Refundar el rebuzno

Refundar el rebuzno

-“Apéame, que no es cosa”- dijo esto uno que sacaban a golpear, al primer

golpe o azote, como si fuera cosa de ensayo y burlas, y no de veras. Este se llama

Güete, un buen mozo montañés,  y es de Huesca. Y le echaban porque en el Bar

“La Patata Asada” en la Real y Antigua de Gamonal, de Burgos, aquella que fue

famosa batalla que puso en derrota y fuga a Napoleón, había salido con

este discurso  en una  mesa de contertulios que no sabían ponderar y hacer aprecio

de las cosas de veras y de importancia, ni las distinguían de las burlas, y contra las

simplezas:

El les había dicho:

-“El Capitalismo es igual al Misticismo fascista como enfermedad parasitaria. El Capitalismo ( sistema social o político en el que predominan los que viven directa o indirectamente del trabajo de los demás), necesita del parasitismo, como la Iglesia, en su relación biológica ineludible entre dos organismos heteroespecíficos. El parásito, el fullero, el ladrón de Corte y Confección,  dependen metabolitamente del hospedador, causándole a éste una serie de procesos patológicos, que le llevan a la enfermedad parasitaria más una y grande. Prosiguiendo;

-“ Y esto me lo anuncia el libro que estoy leyendo de R.F. Mayer y J.A. de Diego “ Enfermedades Parasitarias y Sus Vectores”

Que por este conocimiento, le entraron a él  los contertulios Sancho, que era de Marsalef, ciudad de Tarragona, con su Asno; Sansón, el de la quijada  con la que Caín mató a Abel e hirió a mil filisteos, de Fresneda de Cuellar, en Segovia; y Sileno, en conversación y plática sobre qué Raza , Estirpe o Linaje  es más antigua que la del hombre, afirmando que la del Asno, por razones de trabajo y de palabra,  natural de Retortillo, cerca de Reinosa, en Cantabria; que estaban platicando, también,  sobre un tal Caracalla y otro tal Jeta, dos Julos, res o caballería que van delante de los demás o la recua en la Insula Barataria. Esta Insula, donde don Quijote perdió su virginidad a patas de Rucio, el Asno de Sancho, y donde el populacho con cabeza de Asno vota y venera a estos seres orgánicos que viven asidos a ellos y se nutren de su sustancia.  Gente pardal de aldea, por lo general vestidos de pardo, parejeros que procuran y sueñan arrimarse a personas calificadas o acompañarse con ellas.

En esta taberna se apuestan cuál de los tres Asnos gana a Príapo por diferencia o coeficiente. “Que aquí figura en un cuadro, como dice la tabernera con excesiva llaneza en el trato, “El Asno de Diego García de Paredes”, extremeño famoso por sus grandes fuerzas, que figuró en las guerras de Italia bajo el mando del Gran Capitán”.

Estos señores se precian de contar las hazañas de los Asnos, alargando más la Verdad que esta nuestra tabernera que está de parto dificultoso, a pesar de que ella había querido abortar, y no la dejaron pues querían hacerla parir con prontitud y le pusieron una cédula decretal sobre la barriga con estas palabras escritas en gallego, vasco y catalán:

“Apaciente yo mi mula, y cene yo; y la tabernera si quiere para, si quiere, no”. Y parió.

Había llegado la fresca, la madrugada o la hora del fresco y todavía seguían platicando los contertulios. Todos ellos puestos los pies en pared y aferrados a una sola opinión o parecer. Oigámosles:

Sancho: Sansón, pellejo, qué de cosas se deben al Asno. Las ha habido de plata, de oro y de vellón.

Sansón: Ya sé, Sancho, que yo no hubiera podido vencer a los filisteos si éstos hubieran comido carne de Asno.

Sileno; Sí, Sansón. Esto está escrito en el Palimpsesto, manuscrito antiguo que presenta huellas de una escritura anterior realizada con los dedos una vez limpiado el culo. Además, supongo que sabréis que los conquistadores españoles llevaron a las Américas de manos de los frailes cantidad innumerable de Asnos y Jumentos. Que por eso América está poblada de Asnos.

Sancho: Esto honra mucho al Asno.

Sansón: Hubo Asno que habló por las Escrituras. Asnos que infunden animo y valor al que está abatido,

Sileno: Un famosos Asno de Verona erigió un Monasterio, y nadie como él supo hacer un rebaneo, poniendo el segundo zócalo sobre el primero.

Sancho Ved a los Asnos del Gobierno, tienen orejas de Asno como Midas, Moisés y Maquiavelo, y llevan varios garabatos atados al cuello.

Sileno: No os olvidéis de Luciano, José, Jair y sus hijos magnates de Palestina reatados para ir en pos, como aquí.

Sansón: En Maduré como en Contreras, grupo de tres islotes en el grande Océano Equinoccial, perteneciente a Colombia,  las almas de los políticos pasan a una raza de Asnos.

Sansón: Esto es Verdad, como que el Imperio de Carlos I se construyó gracias a la leche de Burra, muy medicinal, y a la lascivia de los colonizadores y los frailes, “comparable a la del Asno”, como dijo una indígena acabada de azotar y de follar.

Sileno: Hombre, macho, no tanto. Hay que reconocer que el hombre no tiene tan bellas cualidades como el Asno ni la mujer como la Jumenta por muy señorías que sean.

Sancho: El Amor depende siempre de los Asnos. No hay más que verlo. La salida de la crisis está en la Refundación del Rebuzno y la Regeneración Garañónica del Capitalismo y Misticismo fascista.

Sileno: La Insula Barataria está gobernada por maulas y mitrados que han obtenido obispado Rebuznando. Sino ved que ya se escuchan las típicas infamias contra los Gentiles y Gnósticos.

Sansón: Y contra los filósofos  y liberales del día. Y…

No le dejaron terminar, pues dos contertulios más se unieron a la mesa, poniendo igual que ellos sus pies en la pared. Son Focio y Garañón. El uno, de Resoba, localidad en la provincia de Palencia; y el otro, de Rebanal de las Llantas, de la misma provincia de Palencia. Focio se cree un cardenal aficionado a Versos. Garañón, se recrea haciendo flautas de sus huesos.

Focio: Pobre Güete. Menuda morrada, topetazo, se ha dado con la cabeza. Pero , entremos en conversación: En toda Europa se hallan Asnos.

Garañón: Esta Insula Barataria es un país privilegiadote  de Asnos. Prueba de ello lo tenemos en los campos de yerba verde, y en los torneos y mercadillos medievales.

Focio: Y la Educación, ¿qué? El Asno es capaz de ella

Sancho: Bueno, vale, terminemos.

Pusieron todos ellos los pies en el suelo. Después de tomar unos “mamones”, bizcochos blancos y esponjosos como los que se hacen en Méjico, (las patatas asadas ya se las comieron antes), concertaron ir en busca de esa substancia gomosa que fluye de cierta especie de fresno. Todos ellos concertáronse para ir, igualmente, a Rebuznar al monte del Castillo, por los sembrados y matorrales.

¡Qué bien se les veía de espaldas. y son un primor con sus mamelucos, especie de pantalones muy anchos¡ Y sus cabezas de Asno.

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