¡Verdad verdadera!

¡Verdad verdadera!

Maryssa Ruiz. LQSomos. Agosto 2017

Un país destrozado, un país hundido, un país hecho trizas por sus gobernantes. Ése es España, un país en el que hacen con nosotros lo que les parece. Un país en el que los impuestos suben cada vez más a medida que los sueldos bajan o sencillamente no existen debido a la escasez de empleo. Un país que manipula los medios de comunicación para que no sepamos la verdad del mundo e intenta convencernos de la pésima situación de otro país cuando en este se está viviendo en la miseria.

Si hacemos un balance del dinero que se mueve en este país podemos llegar a la conclusión de que es prácticamente un robo a mano armada contra el ciudadano de a pie y una estafa en toda regla hacia los derechos que dicen representarnos. Es absurda e innecesaria la cantidad de dinero declinada a armamento y por tanto a financiar guerras estúpidas que solo provocan más y más muertes de gente inocentes (en 2016, el gasto que se dedicó a este ministerio está cifrado en 5.787.890 millones de euros, sin embargo, esta cifra nunca representa lo que se gasta realmente ya que siempre gasta al menos 1.600 millones de euros más de lo que refleja).

Es un hecho que todos conocemos el que la sanidad pende de un hilo y cada vez son más las enfermedades que acaban con personas inocentes solo porque nuestro gobierno no es capaz de destinar una cantidad en condiciones a este sector aportando una minucia (el dinero destinado a Sanidad en los PGE ha subido tan solo un 2,3%). El no preocuparse por el sector sanitario provoca que no se investigue la causa de enfermedades y que por tanto aumente el riesgo de mortalidad, provoca que muchos profesionales se queden sin empleo, provoca que personas que pueden permitírselo se deriven a la sanidad privada que está formada en su mayoría por los profesionales de la sanidad pública pero que solo te atienden si tienes dinero, o sea, que se está fomentando las desigualdades sociales de una forma desmedida atentando contra la clase media-baja y concediendo los privilegios solo al que tiene dinero, esto se llama retro evolución a pasos agigantados.

Otro tema de vital importancia es el sistema educativo, ya que está al borde del abismo (el presupuesto educativo representa el 0,7% de toda la inversión estatal); suben las tasas de las carreras universitarias por lo que no todos se pueden permitir estudiar, no convocan oposiciones para que pasen al mercado laboral profesores que se encuentran a las puertas y ni si quiera son capaces de tomar medidas en algo tan importante como es el acoso escolar, incluso cuando ha habido adolescentes que se han suicidado por esta causa.

Estamos basando nuestra cultura en programas de televisión sin sentido e incluso financiando el aprendizaje para la formación del toreo, lo que consideran una fiesta nacional y tan solo es una masacre y asesinato de animales inocentes. En vez de luchar por la cultura y en vez de fomentar el aprendizaje este país está consiguiendo hacer del ciudadano español un ser humano retrógrado e inculto (el gasto en Cultura será de 801,14 millones de euros, un 0,7% menos que en 2016) que alaba a futbolistas corruptos que defraudan a Hacienda sin que les pase absolutamente nada o a “famosetes´´ del mundo del corazón mientras no han pensado en leerse la biografía de, por ejemplo, Federico García Lorca.

El gobierno no destina ni un solo euro a la Memoria histórica mientras subvenciona a una iglesia podrida y formada, en su gran mayoría, por pederastas y violadores que no han sido condenados por haber abusado de niños (la Iglesia católica recibe más de 11.000 millones anuales del Estado), mientras financia una monarquía que nadie ha elegido sino que fue impuesta por un dictador asesino y que representa una democracia que cada día es más obvio que brilla por su ausencia (en 2016, el Rey Felipe cobró 236.444 euros brutos anuales; la Reina, 130.092 euros; el Rey Don Juan Carlos, 189.228 euros y la reina Sofía, 106.452 euros; los PGE de 2017 aumentan en 40.000 euros los gastos de la casa real), mientras seguimos pagando sueldos desorbitados a políticos ineptos y corruptos que se sientan en la Audiencia Nacional y declaran por corrupción alegando que desconocen lo que ocurre en su propio partido (Mariano Rajoy cobrará en 2017 79.756,68 euros, un 1% más que el ejercicio anterior; la vicepresidenta del gobierno cobrará 74.963,52 al año, frente a los 74.221,2 del año 2016; en el caso de los ministros, su salario alcanzará los 70.368,48 euros al año y los 14 miembros del Ejecutivo cobrarán en total más de 999.000 euros), mientras tenemos que soportar la bajada en infraestructuras (la inversión pública en infraestructuras será de 7.540 millones de euros, la más baja de la última década) y mientras que tenemos que seguir aguantando todas las maniobras de un gobierno que se olvida de las ONG’s y se dedica a destinar más dinero a fundaciones que no tienen sentido alguno (el proyecto de Presupuestos conserva una partida de 900.000 euros en subvenciones para fundaciones dependientes de partidos políticos, cantidad que se mantiene intacta desde la llegada de Rajoy al Gobierno, mientras que la partida para ONG será de 150.000 euros, la misma desde 2012).

Las decisiones tomadas por estos fascistas, déspotas y egoístas dejan a la luz su incompetencia para gobernar y su ansia de poder además de estar consiguiendo destruirnos de una forma lenta y dolorosa. Es indignante ver tanto egoísmo y corrupción en este maldito país donde no hay nadie cabal ni honrado y ya cansa saber que estamos gobernados por arpías mafiosas que solo piensan en robar al pobre para beneficiar al corrupto, que solo quieren crear un Estado esclavista donde los derechos de las constitución no sean más que tinta escrita en un trozo de papel que bien podía usarse de papel higiénico, que solo desean manejar a su antojo a cada uno de nosotros consiguiendo convertirnos en marionetas, que anhelan llevar a España al peor de los caos dejando a su población muriendo de hambre, enferma en la calle o sin adquirir ni un solo conocimiento que puedan usar para defenderse de este terrorismo disfrazado.

¿Lo llamamos dictadura ya a lo que tenemos, o creemos todavía que vivimos en una democracia? Vivimos en una dictadura disfrazada, en una mentira, en una ilusión creada por sinvergüenzas cínicos carentes de civismo, por monstruos desarmadas que nos quieren hundir, por la herencia de quien enterró en cunetas a nuestros antepasados, por quien te juzga por como piensas o actúas, por quien quiere que no tengas los mismos derechos que ellos, por quien desea vernos como sus siervos sumisos, por los que anhelan acentuar cada vez más las desigualdades sociales, por quien no quiere que triunfes o vivas de una forma honrada, por aquellos cuyo sueño es que el pueblo esté a sus órdenes.

Pero…..¿Sabéis qué es lo peor? Que aún hay personas que alaban y adoran a sus verdugos defendiendo lo que está consiguiendo derrotar a un país entero.

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Bego

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