Khalil Gibran, el hombre al que se le murió su tristeza
Pueblo de Orfalese: el viento me obliga a dejaros. No tengo la prisa del viento, pero debo irme. Nosotros, los trotamundos, buscando siempre el camino más solitario, no comenzamos un día donde hemos terminado otro y no hay aurora que nos encuentre donde nos dejó el atardecer
Leer más