Un barrio de delincuentes

El Estado dejó de llevarse bien con la cultura en 1939, y los turistas no pagan por ver trastos indignos de un centro comercial. Son turistas, no viajeros. Son horda. Y esa horda que no se sabe horda, que vacía los cascos históricos, que destruye a su paso el concepto de polis y arrasa playas, montañas y parques nacionales

Leer más

Nos obligan a molestarte con las "galletitas informáticas". Si continuas utilizando este sitio aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar