las más humildes expresiones de la libertad de creencias sobrelleven que la blasfemia sea considerada un delito penal -¡en pleno siglo XXI!- y que otras conductas cotidianas características de la más genuina españolidad como exclamar “¡me cago en dios!”, no se entiendan como las interjecciones espontáneas que son sino como tremebundos atentados contra su Dios. Y, peor todavía, que se materialicen en la práctica como otra angustiosa espada de damocles que pende sobre los pescuezos de los librepensadores.

Según la Constitución de 1978, el reyno de España es aconfesional -perdonen la risa. Pero, quien hizo la ley hizo la trampa; de ahí que los primigenios redactores de nuestra -es un decir- Carta Magna, adictos al agua bendita para ellos y a las hostias para la plebe, encontraron una vía para seguir evangelizando al sedicioso populacho: elevaron a su dios judeo-cristiano a la excelsa categoría de divinidad universal. Artera estratagema para que la susodicha ‘cofradía de picapleitos’ pueda incordiar incluso a los laicistas más pacatos.

Además de, valga la redundancia, haberla entendido como blasfemo sacrilegio, ¿qué les habrá molestado de la parodia de la virgen del Rocío? No han podido obcecarse con las satánicas ‘imágenes pornográficas’ -femeninas, pues les sobran los varones crucificados con sólo el paño de pureza-, puesto que la virgen rociera está acorazada de los pies a la cabeza. Ergo, no son desnudeces lo que ha encolerizado a la cofradía de impenitentes meapilas. Por ello, hoy vamos a observar qué carajo ha hecho el Cristianismo con un sacro desnudo -femenino, repito- que ayer fue común mientras que hoy la susodicha cofradía podría perseguirlo por pornográfico. Me refiero a los pechos desnudos de la Virgen Lactante –Virgo lactans o Maria lactam.

En el principio fue el parto

“Su madre María estaba desposada con José; y antes de que se unieran, ella había concebido del Espíritu Santo. José, como era justo y no quería difamarla, se propuso dejarla secretamente. Mientras lo pensaba, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que ha sido engendrado en ella es del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo; y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que habló el Señor por medio del profeta, diciendo: “He aquí, la Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emanuel, que traducido quiere decir: Dios con nosotros.” Cuando José despertó del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que ella dio a luz un hijo” (Mateo 1: 19-25)

Puesta de parto, resulta biológicamente inverosímil que la joven María presuma de ser virgen -impoluta, dirá la cofradía. Pero así lo mantiene desde hace dos milenios, quizá porque, para fundar una religión, es imprescindible comenzar con un milagro antinatural la lista de gruesas irracionalidades que la seguirá. En el presente caso novotestamentario, unos científicos no sabemos si guasones o creyentes, ha encontrado varias explicaciones: pudiera ser que Mateo se refiera a frotamientos genitales como los registrados entre los bonobos. O también que Jesús naciera por partenogénesis -cual insecto o dragón. O que el Cristo fuera una quimera -un producto aparentemente natural pero inexistente. Ilustremos ésta última y otras curiosidades:

Para justificar el Jesús-Quimera,
habría que remontarse a la pareja fundadora, Adán y Eva.
Helos aquí en Edades pre-homininas.La Virgen, ostentosamente preñada cuando la visita el arcángel de turno¡Sorpresa!:
para disgusto de la interesada, alguien ha embarazado a María

Desde que María y José popularizaron el Portal de Belén como tourist resort, pasaron varios siglos hasta que la Cristiandad se acordó de la existencia de esta virgen. Veamos una breve cronología mariana:

Años 70–100: María es citada en el evangelio de Mateo.
Antes del año 200: primera pintura de la Virgen -en las catacumbas de Roma.
Circa 550: en Bizancio, fiestas de la Natividad de la Virgen; de la presentación de Cristo y de la Dormición (tránsito celestial) de la Virgen María. Mosaicos en la basílica de Eufrasio, en Porec: primera iglesia donde se representa a la Virgen con el Niño -sin el déspota Pantocrator.
1854: dogma de la Inmaculada Concepción
1858: alucinaciones marianas de Bernardette, en Lourdes.
1950: dogma de la Asunción.

Antecedentes: las mujeres judeo-palestinas tenían prohibido el acceso al interior del Templo de Jerusalén -sólo se las permitía deambular por el exterior. A los judíos, incluso les resultaba aberrante que una joven o una mujer adulta estuviera al servicio de dios y de su alto claro y no digamos que pudiera ver el sancta sanctorum del Templo. Pero, hay más: la virginidad era ‘desconocida’ y estaba considerada como peligrosa para la vida de los santuarios.

Un ejemplo de las ramificaciones del parto: San Jerónimo se estremecía del horror causado por la deliramenta apocryphorum y, en consecuencia, rechazaba creer que en Belén hubiera estado presente una comadrona. No porque dudara de su hipotético testimonio sino porque el parto de la virgen fue tan sereno e indoloro que una partera hubiera sido superflua -y, añadía el santísimo Prócer, que María nunca hubiera exigido a José que buscara alguna matrona.

Virgo lactans

Tua sunt ubera
vino redolentia,
candor superat lac et lilia,
odor flores vincit et balsama (Anónimo. Siglo XII)
[“Tus pechos son aromáticos como el vino, / su blancura, mayor que la blanca leche / y tus lirios, huelen mejor y más cariñosos que las flores y la madera de bálsamo”]

El topos de la Virgen lactante no fue autóctono palestino sino que fue importado desde Egipto. Allá, un milenio antes de Belén, la diosa Isis amamantó al dios-bebé Horus.Amor lesbiano y transracial: Bastet, diosa egipcia del Amor, en brazos de su colega, la negroide (¿nubia?) diosa Isis

Por lo demás, hemos entendido muy mal el significado que, hace milenios y en el hoy Oriente Próximo, tenía el hecho cotidiano de amamantar a los bebés. In illo tempore, era el paradigma de la humildad ejemplar puesto que simbolizaba y representaba una humillación asumida. ¿Por qué?: porque la Feminidad había sido especialmente perseguida por el Cristianismo desde el horrible pecado cometido por Eva en el Jardín del Edén. Desde entonces, estaba condenada a sufrir los peligros del embarazo, de la menstruación y los del parto. Y, de propina, la lactancia… Por ende, no veamos alegría en las imágenes de la Virgen lactando: no hay solaz ni instinto maternal ni glándulas lactóforas a dar salida. María está pagando la perversidad de Eva y, cuanto más sufra, el dios de guardia más lo descontará del débito que debe pagar la Mujer.

Estirando el chicle, ilustración extraída de un palimpsesto de Ginecología
y Anatomía Mamaria publicado en Etiopía. Para Hans Memling, María tenía ascendencia no mediterránea.
Parece un dislate pero lo demostró pintando a la Virgen con los pechos
cercanos al cuello -como sólo los tienen las amerindias. Maria lactam entre los cuernos josefinos de la Luna Artemisia Gentileschi. La gran pintora pintaba pechos con conocimiento personal. Hasta el discreto Greco se atrevió a representar un sacrosanto pecho desnudo.Jesús de niño era algo travieso.
Aquí trata de escapar del accesorio lácteo
-¿prueba de que era intolerante a la lactosa?

Las amas de cría

Como estamos contemplando el post-parto de una señora importante, es necesario apuntar que la palestina María no tuvo tiempo ni ganas de amamantar a su bebé. ¿Para qué si disponía de criadas y de wet nurses? Dicho en plata: los bebés ricos -y Cristo no es excepción- no hubieran sobrevivido sin el sacrificio del proletariado de la leche.El rey francés Luis XIV cuando todavía no era el Rey Sol. Las monarquías europeas nunca confiaron en las cualidades lactóforas de sus reinas. Sus herederos mamaron sangre negra; por ello, cuando esos bebés se hicieron adultos, se obstinaron en expoliar las fuentes africanas que les instruyeron durante su infancia. Maria lactam repartiendo su leche entre su Hijo y un enchufado devoto occidental. ¿La Virgen era negra y el Cristo caucásico? Es plausible puesto que la Sagrada Familia huyó de un Egipto dominado durante siglos por los faraones negros -léase, nubios.

Escultura ¿pagana, profana o virginal? Escultura moderna que bien podría representar a la virgen láctea
-además del Cristo, María tuvo otros hijos.

Vida cotidiana de la Virgen -incluida la del Rocío. Buena ocasión para desnudar su torso. Aquí amamantando al Cristo mientras recibe clases de su entorno familiar. Más vida cotidiana celestial: aquí, san Lucas dibujando a la virgo lactans según el pintor Roger van der Weiden, ca. 1440. No es cierto que, cogitando sobre la gravitación universal, Newton fuera iluminado por la caída de una manzana. Como demuestra este cuadro, desde Eva y desde los siglos anteriores a don Isaac, vírgenes, niños y manzanas formaban parte del folklore europeo. Además, se sabe que, Newton era devoto de la Virgin of the Dew -una más entre las veleidades de tan reputado físico, teólogo… y alquimista.

San Bernardo (1090 – 1153)

En el siglo XII, toda Europa estuvo teledirigida por el monje cisterciense Bernard de Clairvaux -de Claraval. Como el mago del autobombo que siempre fue, la Virgen María se fijó en sus habilidades mediáticas y las recompensó con numerosas apariciones… incluso lácteas. En este Bernardo no se cumple el dicho de que ‘a todos los tontos se les aparece la Virgen’. No se cumple porque el inquieto fraile delegaba su congénita imbecilidad en sus subordinados al mismo tiempo que su no menos natural vesania, se satisfacía invadiendo Oriente y matando moros durante la Segunda Cruzada. Veamos unas edificantes estampitas de como la Virgen -envidiosa de la fama de Cleopatra y Popea, le bañaba con chorritos de sus tetas:

El pintor español Alonso CanoMurillo. La lactación de san Bernardo

La barragana elevada a Virgen Lactante

Probablemente, es el cuadro más conocido de la serie virgo lactans. Es probable que naciera como oposición artística al arzobispo de Reims, un cerril puritano que aconsejó al rey prohibir las representaciones femeninas entonces de moda porque las ‘rajas de sus faldas’ y, especialmente, sus atrevidos escotes dejaban ver los pezones y los pechos de las señoras, vírgenes y/o beatas (“ouvertures de par devant, par lesquelles on voit les tetins, tettes et seing des femmes”) El pintor de cámara Jean Fouquet (ca. 1420-1481; cosmopolita porque había trabajado en Italia y en los Países Bajos) y decidió que llevaría su desafío hasta lo, in illo tempore, no-demasiado-impensable: pintar a la virgo lactans en la figura de la barragana, amante, madre de cuatro hijas royales y querida principal del rey: la joven Agnès Sorel (1422 – 1450)

Jean Fouquet. Agnès Sorel, de paisana

Jean Fouquet. Sorel como La Virgen de Melun. Detalle del Díptico de Melun, ca. 1452-1458. Óleo sobre tabla; 94×85 cms. Koninklijk Museum voor Schone Kunsten; Amberes

Fouquet no ahorró en gastos al pintar su Señora de la Belleza. Aunque parezca que los colores utilizados son los básicos (azul, rojo y marfil), sus pigmentos no eran baratos, en especial el azul, obtenido del lapis lázuli, seguramente el color más caro de toda la paleta -en parte por su fama de simbolizar la Piedra Filosofal de los alquimistas. Asimismo, sulfitos mercuriales como el espectro cromático que llegaba al bermellón –vermillion o rojo chino– eran casi igualmente prohibitivos… salvo que sirvieran a la belleza de la barragana royal -por una vez, Fouquet pudo disparar sin remordimientos con pólvora del rey.

Propuesta a la abyecta cofradía

Aunque sé que es margaritas ad porcos, gentuza de la cofradía del Santo Reproche (Sabina dixit): agradézcanme las enseñanzas de esta selección de vírgenes en topless. Les vendrá de perlas para reconocer que su Santa Madre Iglesia no siempre fue tan contrarreformista post-trentina como lo es hoy… gracias a los exabruptos neofranquistas que ustedes vomitan a diario. Sepan que, cuanto más dure el proceso que promueven, más durará el pitorreo de la sociedad. Olviden las leyes -es un decir- que promulgaron durante décadas. Ya las aprovecharon para robar, matar y humillar durante sus oprobiosas décadas en el poder. Y, si ello fuera posible, dejen de consumir compulsivamente -pero en la intimidad-, pornografía industrial. Modernícense regresando a los siglos pasados. Pásense a la porno eclesial de-toda-la-vida. Y, si reparan con detenimiento las imágenes que hoy les ofrezco gratis et amore, comprobarán que la variedad de los virginales pezones de antaño es mucho más rica que las tetas ortopédicas a las que su atroz consumismo les ha abocado.

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