Para las finanzas, la democracia es un estorbo

Para las finanzas, la democracia es un estorbo

La crisis financiera y económica de la zona euro se agrava y se anclan aún más las políticas antidemocráticas que Alemania, Francia y otros países tratan desesperadamente de aplicar para satisfacer a la “dictadura de los mercados”. Por eso, para aplicar una “sana gestión” de las finanzas públicas en los países de la zona euro ha sido necesario retroceder casi mil años, a la época en que Federico I, alias Barbarroja, Rey de los romanos y del Sacro Imperio Romano Germánico, regía sobre una parte de lo que hoy es Italia.

Cuando para “poner orden” en el manejo de las recién creadas “ciudades-estado” Federico I introdujo el “podestá extranjero”, o sea, la designación desde la cúpula de un casi-dictador importado del exterior.

Para encontrar una “solución” al problema de la deuda en los países menos desarrollados de la zona euro, la “troika”, formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) (1), descartó las posibilidades ofertadas por la democracia como negociaciones transparentes, donde se escuchen otras voces que la de los acreedores del sector financiero y sujetas a la aceptación mediante referendos o elecciones anticipadas. Para estas cosas serias la democracia es un estorbo, como una vez y francamente me dijo, en una conversación “off-the-record”, un importante ministro canadiense al buscar justificar el total secreto en torno a las negociaciones para crear acuerdos de libre comercio y de protección a las inversiones extranjeras.

No en vano, en los últimos 15 años y, prácticamente en todos los países del capitalismo avanzado, incluyendo aquellos de larga tradición parlamentaria y de escrutinio público, las negociaciones bilaterales o multilaterales sobre comercio, inversiones y finanzas han sido sacadas de la discusión y la revisión en la esfera pública, incluyendo la legislativa y concentradas en manos de funcionarios controlados por los poderes ejecutivos. La vía de la aprobación por decreto, para evitar cualquier escrutinio o discusión pública, está siendo utilizada corrientemente. Sólo después de haber llegado a la conclusión de acuerdos y cuando no hay posibilidad de reabrir la negociación, los gobiernos proceden a buscar la aprobación legislativa o la ratificación, cuando ésta es necesaria.

Tutelaje en la zona euro

Y ese viaje de la troika por la máquina del tiempo tiene, según el profesor de economía política Stefan Collignon (2), el apoyo del italiano Mario Monti, ex comisionado de la Unión Europea y presentido en círculos de la troika como candidato a podestá para suceder al ya saliente Silvio Berlusconi.

La diferencia con la época del Barbarroja que gobernaba el Sacro Imperio Romano Germánico es que esta vez los podestá no serán extranjeros por su lugar de nacimiento, sino por su nivel de enajenación hacia las realidades de sus pueblos y de subordinación a los centros financieros mundiales, los acreedores que forman la plutocracia global, como los titulan las fuerzas de izquierda en Grecia. Y en ese país, el podestá que asegurará el tutelaje y aplicará el severo plan de austeridad está siendo objeto de una negociación a tres bandas (el saliente primer ministro George Papandreu, Antonis Samaras, líder del principal partido de oposición Nueva Democracia y la troika CE-BCE-FMI), pero de lo que no hay duda es que será un hombre de la troika.

Hasta hace unas horas se hablaba de Lucas Papademos, ex gobernador del Banco (central) de Grecia y ex vicepresidente del BCE y después se habló de Philippos Petsalnikos, ministro del Orden Público del saliente gobierno socialdemócrata de Papandreu. Lo que es seguro es que el nuevo primer ministro deberá llegar al gobierno con “carta blanca” del Parlamento griego, o sea, con una declaración firmada por Antonis Samaras, afirmando que apoyará sin reticencia la aplicación total del plan de austeridad fiscal impuesto por la UE el 27 de octubre pasado.

Esta es una “humillante exigencia” del comisionado de la Unión Europea para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, según un despacho de Athens News, “destinada a poner a Samaras en completa sumisión (y que) provocó una tumultuosa protesta en la base del partido ND, que ya estaba furiosa por la decisión del líder del partido de votar por los términos del plan de salvataje que ha venido denunciando desde hace más de un año”.

La declaración exigida por Rehn también deberá ser firmada por el saliente primer ministro Papandreu, por el próximo primer ministro (podestá) y ministro de Finanzas y el gobernador del Banco de Grecia. O sea, una capitulación en regla de la soberanía política griega que servirá de rasero para Italia, donde tendrá lugar el mismo escenario que en Grecia: Berlusconi abandonará el gobierno después que el Parlamento adopte el plan de austeridad fiscal de la UE y el podestá que lo reemplace como primer ministro deberá firmar la aceptación de ese plan y asegurar su aplicación.

Collignon, profesor de economía política, define como “colonialismo en su forma posmoderna” estas exigencias de control en la ausencia de un gobierno federal europeo que actúe “con una total legitimidad democrática”.

En materia de podestás impuestos por el FMI y Washington, los latinoamericanos tenemos larga experiencia práctica porque América Latina ha sido (y es) el terreno donde el imperialismo experimenta sus políticas, que luego aplica en el resto del mundo, como afirma el historiador estadounidense Greg Grandin.

El último intento de imponernos un tutelaje al servicio de la finanza global fue en  2002, cuando Argentina se encontraba en una crisis de la deuda similar a la de Grecia y para sustentar las posiciones del FMI y de los acreedores, el economista de origen alemán Rudiger Dornbusch, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, “aconsejó intervenir Argentina con equipos del Primer Mundo para manejarle la moneda, el gasto público y los impuestos. El camino elegido en los años siguientes fue el opuesto, pero parece que las ideas del fallecido Dornbusch tendrán su revancha en Grecia”, recuerda oportunamente Fernando Krakowiak en Página/12, edición del pasado 28 de octubre.

(Aunque sólo sea una coincidencia geográfica, vale señalar que Federico I fue coronado rey alemán en Francfort, la capital financiera de la actual Alemania y de la zona euro y donde se encuentran las sedes respectivas del Bundesbank -Banco Central Alemán- y del BCE).

Y mientras tanto la economía real se hunde…

Es casi seguro que la salida de Berlusconi tenga lugar en medio de una verdadera crisis del euro, ya que en el momento de escribir éste artículo la tasa de interés sobre los bonos italianos viene de superar el 7.0 por ciento anual, nivel que asegura el crecimiento acelerado de la deuda pública italiana aún con una respetable tasa de crecimiento económico, que permita aumentar los ingresos fiscales. Pero con el plan de austeridad fiscal exigido por la UE y la recesión económica que inevitablemente lo acompañará, la deuda italiana se convierte prácticamente en un asunto insoluble. La deuda italiana literalmente explotará y con ella una parte de la zona euro.

Respetados economistas han dicho y redicho que estas políticas de austeridad fiscal y de privatizaciones de los bienes y servicios públicos no tienen asidero alguno desde el punto de vista económico, porque en lugar de arreglar el problema de la deuda lo empeorarán al provocar recesiones o estancamientos económicos que durarán una o dos décadas y tendrán como consecuencia inevitable el aumento y no la disminución de la deuda. El economista Nouriel Roubini acaba de reafirmarlo en un extenso texto (3).

La crisis de la zona euro está entrando en una nueva y probablemente más grave fase con los bancos acreedores vendiendo (o liquidando por la quita implícita) los bonos de la deuda soberana que tenían en sus manos, según un despacho de la agencia Bloomberg (Europe Bank Selling Sovereign Bonds May Worsen Debt Crisis, 8 de noviembre de 2011).

Los bancos están vendiendo porque los inversores privados –a los cuales los bancos buscan seguir teniendo acceso- no quieren asumir el riesgo implícito en esos bonos y también venden por las exigencias de un aumento del capital de reserva para respaldar eventuales pérdidas, emitido por la Autoridad Bancaria Europea. En suma, como declaró a Bloomberg el analista de crédito Otto Dichtl, de Knight Capital Europe Ltd., los reguladores y líderes europeos se pegaron un tiro en el pie porque los grandes inversores para los bonos soberanos han salido del mercado. La espiral descendente continuará hasta que los decidores políticos encuentren una solución de respaldo para los bonos soberanos.

Al mismo tiempo, en una conferencia en Beijing, China, Christine Lagarde, ex ministra de Finanzas del presidente francés Sarkozy y directora del FMI, alertó que “sombrías nubes están formándose sobre la economía global” y pidió a las economías emergentes y, evidentemente a China, que a medida que la situación económica global empeore, las autoridades “aflojen la presión sobre los frenos fiscales”, usen sus reservas o las empleen en acuerdos regionales y reactiven las líneas de crédito entre los bancos centrales, todo esto para evitar el riesgo de “una década perdida, con bajo crecimiento y alto desempleo”.

En suma, mientras en la zona euro el FMI aprueba y contribuye a aplicar la política de sangrías para revivir economías anémicas en Irlanda, Grecia, Portugal, Italia y España, con el probable resultado de que caerán en estado de coma muy rápidamente y pasarán décadas para recuperarse, la directora del FMI recomienda en China, donde el problema es el excesivo crecimiento de algunos sectores de la economía, que se adopten políticas de estímulo fiscal. ¿Contradicción? No, tanto la política de austeridad en la zona euro como lo contrario en los países emergentes servirá para fortalecer al dominante capital financiero y a las transnacionales, a sus ejecutivos y accionistas principales que forman la oligarquía global, ese 1% que aún perdiendo sale ganando, como estamos constatando desde la crisis financiera de 2008-2009.

La democracia nació (y puede renacer) anulando deudas

Los partidos de gobierno conservadores, liberales y socialdemócratas, han cerrado el paso a la discusión de cualquier opción fuera de la adoptada por la troika CE-BCE-FMI sin procedimiento democrático alguno. Y son esos planes de austeridad y la rigidez del sistema monetario, con sus secuelas de desempleo y empobrecimiento, que están alimentando los demagógicos discursos populistas, anticapitalistas, anti-euro y antiinmigrantes de la extrema derecha, como en el Frente Nacional de Marine Le Pen, en Francia, que para atraer el voto de los desempleados, trabajadores que ven bajar sus salarios, de los excluidos sociales y de una clase media que se quedó sin ascensor social, están copiando el libreto que en las primeras décadas del siglo XX permitió a Benito Mussolini y al fascismo alcanzar el poder por la vía de elecciones.

El plan de Papandreu de hacer un referendo, escribe Costas Douzinas en el diario británico “The Guardian”, no fue un tardío reconocimiento, un intento de corrección democrática frente a las repetidas humillaciones que pasaron los griegos o para reafirmar la soberanía frente al FMI y Alemania. Al contrario, fue un intento del gobierno de recuperar la iniciativa contra su propio pueblo, que está clamando que se vaya del gobierno.

Pero Douzinas también recuerda que “referendo” es una “mala palabra en los corredores de Bruselas, porque evoca el miedo que las élites sienten cuando el pueblo entra momentáneamente en la escena política”. La cúpula de la zona euro y los grandes centros financieros están en contra de cualquier consulta o referendo popular que ponga en tela de juicio el euro –como ya sucedió en el pasado-, los rígidos y limitativos principios de los tratados constitutivos de la UE o, como dice el economista Constantin Gurdgiev, el antidemocrático sistema que rige la zona euro (4) y que por el tutelaje fiscal ha revivido los conflictos nacionales y étnicos que se suponía, la creación de la UE, había enterrado para siempre.

Pero sintiendo el pulso de la población, la cúpula de la zona euro y los gobiernos nacionales no pueden ignorar que un creciente porcentaje de la población y el movimiento popular que ya está movilizado en los países deudores puede encontrar o encuentra atractiva la idea de referendos para rechazar las impagables deudas y las brutales políticas de ajuste fiscal, de tutelaje y privatizaciones y exigir una política radicalmente diferente de la actual.

Y en los países “donadores”, como Alemania u Holanda, la idea de referendos es también atractiva para algunos políticos y los movimientos conservadores y derechistas que, como lo dicen sin ocultar el racismo implícito, no quieren seguir utilizando recursos fiscales para “mantener a los holgazanes” de los países del Mediterráneo.

El famoso compositor griego Mikis Theodorakis, conocido por su lucha contra la ocupación nazi-fascista y la dictadura de los coroneles, recordó en la televisión griega (5) que “la democracia nació en Atenas, cuando Solon anuló las deudas de los pobres hacia los ricos”.

Theodorakis dijo que “nuestro combate no es sólo el de Grecia, sino que aspira a una Europa libre, independiente y democrática”, y agregó que “no hay otra solución que reemplazar el actual modelo económico europeo, concebido para generar deudas y revenir a una política de estimulación de la demanda y de desarrollo, a un proteccionismo dotado de un control drástico de la finanza. Si los Estados no se imponen sobre los mercados, estos últimos se los tragarán, al mismo tiempo que la democracia y todos los logros de la civilización europea. La democracia nació en Atenas, cuando Solon anuló las deudas de los pobres hacia los ricos. No hay que autorizar hoy día a los bancos para que destruyan la democracia europea, a que arrebaten las sumas gigantescas que ellos mismos generaron bajo la forma de deudas”.

Y concluyó enfatizando que apoyar el combate de los griegos es de interés de todos los pueblos, porque “si ustedes autorizan hoy el sacrificio de las sociedades griega, irlandesa, portuguesa y española en el altar de la deuda y de los bancos, muy pronto será el turno de ustedes. Ustedes no prosperarán en medio de las ruinas de las sociedades europeas (…) Resistan al totalitarismo de los mercados que amenazan con desmantelar a Europa transformándola en un Tercer Mundo, que levanta los pueblos europeos unos contra los otros, que destruye nuestro continente al suscitar el retorno al fascismo”.

* Alberto Rabilotta es periodista argentino

Publicado en Alainet

Notas

1. Sobre el “podestá extranjero”

2. Ver “Italy’s historic responsibility” por Stefan Collignon, Eurointelligence

3. Nouriel Roubini: Eurozone Crisis: Here Are the Options, Now Choose

4. Constantin Gurdgiev  y en Keiser Report

5. http://www.humanite.fr/monde/lappel-de-mikis-theodorakis-les-banques-rameneront-le-fascisme-en-europe-483044

 

 

LQSRemix

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar