Mikis Theodorakis, la leyenda de un hombre indomable

Mikis Theodorakis, la leyenda de un hombre indomable

Recibimos con tristeza la noticia de la muerte a los 96 años de Mikis Theodorakis, músico y político griego, que padeció una larga persecución en su país, alternó durante su larga carrera las composiciones de vanguardia, la música popular y las bandas sonoras. Compositor, entre muchas, de ‘Zorba, el griego’, ‘Luna de miel’ o ‘Serpico


Al hilo de esta triste noticia volvemos a reproducir un artículo de Carlos Olalla, publicado en junio de 2012, en el que se recoge su gran trabajo artísticos y todos sus valores humanos…

Por Carlos Olalla*. LQSomos.

De pocas personas puede decirse con tanta razón como de Mikis Theodorakis que es una persona íntegra que vive por y para los ideales en los que cree: la libertad, la justicia, la paz y la dignidad. Conocido por muchos por ser el compositor del célebre syrtaki de Zorba el Griego, Theodorakis es uno de los músicos más importantes de nuestro tiempo, un músico que, formado en la música clásica y enamorado de la música popular, ha sabido aunar ambas para componer un canto universal. Adorado en su Grecia natal y reconocido en todo el mundo, Theodorakis ha sido uno de los hombres más influyentes en la cultura del siglo XX. En Grecia musicó la poesía de los grandes poetas griegos, como Odysseas Elytis o Yorgos Seferis, y al hacerlo hizo que la poesía llegase al pueblo haciendo que el pueblo cantase los poemas de sus poetas. A nivel internacional su música se ha asociado siempre a la lucha por la libertad y por eso todos los pueblos que sufren y han sufrido dictaduras han adoptado sus canciones como himnos de la libertad y de la lucha contra el fascismo.

Aquí tienes la inolvidable escena final de la película Zorba el griego en la que Anthony Quinn y Alan Bates, tras haberse arruinado por completo al resultar una auténtica catástrofe el teleférico que habían inventado para transportar troncos y en el que habían puesto todos sus ahorros e ilusiones, se ponen a bailar y a reír recordando lo aparatoso de la catástrofe. “Pero jefe, ¿había visto usted alguna vez una catástrofe más esplendorosa?” le dice Zorba al inglés mientras le enseña a bailar el syrtaki, en una de las lecciones de vida más sabias y profundas que se han visto jamás.

Nacido en 1925 en la pequeña isla griega de Quíos, pasó la mayor parte de su infancia nomadeando por las distintas ciudades a las que destinaban a su padre, funcionario público: Mitilene, Kefalonia, Pyrgos Patras… en todas ellas la precoz vocación musical de Theodorakis se nutrió de sus músicas populares y de los cánticos bizantinos de la iglesia ortodoxa. Llevaba tan dentro la música que empezó a componer antes de recibir su primera lección o de aprender a tocar un instrumento. A los diecisiete dio su primer concierto con un coro que había formado él mismo con sus compañeros de estudios. Sus recuerdos de esa primera época y de cómo decidió que la música sería su vida son muy nítidos en su memoria: “ En el cine escuché por primera vez la Novena Sinfonía de Beethoven. Quedé fascinado. Mi padre viajaba a Atenas por trabajo, así que le pedí que me trajera todo lo que pudiera encontrar sobre música en la capital. Así comenzó todo…”

Con 17 años la invasión italiana y la posterior de los nazis le obligan a tomar partido. No lo duda y se une a la resistencia. Tiene que abandonar sus estudios. Ayuda a escapar a familias judías y participa activamente en las protestas masivas que se organizan para celebrar el aniversario de la independencia griega de Turquía. Es entonces cuando compone su primera canción (“Capitán Zacarías”), en contra de la invasión nazi que se convertirá más tarde en el himno de la resistencia griega. Detenido y torturado dos años más tarde logra escapar a Atenas, donde ingresa en el conservatorio de música. Su actividad política no cesa y milita en diversos partidos y frentes de resistencia antifascista.

Todo en Theodorakis rezuma compromiso y honestidad. Es un hombre sensible, incapaz de cerrar los ojos para pretender no ver lo que pasa a su alrededor. El ve, se indigna y toma partido pasando a la acción. Jamás ha sabido reaccionar de otra manera que siendo consecuente consigo mismo. Aquí le tienes dirigiendo a María Farandouri en el primer concierto que dio en Grecia en 1974 tras regresar del exilio, con su canción “To yelasto pedi”, que es un símbolo vivo de la lucha contra el fascismo que también utilizó para su banda sonora de la película “Z”.

Acabada la ocupación nazi, Grecia ve como las tensiones políticas la abocan a una guerra civil en la que el ejército del gobierno monárquico apoyado por EEUU y por Gran Bretaña lucha contra el Partido Comunista Griego y los movimientos de resistencia antifascista. Durante estos años Theodorakis es encarcelado varias veces y deportado a las islas de Ikaria y Makronissos. Allí compone su primera sinfonía. Al salir de prisión regresa a Atenas y se gradúa en el conservatorio. Compone música para ballets y para el cine y consigue los primeros premios de su dilatada carrera (Medalla de oro en el festival de música de Moscú, etc.) Uno de los presos del campo de concentración nazi de Mauthausen fue el poeta griego Iacovos Kambanellis. Escribió unos poemas desgarradores sobre su estancia en aquel horror.
Theodorakis los musicó. Aquí tienes “Song of songs”, uno de ellos.

El poeta Yannis Ritsos le envía unos poemas titulados “Epitafios” sobre un trabajador tabacalero asesinado en una huelga. Theodorakis los musica en la que será su primera experiencia de acercar la poesía al pueblo. En 1963 es asesinado el líder izquierdista Grigoris Lambrakis, cuyo caso será años después llevado al cine en la película “Z”. Theodorakis , indignado, funda la “Juventud Democrática Lambrakis” y un año después es elegido parlamentario por la alianza EDA, formada por comunistas y socialistas. Su ideología profundamente pacifista le lleva a componer una obra de teatro musical (“La canción del hermano muerto”), con la intención de que contribuyera a acercar a las partes combatientes de la guerra civil griega. Las heridas no habían cicatrizado y su intento fue duramente criticado e incomprendido por casi todos.

A mediados de los 60 EEUU está muy preocupado con el auge de los movimientos izquierdistas en el mundo y conspira para derrocar gobiernos democráticos e instaurar dictaduras fascistas en Europa, Asia y Latino América. En 1967 se produce en Grecia el golpe de estado de los coroneles, una dictadura fascista que durará hasta 1974 y que, en una de sus primeras medidas, prohíbe la música de Theodorakis. Desde la clandestinidad él sigue luchando contra la dictadura. Un año después es arrestado junto con su familia y deportado a un pequeño pueblo del Peloponeso para que permanezca aislado. Eso no fue obstáculo para que siguiera componiendo canciones contra la dictadura y las hiciese llegar a cantantes griegas como Melina Mercouri y María Farandouri que las cantan en el exilio. Theodorakis es confinado en el campo de concentración de Oropos, donde su salud se deteriora seriamente.Un movimiento mundial encabezado por Igor Stravinski, Leonard Bernstein, Arthur Miller, Ives Montand, Lawrence Olivier, etc. consigue que le conmuten la pena a cambio del exilio en París, donde permanecerá hasta la caída del régimen de los coroneles. En esta época compone las bandas sonoras de películas como Estado de sitio o Serpico y da conciertos y conferencias por todo el mundo. También en estos años escribe el oratorio basado en el Canto General de Pablo Neruda.

Este es uno de los temas de la banda sonora de la película “Estado de sitio”, de Costa-Gavras

Theodorakis utiliza su música para tomar partido por los más débiles y ayudarles a encontrar la paz y la justicia: palestinos, kurdos, chilenos… todos los pueblos oprimidos adoptan su música como símbolo de la resistencia. No concibe el arte sin compromiso: “No tiene sentido un artista que a través de su obra no se comprometa con unos ideales. El artista ha de creer en esa imagen día a día, y ser fiel a la misma, es decir, a sí mismo”. Su privilegiada posición internacional le permite tener contacto con líderes políticos como Francois Miterrand, Olof Palme o Salvador Allende, a los que no duda en involucrar para que apoyen decididamente todas las causas en las que cree. Su compromiso político le ha llevado a actuar como mediador en el conflicto entre Grecia y Turquía o a encabezar el movimiento antinuclear griego tras la tragedia de Chenobyl.

Aquí tienes “Marina”, una de sus canciones más emotivas. Es todo un mundo lo que es capaz de transmitir con ella, porque la canción es para Theodorakis la forma más idónea para transmitir todo lo que lleva dentro: “La canción es el pan de cada día del pueblo. Para mí, es lo más importante que he hecho. Claro que estoy contento de mis obras sinfónicas, de mis conciertos. Pero llegar a una isla medio perdida o a un pueblecito de montaña, y oír en un bar una canción mía con muchos años de vida, o a un grupo de gentes que la cantan, es lo más grande que te puede ocurrir. No tengo dudas de que la canción es lo más auténticamente creativo que he hecho. Yo siempre he querido hacer un arte que llegue a todos los pueblos, y eso se consigue con la canción”

En 1974 regresó del exilio y fue aclamado victoriosamente en Grecia. Desde entonces los griegos le conocen como “La voz del pueblo”. En 1976 crea el “Movimiento para la cultura y la paz” con el que recorre el país dando conciertos y organizando debates y conferencias culturales y políticas. Es elegido nuevamente diputado (1981-1986 y 1989-1993) y ministro en 1990. Ha recibido el premio Lenin de la paz y ha sido varias veces candidato al Nobel de la paz. Theodorakis es un genio de la música, un hombre de una personalidad arrolladora y un auténtico fenómeno de la naturaleza. Verle dirigir, con esa fuerza invencible con la que todo lo impregna, o cantar con su particularísimo modo de hacerlo es verdaderamente espectacular. Aquí le tienes cantando el tema “O kainos” en directo.

Su capacidad de análisis político siempre ha sido extraordinaria. En una entrevista hecha en Barcelona en 1998 con motivo de estreno en el teatre Grec de su ballet Zorba el griego, hizo estas premonitorias declaraciones sobre los peligros que intuía en la Europa que se estaba formando: “Hay algo que me preocupa mucho: es bueno y positivo que se construya la Europa económica, pero no veo que se esté trabajando en la construcción de la Europa social, cultural. Y eso, en mi opinión, puede traer grandes males”

Este es el tema principal de la banda sonora que compuso para la película “Z”, un profundo alegato a favor de la libertad y contra la corrupción institucional y los crímenes de estado

Ha compuesto óperas, oratorios, sinfonías, sonatas, bandas sonoras de películas, música para el teatro y más de quinientas canciones. Su voz jamás se ha callado frente a la injusticia. La tragedia que vive hoy su pueblo le ha hecho encabezar las protestas en la calle: “Vivo totalmente centrado en este objetivo (la unión del pueblo en un Frente) y estoy seguro de que lo vamos a lograr. Luché con las armas en la mano contra la ocupación nazi. Conocí los calabozos de la Gestapo. Fui condenado a muerte por los alemanes y sobreviví milagrosamente. En 1967, fundé el Frente Patriótico (Patriotikò Mètopo, PMA), la primera organización de resistencia contra la junta militar. He luchado en la clandestinidad. Fui detenido y encarcelado en el “matadero” de la policía de la Junta. Pero sigo aquí. Tengo 87 años y es muy probable que el día de la salvación de mi querida patria no esté entre vosotros. Pero voy a morir con la conciencia tranquila, porque cumpliré hasta el final con mi deber para con los ideales de libertad y derecho”En una de las multitudinarias manifestaciones del pueblo griego contra las políticas impuestas desde la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, se acercó a los policías que impedían el paso a la marcha que encabezaba junto al legendario Manolis Glezos, otro octogenario que pasó a la historia de la resistencia contra el fascismo por haber sido quien quitó la bandera nazi de la Acrópolis ocupada por los nazis. Pidieron permiso para leer públicamente el manifiesto que habían escrito los dos. La policía respondió lanzando gases lacrimógenos. El pueblo rodeó inmediatamente a los dos líderes para protegerles y salvarles de la carga policial. Nada mejor que las palabras de ese manifiesto para acabar esta entrada dedicada a un hombre indomable que jamás renunció a defender sus convicciones, a los más débiles, estuviesen donde estuviesen, y a tomar partido por la justicia y la paz:

“En tiempos antiguos, la condonación por Solón de las deudas que obligaban a los pobres a ser esclavos de los ricos la llamada reforma Seisachtheia, sentó las bases para la aparición, en la antigua Grecia, de las ideas de democracia, ciudadanía, política y Europa: los fundamentos de la cultura europea y mundial.
Luchando contra la clase de la riqueza, los ciudadanos de Atenas señalaron el camino para la constitución de Pericles y la filosofía política de Protágoras, quien dijo: “El hombre está muy por encima de todo el dinero”

Hoy en día, los ricos están tratando de tomarse la venganza en la mentalidad humana: “Los mercados están muy por encima de todos los hombres” es el lema que nuestros líderes políticos abrazan gustosamente, aliados al demonio dinero como nuevos Faustos.
Un puñado de bancos internacionales, agencias de información, fondos de inversión, en una concentración mundial del capital financiero sin precedentes históricos, reivindican el poder en Europa y en todo el mundo y preparan la abolición de nuestros estados y nuestra democracia, con el arma de la deuda, para esclavizar la población de Europa, poniendo en el lugar de las imperfectas democracias que tenemos la dictadura del dinero y la banca, el poder del imperio totalitario de la globalización, cuyo centro político está fuera de la Europa continental a pesar de la presencia de poderosos bancos europeos en el corazón del imperio.

Comenzaron con Grecia, utilizados como cobayas para trasladarse a otros países de la periferia europea, y poco a poco hacia el centro. La esperanza de algunos países europeos para escapar eventualmente demuestra que los líderes europeos se enfrentan a un nuevo “fascismo financiero”, no haciéndolo mejor que cuando se enfrentaron a la amenaza de Hitler en el período de entreguerras.
No es una casualidad que una gran parte de los medios de comunicación controlados por los bancos trate a los países de la periferia de Europa como “cerdos – pigs” y su campaña mediática, sádica y racista, vaya teñida de desprecio. Sus medios de comunicación no se dirigen sólo contra los griegos, sino también contra la herencia griega y la antigua civilización griega. Esta opción muestra los objetivos profundos y ocultos de la ideología y de los valores del capital financiero, promotor de un capitalismo de destrucción.

El intento de los medios de comunicación alemanes de humillar símbolos, como la Acrópolis o la Venus de Milo, monumentos que fueron respetados incluso por los oficiales de Hitler, no es sino una expresión del profundo desprecio de los banqueros que controlan los medios de comunicación, ya no tanto contra los griegos, sino sobre todo contra las ideas de libertad y democracia que nacieron en este país.

El monstruo financiero ha producido cuatro décadas de exención de impuestos para el capital, todo tipo de “liberalización del mercado”, una desregulación amplia, la abolición de todas las barreras a los flujos financieros y las especulaciones, los constantes ataques contra el Estado, la compra de partidos y medios de comunicación, la apropiación del excedente por un puñado de vampiros: los bancos mundiales de Wall Street. Ahora bien, este monstruo, un verdadero “Estado tras los Estados” parece preparado para asestar un “golpe de Estado permanente” financiero y político, y para más de cuatro décadas. Frente al ataque, las fuerzas políticas de derecha política y la socialdemocracia parecen comprometidas después de décadas de entreguismo al capitalismo financiero, cuyos centros más grandes están fuera de Europa. Por otro lado, los sindicatos y los movimientos sociales aún no están lo suficientemente fuertes como para bloquear el ataque de manera decisiva como lo hicieron muchas veces en el pasado. El nuevo totalitarismo financiero busca aprovechar esta situación para imponer condiciones irreversibles en toda Europa.

Hoy, es tan necesario como urgente la coordinación inmediata y transfronteriza de los intelectuales, las gentes de las artes y las letras, los movimientos espontáneos, las fuerzas sociales y las personalidades que comprenden la importancia del reto; necesitamos crear un frente de resistencia potente contra “el imperio totalitario de la mundialización” que está en marcha, antes de que sea demasiado tarde.

Europa solo puede sobrevivir si presenta una respuesta unida contra los mercados, un reto mayor que el de ellos, un nuevo “New Deal” europeo. Debemos detener de inmediato el ataque contra Grecia y los otros países de la UE en la periferia, hay que poner fin a esta política irresponsable y criminal de austeridad y privatización, que condujo directamente a una crisis peor que la de 1929.

Las deudas públicas deben ser reestructuradas de forma radical en la Eurozona, especialmente a expensas de los gigantes de la banca privada. Los bancos deben volver a ser evaluados y la financiación de la economía europea debe estar bajo control social, nacional y europeo. No es posible dejar la llave financiera de Europa en manos de los bancos, como Goldman Sachs, JP Morgan, UBS, Deutsche Bank, etc … Hay que prohibir los excesos incontrolados financieros que son la columna vertebral del capitalismo financiero destructivo y crear un verdadero desarrollo económico en lugar de ganancias especulativas.

La arquitectura actual, basada en el Tratado de Maastricht y las reglas de la OMC, ha instalado una máquina en Europa para fabricar deuda. Necesitamos un cambio radical de todos los tratados, la sumisión del BCE al control político de la población europea, una “regla de oro” para un mínimo del nivel social, fiscal y medioambiental de Europa. Necesitamos urgentemente un cambio de paradigma, un retorno al estímulo de crecimiento a través de la demanda de nuevos programas de inversión europeos, las nuevas regulaciones, los impuestos y el control del capital internacional y instalación de flujos, una nueva forma de proteccionismo suave y razonable en una Europa independiente sería protagonista en la lucha por un mundo multipolar, democrático, ecológico y social.

Llamamos a las fuerzas y personas que comparten estas ideas a convergir en un amplio frente de acción europea lo antes posible, para producir un programa de transición de Europa, para coordinar nuestra acción internacional, con el fin de movilizar a las fuerzas del movimiento popular, para revertir el actual equilibrio de fuerzas y derrotar a los líderes actuales históricamente irresponsables de nuestros países, con el fin de salvar a nuestro pueblo y a nuestra sociedad antes de que sea demasiado tarde para Europa.”

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