Pablo González sigue secuestrado con la conformidad del gobierno español

Pablo González

Por Cecilia Remis. LQSomos.

“Pablo no tiene comunicación directa con la familia, no se nos permite ni hablar por teléfono ni visitarlo, no se le permite conocer las causas de su acusación”

El tiempo sigue corriendo, desde el 28 de febrero, contra el periodista Pablo González secuestrado por el estado polaco, un país de la Unión Europea, mientras el gobierno de ESPAÑA calla, y los medios de intoxicación silencian esta vulneración de los Derecho Humanos y contra el Derecho a la Información.

Pablo sufre el aislamiento y la incomunicación, al igual que su familia que no ha podido comunicar con él, cuando vamos hacia los seis meses de secuestro gubernamental, saltándose todos los protocolos de derecho de la Unión Europea.
La Fiscalía polaca ha vuelto a pedir prorrogar el encarcelamiento de Pablo González, una solicitud que será examinada por el tribunal regional de Przemysl (sureste) el próximo martes 23 de agosto.

Os dejo con la entrevista realizada por nuestras compañeras de Nueva Revolución de la mano de nuestro gran amigo y compañero Dani Seixo, a la compañera de Pablo González, Oihana Goiriena, que pretende arrojar algo de luz sobre una demencial acusación contra un periodista cuyo trabajo supone sin duda alguna su mejor línea de defensa.

Oihana entre varios temas, comenta que no tienen ningún contacto con el Gobierno español sobre el tema: “Echo en falta una llamada para que me digan que es lo que pasa, porque sé que han hablado con las autoridades polacas», comenta Goiriena considerando que desde el Ejecutivo español han dado por buenas las explicaciones que les han dado en el país centroeuropeo y «no está haciendo lo que debería de hacer”. Precisamente Oihana, ayer sábado, volvía a pedir públicamente al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que interceda para que pueda tener una defensa y un juicio justos, además de que se respeten sus derechos.

Nosotras seguiremos denunciando esta injusticia próxima a la ciencia ficción por incomprensible, pero tremendamente real. El silencio solo produce cómplices de la sinrazón.