Padre & Soldado ¿Quiénes eran los Tirailleurs Senegaleses ?

Por Valentina Geraci*. LQSomos.

Una historia que da testimonio de las consecuencias dictadas por el colonialismo. Una herramienta útil para repensar las narrativas habituales que solemos escuchar cuando se trata del colonialismo, quizás demasiado simplificadas incluso en nuestros libros de historia

Una película que apela a la memoria histórica

Los tirailleurs sénégalais, un grupo de infantería africano reclutado por los franceses durante la época colonial, estuvo presente en numerosas batallas especialmente durante la Gran Guerra y durante la Segunda Guerra Mundial. El reclutamiento de tirailleurs no se limitó solo a Senegal, involucrando a toda África Occidental, Costa de Marfil, la actual República Centroafricana, Chad, Togo y otros países africanos entonces bajo control francés.

Los tirailleurs durante la Primera Guerra Mundial

Hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, período en el que podemos considerar a los tirailleurs como el segundo mayor contingente indígena de los ejércitos franceses, estos soldados eran esencialmente un ejército mercenario que pasó inmediatamente al reclutamiento coercitivo, considerando también la decisión de Clemenceau de mantener el servicio militar obligatorio, incluso en tiempos de paz (1919).

Presentes en todos los campos de batalla, los tirailleurs sénégalais participaron en las batallas más importantes de aquellos años, enfrentándose a un nuevo tipo de guerra totalmente desconocido para ellos: el sistema de trincheras en el contexto de un clima europeo igualmente desconocido. Las batallas de Picardía y las de Ypres y Diksmuide en Bélgica antes, la batalla de los Dardanelos, el Somme y Verdun después son algunos de los episodios históricos que registran un altísimo número de soldados africanos bajo el mando de los comandantes franceses. Durante 1917 el cuerpo de tirailleurs también se le recuerda por la derrota en el relato del Chemin de Dames, donde las condiciones climáticas y las rígidas temperaturas redujeron drásticamente el potencial militar africano.

El episodio más glorioso de estos años es sin duda la defensa triunfal del municipio de Saint-Thierry que, en 1924, construyó un monumento en honor de los tirailleurs y una copia del cual fue enviada a Bamako.

Los tirailleurs durante la Segunda Guerra Mundial

Desde septiembre de 1939 hasta mayo de 1940, las tropas coloniales se reorganizaron casi por completo con la creación de tres nuevas divisiones, teniendo en cuenta también el sistema de reclutamiento en tiempos de paz que convertía el servicio militar masculino en una obligación universal.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los episodios de discriminación contra los tirailleurs fueron cada vez más frecuentes: las protestas de las tropas alemanas indignadas por enfrentarse a oponentes que consideraban inferiores, la orden del general de Gaulle de sustituir a los soldados africanos por blancos en el momento de las victorias francesas, las terribles situaciones experimentado en los llamados Front-Stalags (campos de trabajo situados en la parte de Francia ocupada por los alemanes) o, de nuevo, las falsas promesas y los impagos (recordemos la matanza de Thiaroye, 1944).

Además, el final de la guerra no significó que los franceses hubieran dejado de reclutar, ya que continuaron involucrando soldados africanos también en Indochina (1946-1954), en la insurrección de Madagascar (1947), durante la huelga de mineros (1948) y de nuevo en Túnez y Marruecos siempre dando voz a su deseo de mantener el orden y la seguridad francesa.

Las consecuencias de una “migración militar” en la demografía de África Occidental

Mencionar aquí brevemente estas tristes páginas de la historia también nos permite pensar en la presencia de ciudadanos de origen africano en el territorio francés y más allá. La elección forzada de dejar las propias tierras para sumarse a las batallas en Europa junto a Francia es hoy una de las causas que permite comprender el origen de los primeros flujos migratorios desde África Occidental hacia Francia y dentro del continente africano, del campo a la ciudad. o de un estado africano a otro.

Por un lado podemos leer la elección de algunos jóvenes africanos de trasladarse hacia Costa de Marfil, Guinea, Sudán y algunas zonas de Senegal como respuesta para escapar del alistamiento militar dictado por los franceses, por otro lado interesantes formas de migración son incluso aquellas que surgen de los procesos de incorporación y distribución de soldados en territorio europeo. Un ejemplo de ello es lo ocurrido con la creación de la llamada Force Noire en 1910, que nos recuerda que el número de soldados presentes en Europa en esos años era mayor que en territorio africano.

Otra lectura interesante es también la de los excombatientes que han decidido regresar a su país de origen. Para dar solo algunos ejemplos aquí, sugiero retomar la investigación y los estudios de Echenberg, profesor y codirector del Canadian Journal of African Studies, quien, refiriéndose al tamaño del ejército, las tasas de desgaste durante las marchas y manteniendo dudas e incertidumbres en referencia a las tasas de redespliegue de los soldados en sus aldeas, nos dice que cada 10.000 hombres absorbidos por el ejército cada año para el período de 1920 a 1938, 440 morirían durante los tres años de servicio militar y otros 1.100 se alistarían por segunda vez. Solo 8.400 regresaron a África Occidental, y Dakar proporcionó un poderoso punto de interés con cuatro veces más veteranos del ejército en su población que en la década anterior.

Según los datos informados en cambio en La révolte des tirailleurs sénégalais de Tiaroye en “Vingtième Siècle” por Julien Fargettas, director del servicio departamental de la Office National des anciens combattants et victimes de guerre, el 31 de diciembre de 1940, un número igual a 36.769 tirailleurs fueron repatriados a sus países de origen y más de 27.000 permanecieron permanentemente en el norte de África. O bien, otros estudiosos nos cuentan que a partir de julio de 1940 las autoridades francesas retrasaron la repatriación de los soldados africanos a sus propios países, encontrando diversas dificultades. El primer convoy, en base a estos estudios, llegó a Dakar recién el 22 de septiembre de 1940 y, según una directiva de 27 de julio del mismo año, la organización de los retornos debería haber respondido a una agrupación de soldados según el período de estancia en el extranjero, según su etnia y según el puerto de desembarque. En la práctica, esta directiva ha dado lugar a procesos de reagrupamiento mucho menos intuitivos con muchos soldados confundidos y desconcertados y con sus declaraciones que no siempre son ciertas.

Durante las dos guerras, por tanto, el papel de las migraciones de soldados y vinculados al mundo del trabajo cambió e influyó en la demografía de África Occidental, provocando una fuerte ola migratoria desde las colonias en general.

Estudiar historia es imprescindible. Interpretarlo y comprender sus consecuencias es igualmente esencial.

* Publicado en Focus on Africa

La “ficha”

Tirailleurs (Father & Soldier). Año: 2022. Duración: 109 minutos. País: Francia.
Reparto: Omar Sy, Alassane Diong, Jonas Bloquet, Bamar Kane, Oumar Sey, Alassane Sy, Aminata Wone, François Chattot, Clément Sambou, Léa Carne, Aristide Tarnagda, Indjai Caramo, Souleymane Bah, Jordan Gomis, Ibrahima Ba, John Sulo, Renaud Calvet, Nicolas Djermag.
Dirección: Mathieu Vadepied. Guion: Olivier Demangel, Mathieu Vadepied.
Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Luis Armando Arteaga. Coproducción Francia-Senegal.
Producción: Gaumont Télévision, Korokoro, Unité de production, Gaumont, France 3 Cinéma, Mille Soleils.

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