No a la guerra – No a la OTAN

No a la guerra – No a la OTAN

guerranoRedacción*. LQSomos. Octubre 2014

Manifiesto:

La INTERNACIONAL del siglo XXI es la lucha y la acción coordinada y permanente contra la guerra. Sin esta lucha lo demás vale poco. Este manifiesto intenta explicar el porqué y recabar el compromiso militante de las personas y pueblos.

1º El mundo vive guerras “locales” devastadoras, con el grave peligro de su generalización. El capitalismo dominante, en su fase neoliberal más agresiva, no se resigna a la existencia de un mundo multipolar de paz y diálogo y quiere otanizarlo para controlar sin resistencia la economía, las finanzas, la energía. En el breve tiempo de 11 años, sin remontarnos más lejos, se ha destruido Iraq y Libia y se está destruyendo Siria. Esto en el espacio del Norte de África y Próximo Oriente, sin hablar del conjunto de África y de otras zonas del planeta que entran en la confrontación económica y política, con crecientes amenazas militares, como se produce en el Pacífico Sur contra China.

2º Ucrania es un asunto clave en Europa. Ucrania no es sólo un problema de ladrones y saqueadores locales y foráneos, sino una realidad dramática que entronca con la 1ª y 2ª Guerras mundiales. En Ucrania, además de intentar incorporar un nuevo estado dócil a la Europa neoliberal y belicista, se intenta establecer las trincheras contra Rusia, por su importancia singular y por lo que representa junto a China y otros países (los BRICS) de intento de poner en marcha un gran espacio económico y financiero no dependiente ni del dólar ni del euro, ni de los EEUU ni de la UE.

3º En Ucrania y en Gaza se acaban de producir miles de muertos y heridos, se han destruido casas, escuelas, hospitales. Y continúa.
Gaza y Ucrania nos alertan de dos cosas: la primera, la indiferencia ante el horror por la mayoría de las poblaciones de los países no afectados directamente; la segunda, el entusiasmo de amplios sectores de los países agresores. El caso más indecente el de los sionistas israelíes gozando del espectáculo de los bombardeos de su ejército contra el pueblo palestino, brindando desde las terrazas de sus casas.

4º La escasa preocupación antibelicista y de defensa radical de la paz y el diálogo en los programas políticos y sindicales y en las elaboraciones y pronunciamientos intelectuales, es una clara muestra de lo que ocurre. Hay una contradicción total entre la oposición que hubo a la guerra de Iraq y la movilización popular que produjo, y la indiferencia actual con varias guerras abiertas y miles de mercenarios, terroristas y golpistas fomentados y armados desde los grandes poderes económicos y políticos de EEUU, la UE, Israel, Turquía y regímenes feudales del Golfo.

5º En una situación general prebélica como la actual, lo fundamental es desactivar el terrorismo belicista, sin lo cual no puede haber ningún tipo de transformación social general, estable y duradera. Solo la universalización coordinada de la lucha por la paz y contra la guerra puede establecer, recomponer e impulsar la fraternidad y solidaridad entre los pueblos. Si hasta hace poco el llamado “estado del bienestar” ha existido en una parte minoritaria del planeta, ha sido sobre la base de la explotación de los seres que jamás lo han conocido.
Sólo puede reivindicarse una vida digna para todos los pueblos y personas desde la más enérgica condena de la guerra y de la violencia fascista. En este momento es preciso apelar a los grandes ideales humanos, alertar sobre los peligros que nos acechan y apelar al instinto de conservación de la especie.
Tener muy presente la historia y recordar que el capitalismo ha salido siempre de las grades crisis y depresiones con guerras y masacres generales.

6º Este manifiesto pretende contribuir a crear un movimiento activo y coordinado con capacidad de denuncia y de respuesta inmediata contra el terrorismo belicista. Tejer en todo el mundo una red activa de organizaciones políticas, sociales y de personas, capaz de dar un giro radical a la situación de pasividad casi total.

A tal efecto, crear también un observatorio universal que denuncie, con nombres y apellidos, el crimen y a los inductores, propagandistas e instigadores, sean grandes grupos empresariales, políticos, medios, periodistas o políticos. Sería un Tribunal Internacional simbólico para imputar y juzgar con carácter legal y punitivo a todos/as los responsables de fomentar, impulsar y dirigir la guerra global y permanente, con la posibilidad incluso de que sea atómica.

O es el inicio del tiempo de los pueblos o continuará siendo el de la barbarie y el caos global.

CON NUESTRO SILENCIO NO

* Plataforma Global Contra las Guerras

LQSomos

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