La sangre del teatro
Nápoles, pobreza, una familia; Madrid, pobreza, una familia. Habrá quien diga que no es gran cosa, pero será porque no entiende que las grandes cosas —y, por supuesto,loquesomos-eduardo_de_filippo las grandes obras políticas— no nacen de los conceptos, sino de las vicisitudes de nuestra sangre
Leer más